Capítulo 27

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Hoy era el día.

Alex se había tomado el domingo para editar bien el vídeo y en la noche ya lo tenía acabado, entonces, se lo mandó a Rashid. Ahora, lo único que quedaba, era que Rashid se lo mostrara al padre de Ozan.

Alex: ¿Está todo en orden para hoy?

Rashid: Estoy algo nervioso, pero está todo listo. Guardé el vídeo en varias partes para que no se me perdiera ni nada.

Frank: Si estás así de preparado, entonces no hay nada de qué preocuparse. Todo saldrá bien.

Alex: ¿En qué momento se lo mostrarás?

Rashid: Supongo que cuando estemos terminando el turno. Planeo escaparme unos minutos antes para hablar con él.

Frank: Bien, le pediré a alguien de la cocina que te cubra.

Rashid: Gracias.

Alex: Iré al restaurant a esa hora, yo también quiero saber qué sucede, necesitan todo el apoyo posible si algo sale mal.

Frank: Alex pequeño, ya hemos hablado de esto.

Frank: Tienes que intentar salir lo menos posible. No quiero que te contagies de algo.

Alex: Sabes que iré de todos modos.

Alex: Además me sirve para verte.

Sonreí, me preocupaba que se contagiase de algo, pero no podía negar que también me gustaba la posibilidad de verlo.

Frank: De acuerdo, pero por favor no te olvides de usar una buena mascarilla y llevar alcohol gel contigo ¿Bien?

Alex: Claro que sí.

Rashid: Aún no sé definir si vosotros dos sois como una pareja de casados o si Frank tiene alguna clase de instinto paternal contigo.

Frank: JASJAJSASJ

Alex: Bueno, alguna de las dos será xd.

Ese día, la jornada laboral fue menos exigente que otros días, no había muchas personas los lunes. Rashid estuvo distante y reflexivo la mayoría del tiempo, afortunadamente Ozan no lo notó, pues si lo hacía, Rashid se pondría nervioso.

Ya cuando quedaban cerca de cuarenta minutos para que la cocina cerrara, Rashid se quitó su pechera de cocinero, me hizo una seña y, con móvil en mano, se fue por la puerta de personal autorizado.

Yo rogué internamente que todo saliese bien, que a Rashid no le pasara nada y que el padre de Ozan recapacitara en su postura.

A los pocos minutos oí la voz de Ozan.

—Hey Frank —Me llamó—, tú príncipe está en la entrada.

Me volteé y sonreí al ver a Alex entrar al restaurant, con las manos en los bolcillos. Se veía precioso por el simple hecho de que sus ojos estaban entrecerrados, lo que me decía a mí que estaba sonriendo ampliamente.

Me acerqué a él y, cuando estábamos a un paso del otro, ambos bajamos nuestras mascarillas al mismo tiempo, como si los dos hubiésemos sabido lo que iba a pasar. Nos recibimos con un beso de saludo, yo lo atraje hacia mí sosteniendo su cintura con una mano.

No fue un beso muy largo porque no estaba permitido quitarse las mascarillas en ese lugar, asique nos separamos y tuvimos que volver a cubrirnos.

—¿Qué tal mi pequeño? —Saludé.

Tras la mascarilla (Staxxby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora