Capítulo 18

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Alex se puso de pie.

—Bueno, fue un placer, pero Rubén ya debe estar preocupado, será mejor que vuelva.

—Adiós Alex, fue un gusto tenerte —Dijo Rashid.

—Nos vemos Alex —Se despidió Ozan.

No quería que se fuera, pero sabía que debía hacerlo. Miré a mis amigos, Ozan me hizo un gesto con la cabeza, apuntando disimuladamente hacia Alex. Yo lo entendí.

—Te acompaño —Le dije, poniéndome de pie.

—No hace falta —Volteó hacia mí.

—Claro que sí —Le sonreí, Alex suspiró. Me volteé a los chicos—. Hasta mañana chicos.

—¡Adiós! —Exclamaron los dos, sonriendo con orgullo.

Alex y yo salimos del restaurant y comenzamos a encaminarnos a donde vivía Alex y su amigo. Al principio en silencio, tenía unas tremendas ganas de hablarle, pero hablarle en persona no era lo mismo que hablarle por chat. Cuando él me miraba me sentía demasiado nervioso.

—Espero que Ozan se anime a decirle a su padre —Dijo, buscando un tema de conversación.

—Yo también, ese consejo que le diste fue muy bueno —Lo miré, dándome cuenta de que amaba su estatura.

—Sólo espero que le sirva.

—Lo hará, descuida.

Seguimos caminando por las calles obscuras. Sin saber qué decir, pero la verdad era que no me sentía incómodo. Sólo estar con él era hermoso, no necesitaba que habláramos. Tuve unas inmensas ganas de besarlo ahí mismo. Comencé a reconsiderar lo de declarármele.

—Aquí es —Lo oí decir.

Se había detenido frente a un edificio de departamentos, yo miré a Alex.

—Gracias por acompañarme —Dijo suavemente— y por recibirme en el restaurant.

—No tienes que agradecer por eso —Le sonreí—, gracias a ti por ir y... darme esa sorpresa.

El me miró, de nuevo sentía que estaba sonriendo levemente.

—Nos vemos —Dijo, comenzando a caminar hacia el edificio.

En ese momento me alarmé, quería desesperadamente que se quedara, al menos un minuto más.

—Espera —Le dije, él se volteó—, yo... me gustaría decirte algo.

Volvió a acercarse a mí, poniéndoseme en frente y me miró curioso.

—¿Está todo en orden? —Preguntó.

—Sí, pero... —Sentía que hasta mis orejas comenzaban a arder. Solté un suspiro y pensé en voz alta— rayos, hace una semana le dije a Rashid que era muy pronto para esto, pero supongo que no puedo esconderlo más.

—¿De qué hablas?

—Es que desde que te conocí en la tienda yo... no he- he tenido- no te he podido sacar de mi cabeza —Odiaba cuando comenzaba a trabarme—, adoro estar contigo y hablar contigo, aunque a veces no tenga nada que decir... —Lo miré, su mirada parecía implacable nuevamente. Eso me estaba poniendo aún más nervioso—, pero ese no es el punto, la cosa es... —Hice una pausa, dándome una última oportunidad de arrepentirme, pero no lo haría— la cosa es que me gustas mucho Alex, de verdad me encantas.

Él abrió un poco más sus ojos. Por un momento, sus ojos se volvieron más brillantes de lo usual. En momentos como esos, no podía dudar en que esos eran los ojos más hermosos que había visto en mi vida.

Miró el suelo un momento, y luego volvió a levantar la mirada. Me miró con unos ojos que no supe leer sino hasta que se acercó a mí y, aún con ambas mascarillas puestas, dejó un pequeño beso donde estaban mis labios. Y sin más, se fue rápidamente.

Estaba muy sorprendido, pude sentir tan claramente sus labios que por un momento me olvidé que habíamos tenido ambos nuestras mascarillas puestas.

Sentí una sensación cálida en mi pecho mientras lo perdía de vista en el edificio. Era una sensación tan agradable que no pude evitar sonreír como bobo.

Tras la mascarilla (Staxxby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora