Capítulo 17

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Ya entrando al anochecer, el restaurant comenzó a vaciarse. Y cuando estaba por cerrar para que los empleados limpiáramos, Rashid me dio un manotazo el brazo.

—¿Qué haces? —Pregunté, muy extrañado.

Él no respondió. Con un sutil cabeceo apuntó a la entrada del restaurante, yo me volteé confundido.

Pero toda mi confusión se esfumó cuando vi a Alex entrando tímidamente al restaurant. Me sentí tan gratamente sorprendido que no pude evitar sonreír.

Me acerqué a él sonriendo, y pude ver en sus ojos que él también sonrió levemente cuando me vio.

—Alex... —Dije— Qué sorpresa.

—Hola Frank —Saludó él.

—¿Qué... qué haces aquí? —Pregunté con una voz nerviosa— La cocina ya está cerrando, no podremos...

—No vine a comer —Me interrumpió con calma, sin dejar de mirarme—, sólo... quería verte.

—Pequeño... —Sonreí enternecido— no debiste, tienes que intentar salir lo menos posible.

—Lo sé —Bajó la mirada—, Rubén intentó convencerme de que no viniese, pero no lo logró.

—Bueno, en todo caso, me alegra verte —Él volvió a levantar su mirada, sus cejas estaban levantadas, una vez más no supe leer su expresión—. Ven, por acá están los chicos.

Lo encaminé hacia donde estaba Rashid, que ahora estaba en compañía de Ozan. Ellos fingieron sorpresa cuando me vieron acercarme con Alex.

—¡Alex! ¿Qué tal? —Saludó Rashid.

—Hola Alex, qué gusto verte por aquí —Saludó Ozan.

—Hola chicos —Respondió cordialmente.

—¿Quieres algo de comer? Si quieres te puedo preparar algo rápido —Ofreció Rashid, amablemente.

—No, te lo agradezco, sólo vine porque... tenía ganas —Explicó vagamente, pero Ozan y Rashid sabían perfectamente a qué se refería.

—Hey Alex —Habló Ozan—, en un rato más sanitizaremos las mesas y los chicos y yo, generalmente, nos quedamos a charlar ¿Te gustaría quedarte con nosotros?

—Claro —Respondió con un asentimiento de cabeza.

Alex esperó pacientemente mientras los empleados limpiábamos el lugar. Luego de eso, apartamos cuatro sillas e invitamos a Alex a unírsenos. Esta vez no nos quitamos las mascarillas. Él se sentó a mi lado, sonreí internamente ante eso.

Hablamos como si los cuatro fuésemos grandes amigos. Los chicos pudieron conocerlo mejor y Alex a ellos.

—Adoro el fútbol con mi vida, pero... —Ozan se volteó a ver la puerta del restaurant, para luego volver hacia nosotros y susurrarnos— pero mi padre no está de acuerdo, él quiere que herede el restaurante.

—¿Y lo has conversado con él? —Preguntó Alex.

—No, aún no, sé que debería, pero no sé cómo decirle sutilmente que no quiero su futuro planeado para mí.

—Bueno, claramente no tienes que decirlo así —Dijo—. Intenta apuntar desde otro ángulo, puedes decirle que eres muy bueno en la cancha, porque lo eres. Y decirle las posibilidades que tendrías si potenciaras mejor esa habilidad tuya. Luego, si quieres, vas y le dices que no quieres el restaurante, pero todo está en cómo transmitas el mensaje.

—Mm... no lo había pensado así —Ozan lo miró curioso—. Tal vez te haga caso.

—¿Tal vez? —Intervine— DEBES hacerle caso.

Alex volteó hacia mí, yo lo miré fijamente. Estaba casi 100% de que estaba sonriendo bajo esa mascarilla, y no una sonrisa común, pero aún me costaba entenderle.

—Bunu fark ettin mi?—Ambos volteamos al oír a Ozan, aunque éste se dirigía a Rashid.

—Tabii ki evet —Sonrió Rashid ampliamente—, çok tatlılar.

Alex me miró de nuevo, ahora confundido.

—¿Qué dijeron?

—No tengo idea —Le respondí encogiendo los hombros—, siempre hacen eso, ya te acostumbrarás.

Alex soltó una pequeña risa.


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Traducciones:

1. —¿Notaste eso?

2. —Por supuesto que sí, son tan lindos.

Tras la mascarilla (Staxxby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora