-Estamos embarazadas.
Park Chaeyoung intentó no levantar los ojos al cielo ante la absurdez del comentario de su hermana.
-¿No me digas?
Como madre de alquiler para su hermana, Jisoo, y su cuñada, Jennie, Rosé sabía mejor que nadie que estaban «embarazadas». Su mano se deslizó hasta su abdomen, donde el niño empezaba ya a notarse. Pero en ese preciso instante se le revolvió el estómago, haciendo que maldijera el primer trimestre de embarazo.
Jisoo tomó su mano cuando iba a tomar la taza de poleo.
-¿Qué?
-Que estamos embarazadas, Jennie y yo.
Rosé dejó la taza.
-¿Jennie y tú?
-Si.
-¿Embarazadas?
Jisoo asintió, con su sonrisa beatíficamente maternal, sus ojos brillantes de felicidad.
El estómago de Rosé volvió a dar un salto, pero intentó contener las náuseas. -¿Tendran un hijo? ¿Además del que yo voy a tener para vosotros?
-Sí.
Rosé saltó de la silla y corrió al cuarto de baño. Apenas le dio tiempo a inclinarse sobre el inodoro para vomitar el desayuno.
Estuvo de rodillas en el suelo del baño largo rato, con los ojos cerrados, angustiados y atónitos. Sólo la voz de Jisoo al otro lado de la puerta la sacó de su estupor.
-Rosé, ¿estás bien?
¿Que si estaba bien? Bueno, sentía como si el mundo estuviera girando en dirección contraria... junto con su estómago. Por lo demás, estaba estupenda. Después de lavarse la cara y las manos en el lavabo, abrió la puerta y se quedó mirando a su hermana.
-¿Cómo es posible?
Jisoo la tomó del brazo.
-Ven a la cocina. Voy a hacerte otro té.
Rosé se dejó llevar hasta la silla y observó a su hermana dando vueltas por la sencilla y hogareña cocina.
-Nosotras nos quedamos tan sorprendidas como tú.
-Pero Jennie y tú no podéis tener niños. Es imposible, ¿no?
-Era muy improbable, pero no imposible.
De hecho, tenían tan pocas posibilidades de concebir que el médico había recomendado no usar el esperma de Jennie para inseminar a Rosé y usaron la de una amiga de Jennie, Lisa.
-¿No habías dicho que sólo había un 0,2% de posibilidades de que quedaras embarazada?
-Y así es. Pero hemos tenido una suerte inmensa -suspiró Jisoo, poniendo una taza sobre la mesa-. ¿Poleo o té?
-¿Cómo puedes estar tan tranquila? -exclamó Rosé, al borde la histeria.
-Supongo que porque he tenido más tiempo para acostumbrarme a la idea...
-¿Desde cuándo lo sabes?
-Desde hace una semana. Llevaba algún tiempo sospechándolo, pero no me atrevía a confiar en que hubiera habido un milagro. Como mis períodos siempre han sido tan irregulares y después de tantos años intentándolo... en fin, que no quería hacerme ilusiones aunque no me hubiera venido el período.
-¿En cuánto tiempo?
-Cuatro meses.
-¿Cuatro meses? ¿De cuánto estás?
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Madre de Alquiler - Chaelisa
Fiksi PenggemarRESUBIDO ____________________________________________ Era la madre de su hijo, era su esposa... pero era algo mucho más complicado que eso. Lisa se había casado con Rosé, pero sólo para salvar su carrera profesional de mentiras inventadas por motivo...