41

630 105 2
                                    

Carter mantenía su vista en mí mientras con mi mano tomaba un pequeño puñado de papas del recipiente del centro de la mesa. Sucede que no solo venden alcohol en el Preston, también hay botanas. Carter y yo habíamos estado viniendo por un tiempo, y el treintañero de la barra, Frederick, y yo nos habíamos hecho buenos amigos.

―¿En serio vamos a hacer lo de la foto? ―le pregunté una vez más, entornando mis ojos hacia él con escepticismo.

―¿Y por qué no? ―Alargó su mano para coger una papa.

―No lo sé. ―Junté mis manos debajo de la mesa―. No me parecía que quisieras hacerlo.

―Pues te has equivocado. ―Me sonrió mientras comía la papa.

Abrí mi boca para decir algo, pero luego la cerré rápidamente y le devolví la sonrisa. Me crucé de brazos y la chaqueta de Carter se me rodó de los hombros un poco hacia abajo. Tuve que acomodarla para que no se cayera.

―¡Oigan chicos! ―oímos a Rick (cara-cortada) llamarnos mientras se acercaba con los demás hacia nuestra mesa.


Él cogió una silla, le dio la vuelta y se sentó con el abdomen pegando del respaldo, en medio de nosotros. Jackson (el chico de de los piercings y tatuajes) alargó su mano y tomó un puñado de papas de nuestro plato. Carter golpeó se mano ligeramente como una madre regañando a su hijo. Yo me reí de ese acto, porque Jackson se comió las papas después de todo.

―Iremos a ver una película y molestar gente en el cine, ¿se apuntan? ―nos preguntó Rick, dejando caer su barbilla en sus antebrazos, y mirándonos a ambos.

―No, es tarde, debo llevar a June a su casa ―explicó Carter. Rodé los ojos con verdadero fastidio.

―Oh, vamos, Carter ―bufé, dejando caer mis manos a mis costados―. Yo quiero ir, podría ser divertido.

―Sí, Carter, podría ser divertido ―Rick se mofó de mí, tratando de imitar mi voz ridículamente y golpeó el hombro de Carter suavemente. Los demás, incluyéndome, nos echamos a reír.

―De ninguna manera ―replicpo mi novio firmemente, poniendo sus manos sobre la mesa.

Lo miré mal, pero él mantenía una mirada severa, con el ceño fruncido y los ojos oscuros. Sé que él solo trataba de protegerme y todo eso, pero yo no necesitaba que nadie me protegiera, es como si no pudiera pensar por mí misma. ¿Es eso lo que pasa cuando tienes novio?, ¿te vuelves... dependiente? Si iba a ser de esa manera, entonces esto terminaría muy mal.


―Iré ―espeté con una sonrisa de suficiencia―. Si no quieres ir, está bien, Carter. ―Me crucé de brazos.

Rick, Jackson, Carl y Big-bro soltaron un «uuh» unísono que se escuchó más como un «¿Qué respondes a eso, West?». Lo oí gruñir y supe que estaba molesto.

―Vamos, June, no seas terca. ―Apretó los dientes.

―No soy terca, pero los chicos siempre me invitan y tú no quieres que vaya, ¿por qué?

―Es por tu bien, es peligroso. ―Levantó su dedo girándolo y abarcando a los chicos en su gesto.

Carl, el chico de risos caoba que siempre usaba unos raros lentes oscuros, salió en defensa del grupo, alzando su mano con inocencia.

―No somos peligrosos. No nos han arrestado desde hace una semana, hemos disminuido los riesgos.

―No es suficiente, Carl ―dijo Carter, poniendo sus ojos en blanco y largando un suspiro―. Ustedes saben que debo llevarla a casa a las siete, de no ser así su padre no me dejará verla.

TEDDY (vol. I, II y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora