coffee eight

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DEDICADO A MEGPENNYXX Y A ANA_CRIS_GC.

-¿¡VOMITASTE EN SUS ZAPATOS!?- gritó mi hermana, mientras nos miraba simultáneamente.

No podía hablar. ¿Cómo lo iba a hacer frente al chico al que le había vomitado encima? Y que, para colmo, era el chico que me gustaba. Esto estaba mal. Además, ¿qué hacía él en mi casa? ¿Iría a la universidad con mi hermana? No podía ser él... no podía. ¿Por qué todos conocían a ese chico y yo no? Además, hasta él me había reconocido. Este iba a ser el peor día de mi vida. El estómago se me revolvió de los nervios y sentí que me ponía cada vez más y más roja. ¿Qué me estaba pasando? Se me hizo un nudo en la garganta, y me rugió la panza. Cada vez me dolía más. Sentí la necesidad de vomitar. Un frío en la espalda me recorrió mientras el rubio me miraba preocupado. ¿Estaba preocupado? Y lo próximo que hice no lo había visto venir antes. Me di la vuelta, abrí la puerta como pude, bastante nerviosa, escuché que mi hermana me repetía si estaba bien, si necesitaba agua, pero no le hice caso. Tan solo me largué a correr hacia las escaleras. No quería que el chico de los cafés me viera vomitar de nuevo. Era una estupidez, pero, ¿quién lo hubiese querido? Tapé mi boca con una mano y eché a correr escaleras arriba. Necesitaba llegar lo antes posible al baño. Mi hermana seguía gritando desde la puerta del comedor. Ya no me importaba lo que decía. Entré a mi cuarto y en seguida cerré la puerta, luego me fui directa al baño y tranqué las dos puertas que conducían a este. Me agaché sobre el excusado y devolví toda la comida que había ingerido en el almuerzo. Dios. Esto era un completo asco. Me limpié la boca y luego tiré la cadena.
Me observé en el espejo. Mis cabellos estaba sudados y desprolijos. Las mejillas completamente rojas y ardientes. Los ojos con lágrimas. ¿Algo peor? Nada.

Luego de estar un rato sentada en el piso de mi cuarto, me paré y tomé una ducha. Un poco para tranquilizarme, y otro poco para sacarme la vergüenza que tenía encima.

Abrí el armario y me puse unos jeans rotos en las rodillas y una remera de tirantes blanca. Me calcé mis pantuflas, fui al escritorio y prendí la computadora. Mientras ésta se iniciaba tomé el teléfono que estaba entre mi campera del colegio. Miré la pantalla. Diez mensajes de Gwen. Se me hizo un nudo en el estómago. No me gustaba estar peleada con ella, no lo soportaba. Y menos por tonterías. ¿Y qué si no me lo había contado? Tal vez sentía vergüenza. Me decidí a arreglar las cosas y abrí los Whatsapp.

(Gwen)Dolyn:

JODER.

TE EXTRAÑO.

NO ME GUSTA ESTAR PELEADA CONTIGO.

Mereces explicaciones, y es que no fue como lo pensaste, si? Mira,

Es difícil de decir, no me malinterpretes.

Es que me gusta Tone.

Y no te besaste con él. No. Estábamos jugando y pues, te tocó que lo besaras. No lo hiciste. Te miré mal. Es que Tony me gusta, si? joder es dificil decirlo, pero vamos. No lo besaste. Corriste y vomitaste en los zapatos de alguien, justo en el jardín de la casa. No lo hiciste. Y por eso no te lo dije.

Sabía que te molestarías.

Pero es que es Tony. Y pensé que a ti también te gustaba. Pensé que ahora se darían una oportunidad y no quería eso.

Joder, qué egoísta soné. Perdón :(

Sonreí a la pantalla. Sabía que le gustaba Tone. Lo imaginaba desde un principio. Esa era la razón por la que últimamente se mostraba muy rara.

Tecleé y luego le envié un mensaje.

Yo a (Gwen)Dolyn:

JODER LO SABÍA. ¡Por fín y lo contaste! ¡LO SABÍA LO SABÍA LO SABÍA! ¿por qué no lo dijiste antes? Nos hubieramos ahorrado disgustos. Estás perdonada (voy a hacer todo lo posible porque tone te eche el ojo)

Dejé el celular a un lado y luego dirigí mi vista a la pantalla. Mi twitter aparecía en esta y no había nada interesante por leer. Lo cerré y luego busqué mi bolso para terminar mis tareas. ¡Joder! Lo había dejado abajo. ¿Y si todavía estaba el chico de los cafés? Dios mío. Esto no podía ser posible. Respiré entrecortadamente. Luego inhalé y exhalé. Tratando de tranquilizarme. Tenía que ir a buscar mi bolso de una forma u otra. No podía dejarlo allí por más rato y menos sabiendo que cuando venga mamá me hará un escándalo por "arruinar la antigüa silla de su tatara tatara abuelita".

"Bueno, no es tan malo después de todo. Tenía que pedir perdón a ese chico de una forma u otra, y qué mejor que me vea bañada y no sudada, ¿no? Pero... es que era ese chico. El chico de los cafés, y si llegaba a vomitar de nuevo quedaría como una completa idiota y no podría pisar nunca más el Starbucks para poder admirarlo desde lejos... ni siquiera me atrevería a verle la cara cuando mi hermana tenga que hacer sus trabajos de la universidad con él. Tenía que ser fuerte. Y disculparme. Si no lo hacía quedaría peor."  Pensé.

Salí de mi habitación con la cabeza en alto y cuando pasé por el espejo del pasillo me emperofillé un poco. Dios, si él me veía así... bueno, de alguna manera me vio en un estado peor. Completamente borracha.

Me paré en la pared que le seguía a la escalera y a los barandales y escuché a mi hermana despedirse de alguien con una voz gruesa y angelical. Su voz. Me acerqué y vi, sigilosamente, que ella iba al comedor de nuevo y llamaba a Kate a los gritos.
Dirigí mi mirada a la silla antigüa. Mi mochila seguía allí. Bajé las escaleras rápidamente y cuando llegué abajo me aseguré de que Dakota hubiera cerrado bien la puerta. No tenía ganas de tener que darle explicaciones. Tomé mi bolso y antes de que pudiera volverme y largarme de nuevo a mi habitación vi algo negro por el rabillo del ojo. Imaginé que era algún bolso de Kate, o de Dakota. Pero igualmente mi di vuelta, la curiosidad siempre podía conmigo.
No era ningún bolso, ninguna mochila. Nada que fuera de Kate. Ni de Dakota. Era una agenda negra.

La tomé con las manos temblorosas y toqué sus esquinas que estaban bastantes rasgadas. Su tapa estaba llena de anotaciones en blanco o con rayones que no se veían a simple vista, pero que si estabas lo bastante cerca se alcanzaban a contemplar.

Visualicé la imagen del ojiazul saliendo de Starbucks con la misma agenda. ¿Sería de él? ¿Se le había caído?

Abrí la tapa y observé un nombre. Niall Horan.

Starbucks girl  ||n.h||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora