coffee sixteen

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-¿Por qué estás aquí?- preguntó Niall de nuevo, con los ojos bien abiertos.

-Te iba a preguntar lo mismo- dije, atónita.

¿Por qué está en la habitación de Tony? ¿Qué se supone que hace aquí? Además, ¿cómo conoce a Anthony? ¿Acaso me ha estado persiguiendo?

Tantas preguntas rondaban por mi cabeza y no hacían nada más que confundirme.

Escuché unos pasos por el pasillo que me sacaron de mi ensoñación.

-¿Manzanilla, no es as...- comenzó a preguntarme Tone, a medida que entraba por la puerta. Al levantar la vista y ver a Niall, su sonrisa se transformó en una mueca incomprensible-, ¿qué quieres? ¿No era que te ibas?

Los miré confundida. ¿Cómo se conocían?

Anthony parecía enojado, molesto, o por lo menos, era su típica arruga en la naríz lo que lo delataba.

-Solo vine a preguntar si no tenías un cargador para mi celular, pero veo que estas con tu noviecita...- dijo Niall, mirándome con la expresión tan seria que me comenzaba a dar miedo.

Anthony bufó y se acercó a su escritorio blanco, abrió uno de los infinitos cajones y comenzó a desenredar un trillar de cables blancos y negros.

Niall todavía me miraba serio y tajante, lo que me ponía los pelos de puntas. Corrí la mirada hacia mis pies y comencé a mover estos de adelante hacia atrás. Pero todavía sentía el peso de su mirada sobre mí.

Me preguntaba que debía hacer, si le tenía que decir o no que yo no era la novia de Anthony, pero tampoco tenía por qué darle explicaciones, él no era mi novio, y tampoco sabía que hacía en la casa de mi mejor amigo. No entendía por qué tendría que molestarle, en todo caso, yo era una desconocida para él practicamente... sólo habíamos salido una vez y lo había visto junto a mi hermana.

Un ruido sordo sonó en mis oídos y me sacó de mi ensoñación. Me di cuenta de que me había quedado mirando a un punto fijo y ahora se me comenzaba a aclarar la vista. Miré hacia donde estaba mi amigo y lo vi juntar un cargador blanco, así que eso es lo que había sufrido el golpe...

-Aquí está- le dijo Anthony a Niall sin siquiera mirarlo y extendiéndole un cable blanco larguísimo con su adaptador correspondiente.

-Gracias- dijo, y se dió la vuelta, pero luego, como si de algo se olvidase, se volvió y me escrutó con la mirada de pies a cabeza-. Y descuida, que te dejaré andar de novio tranquilo...

Abrí los ojos a más no poder. Y en seguida me apuré a contestarle.

-Nosotros no som...- pero Niall ya no estaba allí.



Starbucks girl  ||n.h||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora