coffee twenty four

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Niall.

Eran las ocho de la noche cuando dejé a Cameron en su casa, me dijo que tendría una fiesta a la cual la había invitado Tony, y que supuestamente se celebraría en nuestra casa. No me había dicho nada el muy pendejo y me llegué a enterar por su propia amiga. Genial.

Sentí que mi teléfono vibraba en el otro asiento, tanteé hasta llegar con él y atendí sin prestar atención al nombre que salía en pantalla.

-Ey bro- escuché a Arthur del otro lado de la línea-, ¿cómo va el plan?

-Ehhh- dudé un instante-, pues, ya sabes...

-Niall, ya sabes bien qué es lo que tienes que hacer y qué no, la enamoras y ¡pium! comienzas a sacarle información.

-¿Sabes? No es tan fácil como parece Arthur...

-Mira niño, tu padre y yo realmente queremos esa información, la necesitamos. La empresa está en decadencia y si cierra, todos nos hundimos.

-Ya lo sé... ya lo sé...

-Entonces haz lo que tienes que hacer y no protestes, y cuanto más antes sea, mejor.

-Bueno, pero con una condición...- miré a las esquinas y me fijé si no iba o venía algún coche.

-¿Otra condición más? ¿No alcanza con las que ya nos diste?

-No. Necesito una valija. Y boletos de avión.

-No quiero enterarme para qué es. Nos vemos luego, Niall, adiós.

-Adiós Arthur- dije por último y escuché como el compañero de mi padre cortaba la línea telefónica.

Al llegar a casa, estacioné mi auto en el garage, papá y Adeline, la madre de Tone, se habían ido de viaje por unos días y nos habían dejado la casa sola. Por consecuencia, como yo era el mayor, papá me ordenó la tarea de vigilar que todo estuviera en orden... no que Anthony se le plazca hacer una fiesta.

Me bajé furioso y entré a la casa. Tone estaba acarriando bebidas y un montón de cerveza a un gran freezer que había en el patio trasero. Lo miré sorprendido y recordé cuando tenía su edad y hacía lo mismo cuando mi padre se iba de viaje. Cuando me vio se quedó petrificado como una estatua con un cajón de cerveza sobre sus brazos.

-Hola Anthony, ¿cómo estás? Pues me he enterado de que harás una fiesta magnífica esta noche, ¿es tu cumpleaños? ¿Por eso es que papá y Adeline te han dejado llenar nuestro freezer de bebidas y no de pollos? ¿Te han dejado sacarlo afuera?- pregunté cínicamente.

Anthony tragó saliva fuertemente.

-Bueno... yo... ¡Agh, cómo si nunca hiciste una fiesta cuando no estaba tu padre!

-¡Pero al menos me hubieras avisado!

-¡No tengo por qué! No es tu propia casa... ¿sabes?

-Bueno, te puedes ir a la mierda tú y tu "graaaaan" fiesta- dije irónicamente y subí las escaleras directo a mi cuarto.

Me encerré ahí y decidí mandarle un whatsapp a Cameron.

Yo a Camarón:

Hey bb, ¿a qué hora llegas?

¿Cam? Ni siquiera el visto me clavas.

Bueno, supongo que te estas vistiendo, ya sé, cosas de chicas... te quiero cielo.


Cerré la conversación y decidí llamar a Louis.

-¿Hola Louis?

-Hey Niall, ¿todo bien?

-Sí bro, escucha... estoy pegándome la aburrida del año, ¿quieres venir a jugar a la xbox? Mi hermanastro ha organizado una fiesta también.

-Ok, en diez estoy- me dijo y cortó la línea.

Esta noche iba a ser completamente un fiasco.



(...)

La música retumbaba en las paredes de mi habitación como nunca lo habían hecho jamás. Escuché a Louis implorar por como séptima vez que vayamos a tomar un poco de alcohol.

Bufé y tiré el mando del xbox arriba de mi cama.

-Vamos- dije-. Y no hagas que me arrepienta de mi opinión- le amenacé.

Louis tiró su mando del xbox donde yo lo había hecho y no pudo discimular su cara de felicidad mientras abría la puerta y corría hacia la sala.

Lo seguí. El pasillo estaba lleno de gente esperando o buscando dónde estaba el baño, varios tirados en contra de la pared bastantes borrachos y algunas parejas besándose apasionadamente. Si seguían así necesitarían una cama con urgencia.

Comprobé que mi habitación estuviera bien cerrada y bajé las escaleras esquivando a la gente que subía o que estaba allí bailando y gritando.
Cuando estuve por fin abajo, miré el reloj colgado en la pared del comedor y ví que eran las dos de la mañana. Sonaba un reggaetón del momento y la mayoría de los que estaban allí bailaban bien pegados y con un vaso rojo en la mano. Quién sabe qué bebida tenía este dentro.

Miré por todos lados en busca de Anthony. No podía ser que la casa ya estuviera hecha un desastre, además necesitaba con urgencia tomarme una cerveza para relajarme y no encontraba el freezer por ningún lado. De un momento a otro, me dí cuenta de que perdí a Louis de mi lado y se había ido a conquistar a una chica morena con su cabeza llena de rizos. Genial, ahora estaba solo dentro de una casa llena de idiotas alcoholizados.

Fui hacia la sala y con lo que me encontré no fue una sorpresa muy grata. Había varios grupos de personas hablando y bailando bien pegadas y también estaba Tone con una chica junto a una pareja que no alcanzaba a ver más apartados del resto. Lo peor fue darme cuenta de quienes eran los que estaban a su lado. Fue como si me pegaran con un puño en el estómago, se me hizo un nudo en la garganta y quise pegar al primero que se me cruzara. No podía ser posible. Esa no podía ser Cameron junto a un chico y menos que menos bailando así de pegados, casi junto a la pared. No. Tampoco podía estar sintiendo esto que me corría por las venas. No podían ser celos, no, no y no.
Sin embargo, perdí el control y sin pensar me dirigí hacia allí con paso firme y resuelto. No iba a permitir que otro que no sea yo se le acerque así a Cam. No iba a permitir que otro que no sea yo la agarre por la cintura, simplemente no podía. Al estar justo allí me paré derecho y tomé una de las manos del chico que estaban en la cintura de Cameron y lo separé de ella.

-No te acerques a Cameron- dije, y la voz me salió profunda y ronca, los ojos me escocían y no sabía por qué razón estaba actuando de esa forma.

-¿Que no me acerque? Que yo sepa no tiene dueño.

Cameron, que estaba por las nubes ya que tenía una borrachera de los dioses, abrió los ojos gigantes y me miró asustada.

-Yayyyyyya- quiso pararme y puso una de sus manos en mi brazo para detenerme. Sus ojos estaban rojos y sus pupilas dilatadas.

-Cameron, estás borracha, y éste mocoso se quiere aprovechar de tí. No permitiré que nadie se acerque a tí.

-¿Q...qué?- preguntó confundida y agarrándose la cabeza.

-Ella es libre de elegir lo que ella quier...- empezó a decir el ruloso que estaba junto a ella y yo apreté mi mano en un puño haciéndoselo ver.

-Fuera, no te quiero ver junto a ella.

-¿Qué acaso eres su padre?- preguntó riéndose y me dieron aún más ganas de golpearlo.

-No. Soy su novio.

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2015 ⏰

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