coffee eleven

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-Joder Cam, ¿estás loca?

Hiperventilé por décima vez y traté de que el teléfono no se me caiga de las manos. No, no estaba loca. Sólo me gustaba un chico al que no conocía y que me había traído a casa.

-No Dolyn, te aseguro que no lo estoy, además es compañero de mi hermana, ¿qué puede tener de malo?

-¡QUE PUEDE SER UN VIOLADOR SERIAL Y TÚ TE METES EN SU AUTO!- gritó desde el otro lado de la línea.

-¡Que no es un violador! ¡Carajo que eres exagerada Gwendolyn!

-¡No me digas Gwendolyn!

-¡ES TU NOMBRE!-  le grité al teléfono y luego respiré hondo, escuchaba como Gwen rezongaba desde el otro lado también-, ¿sabes? te llamé para compartir mi felicidad, y la estás arruinando.

-Nunca pensé que te gustaría el chico de Starbucks, cómo se llamaba, Nail, Nil, ¿Nilo? No, Lilo. Sí, Lilo.

-¡Niall! ¡Su nombre es Niall!

-Bueno, lo que sea... estaba parecido.

Contuve la risa y luego le contesté:

-Bueno, me pasó su número.

Escuché como escupía del otro lado. O suponía que eso estaba haciendo.

-¿Y lo devolviste?

-Lo tengo aquí.

-¡CAMERON!

-¿Qué? Suena interesante. Además me gusta.

-¡ERES TRES AÑOS MENOR!

-Joder Gwen, no me vas a venir a decir que no me puedo liar con tíos tres años mayor que yo, cuando tú te has liado con unos 4 tíos que tenían veintiséis.

-Veinticuatro-  me corrigió.

-Lo que sea. Lo llamaré.

-¡NO! Mira, si quieres que yo acepte esta relación...

-¿Acaso eres mi madre para aceptar que me gusta Niall?

-¡Cállate!- gritó y tenía tan cerca el celular que cuando lo hizo, dí un respingo del susto- Mira, no me importa lo que digas. ¿Te gusta? Bien. Pero me debes unos tres cafés y unas seis donas por hacer que lo conozcas, ¿sabes? Oh, mamá acaba de llegar, hablamos mañana, nos vemos- dijo y no me dejó decir una palabra más que colgó la línea.

Miré el celular con enojo y luego me tiré en la cama.

Niall me había traído a casa y me había pasado su celular. Miré el pedazo de papel que tenía en la mano derecha y observé su caligrafía, que era demasiado chueca, pero entendible. Me debatí unos minutos entre teclear su número o esperar y no hacer nada más que ir de nuevo al Starbucks mañana.

"Bueno, me llamará", pensé. Y luego de unos momentos relacioné que él no tenía mi número. Tenía que enviarle un mensaje yo sí o sí. O morir sola y virgen. Okay, no tanto.

Miré el celular por segunda vez y ví un whatsapp de Gwen en mi barra de notificaciones. Lo abrí.

(Gwen)Dolyn:

Okay, está bien, ya. Cambio de opinión. Creo que puede ser bueno, además tu hermana lo conoce.

Perdona si te he tratado mal.

Estaba celosa porque te estás por comer a un bombón escocés y yo aquí sin nada más que mi helado y mi almohada.

Yo a (Gwen)Dolyn:

Starbucks girl  ||n.h||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora