Eso fue sin duda alguna uno de los momentos más dolorosos de mi vida, nisiquiera me había dolido tanto cuando recogí aquel pajarito bebé a los 7 años y murió al siguiente día, si, sin duda esto fue más doloroso.
Y poco si fuera poco, como si la vida o el destino quisiera jugar conmigo recibí un mensaje de la persona que menos esperaba y por supuesto, quería saber.
Número desconocido
—Hola soy Elisa, quiero hablar contigo acerca de algo que no me gustó. Llamaste de todos los insultos posibles a Christian y Ethan y eso no me gustó para nada. Yo no tengo culpa de nada así que si quieres decirme algo te buscaré mañana a la salida del colegio para que hablemos tú y yo seriamente.
—Oh, por supuesto. Christian tenía que irse de niña a contarte todo lo que hablamos, ¿Típico de él, no? Y esta bien querida. Mañana hablaremos con gusto.
Espere un rato una respuesta que claramente no iba a llegar así que decidí tomar una ciesta un rato.
(...)
Al día siguiente recuerdo que le conste todo a Teresa y Dianne y obviamente querían acompañarme pero eso era algo que debía hacer sola pues era algo que solamente nos incumbia a nosotras dos por lo que no ví necesario terceras personas allí.
Recuerdo que el timbre sonó, indicando que era el receso. Cómo de constumbre salí fuera del salón apoyándome en la baranda que allí estaba para mirar hacia abajo. Estaba sola, sumergida en mis pensamientos cuando la ví.
Vi a Elizabeth y de alguna extraña razón vino a mi mente Christian y ella besándose, sentí como poco a poco mi estómago se revolvió causando una sensación extraña en mi.
Pensé que ese era el momento de enfrentarla ya que ambas estábamos solas, juro que ví todo el camara lenta desde el momento que me voltee dando mi frente hacia ella hasta que ella paso por mi lado. Ni en un solo segundo aparte mi mirada de ella pensando que sería el momento adecuado para hablar, pero ¿Adivinen quién me ignoró por completo? Sí, ella.
Y no entendí porque. A pesar de que era más delgada que yo y más baja que yo las personas decían que era una persona peleadora y que no le importaba decir nada a nadie, pero me detuve a pensar...
¿Por qué no hablo conmigo? Ni ninguna de las dos estábamos haciendo nada y estábamos completamente solas.
Sencillamente me pasó por un lado como sino me fuera visto y eso me desconcertó.
—¡JA! ¿Sabes porque eso, querida Alana?—chilló Dianne rápidamente, negué—Porque estaba sola, no estaba acompañada—la miré confundida—Cuando está acompañada se siente más poderosa, se agranda más de lo habitual para que sus acompañantes piensen lo mejor de ella y lo peor de ti—entendi
¿Sería eso cierto? ¿Sería verdad que ella era valiente estando acompañada? No lo sé. ¿Pero sola era totalmente cobarde? Tampoco lo sé. ¿Los Doritos me encantan? Sí. ¿Tenía miedo de hablar con ella? ¡No!. Por lo que quería salir de eso para ver qué tenía realmente que decirme.
Recuerdo haber salido de mi última clase, pero tenía un fuerte dolor de cabeza que me mantenía de mal humor. La espere un rato mientras ella veía su clase de deporte, admito que trate de ser paciente y no quería irme de ahí pues no quería que pensara que le tenía miedo. Pero sinceramente mi dolor de cabeza pudo más por lo que decidí irme, no sin antes decirle a Dianne que le explicara el motivo de mi repentina ida.
Poco rato después que llego a mi casa, recibo un mensaje. Supuse que era de ella.
—¿Porqué no me esperaste? Te dije que me esperarás para hablar contigo.
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Amor Imposible
RomansaAlana Evans. Christian Beth. Sinónimos de diferencia. Dos almas tan distintas que sabrán cómo acoplarse el uno con el otro. Tendrán que pasar por muchos obstáculos para poder estar juntos. Y... si es que realmente quieren estar juntos. ¿Serán capa...