-Mírame, Barnes-. La desesperación se adueñó de mi voz y mi cuerpo. Temblando coloqué mis manos en su cara para obligarlo a mirarme. Parecía no enfocarme, es como si mirara sobre mi.
Para él yo no me encontraba allí. Seguía en su pesadilla y debía...
No debía levantar sospecha alguna. Según había leído en las indicaciones de la misión, nadie podía saber de esta misión. Fue iniciada por el Capitán América, sin embargo, no era él quien le había mandando la orden a Coulson. Y era indispensable que esta famosa figura no supiera nada. No tuve información del porqué de esto, pero tampoco estaba autorizada a cuestionar los mandatos de mi misión.
Acomodé mis falsas gafas de ver y el gorrito que tenia sobre mi cabeza. Debía admitir que me veía bastante bien con lentes, aunque tuviera el privilegio de tener buena vista.
Con la valija en mano comencé a caminar hacia la entrada del aeropuerto. Como todos los días este lugar estaba minado de gente y no hubiera pensado en mejor lugar para interceptarlo que este. Al haber varias personas se le complicaba la huida y estaba segura que no se arriesgaría a lastimar a ningún civil, no en ese momento que ya no tenia a HYDRA metido siempre en su cabeza. Estaba a unas cuantas personas lejos de él. Todavía no se había dado cuenta que alguien lo estaba siguiendo.
Estuve unas cuantas horas tratando de ubicar donde se estaba quedando y finalmente lo pude encontrar. Aunque estuviese un poco oxidada, mi hacker interior seguía como nueva. Así era como había entrado a SHIELD, por mi buena capacidad de informática y luego sucedieron un par de cosas que dejaron ese talento en segundo plano.
Curiosamente estaba en Brooklyn, parecía que había recuperado algún recuerdo o era una gran coincidencia que allá vuelto a su lugar de origen. Renté por un día el apartamento de abajo, hubiese sido genial el de al lado pero ya estaba ocupado. Pude vigilarlo de maravilla, ya que había elegido un departamento antiguo y de bajo costo, por lo que la infraestructura no era la mejor y se podía escuchar todo en ese edificio. Sus pasos me indicaban si estaba por salir o si estaba moviéndose por su lugar.
Ese día lo seguí hasta aquí, a penas vi que salió con una pequeña mochila sobre sus hombros, agarré mi bolso y frené al primer taxi que apareció para poder seguirlo. Era mejor que lo siguiera un transporte público y no un auto común, eso podría haber levantado mas sospecha. Lo bueno es que no parecía que lo seguía, él fue inteligente y el departamento que rentaba estaba cerca del aeropuerto, por lo que ahora parecía una simple ciudadana en un taxi yendo a tomar un vuelo.
Por lo que podía ver, mientras iba detrás de él, es que llevaba una chaqueta verde oscuro, unos pantalones negros y unas botas del mismo color. La mochila con lo que lo vi salir estaba colgando sobre su hombro y una gorra adornaba su cabeza, dejando afuera su cabello color azabache. No quería saber de donde había conseguido plata para comprar esa ropa o incluso de donde la saco.
Se lo notaba alerta, listo para atacar a cualquiera que se le acerque, por lo que debía ser cuidadosa. Miraba de forma disimulada hacia los costados y hacia atrás para verificar que nadie lo estuviera siguiendo. Pero como siempre dije, era muy buena en mi trabajo por lo que no me descubrió.
Estuvimos caminando por unos minutos por el aeropuerto y me acerqué lo suficiente para poder hablarle. Antes de hacerlo corrobore de no tener tanta gente cerca para que no pudiesen escuchar, si bien estábamos rodeados de gente, ellos estaban muy ocupados en el caos de sus vidas.
— ¿James Buchanan Barnes?— Se frenó y noté como su cuerpo se tensó ante mi pregunta. Tampoco pasó desapercibido qué estaba a punto de correr hacia donde sea, por lo que me apuré a hablar. — Agente Johnson de SHIELD o bueno... Ex-agente de SHIELD.—Hice una mueca aunque él no pudiera verme, porque bueno básicamente esta organización dejó de existir.
Se dio vuelta despacio. Ahí fue cuando realmente lo vi. Unos ojos azules tan fríos como el invierno y a la vez tan perdidos. Por un momento sentí como mi cuerpo se paralizó, mejor dicho, como se congeló ante esa mirada de hielo. Juré que en mi vida había visto un color tan hermoso como era ese azul. Desde que había ingresado en SHIELD nadie, pero absolutamente nadie, me intimidó de esa forma. Nadie intimidaba a Daisy Johnson. Pero ese hombre fue la excepción.
Me miraba con cautela y desconfiado, cosa que no podía culparlo porque lo estaban buscando por todas partes y ojalá solo fuese para matarlo.
—¿Qué quieres?— La pregunta logró sacarme de pequeña burbuja. Su voz sonó ronca y dudosa, como si realmente se debatiera entre salir corriendo o averiguar que era lo que quería.
—Soy tu nueva niñera. — Levanté mis brazos y me señalé a mi misma con una sonrisa de superioridad.
Me quise reír por la cara que puso porque realmente no entendía nada, pero tampoco había tempo para explicar. Seguramente agentes de HYDRA ya estaban viniendo para aquí.
—No tenemos tiempo para explicaciones.— Le mostré los billetes de avión en mi mano.— Tenemos un vuelo que tomar.
Pasé por delante de él y comencé a caminar hacia el embarque, luego frené porque noté que no me estaba siguiendo.
— ¿Por qué debería confiar en ti?— Tenia un buen punto, pero realmente no había tiempo para charlas. De todas formas podía entenderlo, cuando medio mundo te estaba buscando para hacerte solo Dios sabe qué, yo tampoco confiaría en cualquiera que se me acercara de esa forma.
—Porque en este momento soy tu única opción.— Admití.— Tú eliges si te vas a tu suerte o te vienes conmigo y nos largamos de aquí. Yo puedo protegerte de HYDRA, pero necesito que tú me sigas.
Vi como esos ojos mostraban que lo estaba considerando. Teníamos que ser sinceros, este hombre no tenia ninguna otra opción. Tarde o temprano lo iban a encontrar.
Sus manos se hicieron puños y recién en ese momento pude notar que sus manos estaban cubiertos por guantes negros, dejando escondido cierta parte de metal. Rogué que me aceptara porque realmente no quería noquearlo en el medio del aeropuerto, sacarlo a raras y encima buscar otro medio de transporte hacia otro país.
— Iré contigo, pero si intentas algo raro te mataré. — No hubo duda en su voz por lo que supe que lo decía serio, su cara tampoco transmitía algún indicio de que estuviera mintiendo.
No le podía decir que ni aunque lo intentara podría contra mi, asique decidí no decir lo que pensaba, porque estaba segura de que sino se iría de allí.
—Hecho.
Se acercó un poco hacia mi. Le tendí mi mano que el morocho observó con una ceja alzada.
—Daisy Johnson. — Le iba a mentir sobre mi nombre, porque eso era lo que hacia en cada misión. Pero esta no requería la mentira, necesitaba que él confiara en mi.
Tardó unos segundos pero finalmente la estrechó y la apretó un poco. Un poco mucho. Me abstuve de soltar un pequeño gritito de dolor y solo imité su movimiento de ceja anterior.
Sabía que era igual de fuerte que el Capitán, por el suero del super soldado, pero de todas formas nunca tuve la oportunidad de pelear con él porque no sabia con exactitud su fuerza. Lo que hizo solo fue una pequeña advertencia, pero lo que él no sabia que es que yo era mucho peor.
—James Barnes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Primer capítulo!
Wattpad no me deja poner el guión largo, me lo cambia por el corto:( Cuando encuentre una solución lo voy a cambiar.
