Mírame || Bucky Barnes x Daisy Johnson

Capítulo 15

Y bueno...todo se fue al carajo.

Las últimas misiones habían sido todo un éxito. Habíamos conseguido más información sobre otros escondites de HYDRA y sobretodo de la localización del centro de Loki, que era algo que SHIELD y los Vengadores estaban buscando con desesperación. Stark estaba agradecido y entusiasmado con nuestro trabajo, tan contento estaba que parecía haber olvidado su inquietud de saber de mi compañero anónimo. Todo iba bien hasta que decidimos  ir a destruir un importante edificio de HYDRA.

7 horas antes.

Teníamos planeado atacar una de sus más grandes bases, estaba oculta y sino hubiese sido por nuestros logros, nunca hubiésemos sabido de ella. Se encontraba en otra ciudad aquí en Rusia, fue Bobby quien se ofreció a alquilarnos un helicóptero para poder transportarnos. James dijo que sabía pilotearlo a la perfección por lo que no era necesario que nadie más se involucre.

Él se encontraba afilando sus cuchillos fuera de la cabaña, sentado en el frente viendo como la nueve caía. No era muy seguro manejar ni pilotar en estas condiciones, pero esta era nuestra mejor oportunidad porque no se esperarían una emboscada. Ambos ya estábamos vestidos, listos para partir, lo único que faltaba era guardar nuestro armamento. Mi uniforme seguía siendo el mismo, con mi traje, mis botas y obviamente el infaltable gorrito suyo, que se había hecho costumbre usarlo a cada lugar que fuéramos.

Guardé un arma en mi cinturilla con sus debidos cartuchos y coloqué un cuchillo dentro de mi bota, la aferré bien para que no saliera volando con alguna patada. Chequee que nada me faltara y salí a nuestro congelado patio del frente, bueno aunque básicamente te teníamos todo un bosque de patio tanto delantero como trasero.

—Ya estoy lista, ¿Te falta mucho? —Bucky levantó la vista y le dio una última afilada al cuchillo y, como yo, se lo guardo en su cinturilla.

—No, no. Eso era lo último, ¿Dónde te dijeron que iba a estar el helicóptero? —Preguntó parándose de la silla. Tenerlo parado frente a mi era algo chistoso porque él me sacaba varios centímetros, y me dejaba como una miniatura a su lado. Sus orbes azules se posaron nuevamente en mi y su mano acarició mi mejilla—. Antes de salir, solo quiero decirte que...—hizo una pausa— que tengas cuidado, si notas que algo va mal quiero que salgas de ahí sin importar nada, ¿Entiendes?— Me miró esperando mi afirmación.

Asentí, me puse de puntas para besarlo y hacerlo callar. Era obvio que no estaba de acuerdo con el gesto que hice, si algo malo sucedía por nada en el mundo lo iba a dejar allí. No iba a dejarlo en manos de HYDRA para que lo vuelvan a torturar y lo reseteen al arma humana que era antes. Si tenia que dar mi vida por él, lo iba a ser sin siquiera dudarlo.

A pesar del poco tiempo, Jamie se convirtió en parte de mi familia sin querer. El amor que sentía por él se iba intensificando día a día con mi cariño y adoración. Me hacía sentir como nunca antes lo había hecho y yo estaba dispuesta a sacrificarlo todo con tal de nunca perder esta sensación, con tal de tener a esos brillantes diamantes mirándome con tanta pasión que me hacia temblar.