40. Noche de Amigas

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Último Capítulo:

Claudia:

"Harriet Sheppard, 18 años.. de Nueva Jersy".—Anuncian por los parlantes. La música se reproduce, en esta ocasión con Everytime We Touch de fondo.

La canción inicia lento al igual que sus mismos movimientos, el baile y la coreografía, Harriet ilumina la pista de patinaje con cada paso que realiza y su sonrisa dice lo mucho que lo está disfrutando.

Se deja llevar con una pierna después de tomar el impulso, mientras la otra la mantiene elevada y los brazos separados. Baja la pierna y patina en círculos para luego retroceder y prepararse en su primer salto.

—¡Y se viene el primer salto, Un Lutz!

Harriet separa las piernas e inclina el cuerpo hacia adelante, mientras la pierna derecha la eleva hacia arriba, toma el impulso y la baja, cuando sus patines vuelven a tocar el hielo, ella da el giro en el aire, cayendo de pie, el asombro de los espectadores abarrota el lugar mientras ella recibe cada uno deslizándose por la pista con ambas manos separadas.

—¡Aterrizaje perfecto!

La rutina continua y mis ojos, al igual que los de Zed no se apartan de ella, Vanessa a mi lado sigue los movimientos de su hija y noto su nerviosismo cuando el momento del Triple Lutz llega.

Mi mano va hacia la suya, ella se gira a mirarme, pero yo no a ella. Siento la presión de su mirada y luego sus dedos cerrándose sobre los míos.

Sonrio despacio y ambas vemos como Harriet hace historia realizando el triple Lutz. Vanessa aparta la mano de la mía y se lleva la mano a los labios, veo la sorpresa en sus ojos y eso me hace sentir bien.

Los asistentes se llenan de asombro, mucho más que la primera vez y varios de ellos aplauden, veo a los jueces escribir sobre las hojas y escucho a los presentadores halagar a mi sobrina.

Harriet Sheppard cierra con un giro biellmann llevándose más aplausos.







(***)







Zed le entrega el ramo de rosas a Harriet y ella lo recibe feliz, olfatea esas rosas y sonríe, dándonos un abrazo a ambos.

Observo su traje, lleva el que le confeccione y de alguna manera eso me hace sentir bien. Más allá de las cosas que sucedieron.

Harriet intenta mirar por mi hombro, en busca de su madre.—¿Mamá no..?

Antes de responder, escuchamos los puntajes dados en las pantallas del camerino y mi hermana ingresa, yendo directo a abrazar a su hija.

—¡Iras a las regionales!

Me gusta ver a Harriet sonreír mientras Vanessa le brinda justo lo que ella quería, dentro del camerino algunas patinadoras están furiosas y otras alegres por haber pasado, Harriet se aparta de su madre y pone los ojos sobre mí.

—¿Iras a verme, cierto?

Trago saliva y le doy una mirada a Zed, a mi hermana quien se mantiene callada y luego pongo los ojos en el traje de patinadora de Harriet.

Regreso la mirada a su rostro.—¿Quién te confeccionara tu siguiente traje si no soy yo?

La sonrisa crece, ensanchándose. Harriet se lanza a mis brazos y yo paso la mirada otra vez hacia Zed y mi hermana.

No quiero llevar rencor en mi corazón, por ahora es lo único que necesito.













Roxanne:

Los sesenta es solo un númeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora