◈♢Sakura contra la ira de los dioses♢◈

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¿Quién es el comienzo y el final?

—Esta muy triste..

—Aun no comprendo cómo le interesa tanto los humanos.. –la rubia de grandes pechos expreso de brazos cruzados. Ambos veían a la deidad de cabello rosa acariciar las cabezas de su mascota sentada en el patio trasero–

—Es algo extraño.. –Ares y Afrodita voltearon a ver al dios que acababa de llegar. Hermes, tan elegante como siempre, cargaba un vaso con agua– ..así como ese poeta humano cuenta en sus obras, como se da el principio de todas las cosas, como surge Gea de su propio ser, sin mediación de nadie..

—A que quieres llegar con eso?? –pregunto el dios de la guerra. Hermes sonrió de lado y lo volteó a ver–

—No es muy obvio.. –Ares frunció el entrecejo, aveces detestaba con toda su alma a Hermes– ..es igual que aquella vez en que Gea regresó por sus primeros hijos al Tártaros, ella ama a cada ser vivo que pisa sus suelos, es una diosa muy maternal. Supongo que ver la corta existencia de los humanos la pone triste..

Hermes no dijo más, camino hacia la pelirrosa y se inclino aún lado de ella, intercambiaron algunas palabras y luego le tendió el vaso con agua. Ver pasar el tiempo era difícil, observar desde los cielos a sus hijos crecer y luego morir era difícil, su pobre corazón no lo soportaba, era simplemente insoportable ver la corta existencia de sus hijos más débiles.

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Quería ir y verla, quería estar con ella, acompañarla en su dolor. Pero no podía hacer nada, era tan cobarde que no podía estar junto a su amiga, o lo que quedaba de ella. Se fue en silencio, oculta de todos esos dioses de Grecia, hacia su palacio, aquel templo en lo alto de los cielos, cercas del espacio pero no lejos del planeta.

Cuando llegó sintió la presencia de alguien, alguien a quien le temía. Zeus estaba presente en su palacio, admirando las estrellas del firmamento. Amaterasu, alias Lucy, camino hacia el centro de su hogar...

—Hola!! –saludó tan sonriente como siempre. Lucy lo miro, trataba de ocultar su miedo–

—Viejo!! –saludo, levantó su lanza dorada y la hizo caer, chispas salieron por la fricción. Las estrellas, que antes estaban iluminando, ahora brillaban con mis intensidad– ¿Que es lo que te trae a mi hogar?

—Es muy solitario para ser un hogar, donde están los demás??.. –caminó dando pequeños saltitos hacia ella–

—Soy la única que vive aquí, ¿Ha que has venido?

—Humm?.. –entrelazo sus manos en su espalda– ..he sentido tu presencia en mi territorio querida, saber las normas establecidas, verdad??

—Si, las has dicho cientos de veces. ¿Y? ¿Que si quiero verla?

—No hay ningún problema.. solo vela pero no interactues con ella..

—Hai..

—Bien, me voy.. yhoi!! He estado mucho tiempo afuera, quiero ver qué tanto a crecido..

En todo momento, a cada segundo, todo ese tiempo en que dejó hablar al jefe de los dioses de Grecia sus dientes rechinaba de lo molesta que están. Tan solo, solo quería asesinar a su maldita opulencia, quemarlo hasta que ninguna molécula quedará de su ser. Pero tenía que tranquilizarse, no podía perder los estribos...

—¿Que es lo que tengo que hacer? –preguntó a la nada, como si ella supiera como manejarlo–

—Te lo diré si me ayudas..

—¡¿Qu-Que?! ¡¿Quién diablos está ahí?!

De la nada apareció, el comienzo y el final. Caos, el estado primitivo de existencia del que surgieron los primeros dioses. Una masa informe original, a partir de la cual se crearon el orden y universo. Pero, delante de sus castaños ojos se encontraba un sujeto azabache de ya entrada edad, vestimenta completamente negra y con una capa con forro dimensional. Lucy retrocedió temerosa, ese sujeto desprendía una sensación horrible...

—Quiero a Gea.. –aquella afirmación hizo que su presencia se incrementará, la cerámica del suelo se había derretido por el excesivo calor que desprendía la rubia–

—¡No la tendrás! ¡Jamás!

Estaba lista para arremeter contra el, pero, ha centímetros de atravesarlo con su lanza el ya la había desintegrado con un simple toque. Sus ojos se abrieron por la impresión, tomo distancia, ese sujeto era extremadamente fuerte...

—Solo quiero hablar con ella.. –Lucy se calmó, pero no bajo la guardia. El tipo azabache se sentó en el suelo– ..ha pasado un tiempo desde que no la veo, solo quiero hablar unas cuantas cosas con ella y mis hijos.. no tengo tiempo diosa del sol naciente, en unos cuanto años se realizará la conferencia para la supervivencia de la humanidad, verdad??

—¿Que hay con eso? Khaos-sama? –preguntó temerosa–

—Habla con las valquirias, habla sobre un acuerdo para permitir que los humanos vivan..

—No, si Zeus se entera, estaré muerta..

—¿La quieres ver? –ella asintió–

—Así es..

—Fueron echas para estar juntas, pelea por aquello que más ama..

—¡No puedo! ¡Esos malditos me la arrebataron! –dijo furiosa, odiaba admitirlo pero detestaba a los humanos, incluso a los de su gremio– ¡No pelearé por ellos!

—Ten en cuenta mis palabras diosa de nipón, la perderás en su primera conferencia.. ella abogara por los humanos pero todos se negaran, ella puede ver el futuro..

Y como una lluvia de partículas brillantes se fue desintegrando hasta que no quedó nada de el. Lucy observó las estrellas, hace tiempo las había creado para su hermano, pero también las había creado para ella, un regalo para los dioses que amaba...

—Lo intentaré...

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Sakura dejó caer el tazón de fruta que traía en las manos. Zeus se encontraba ahí, listo para asesinar a Aré enfrente de sus ojos...

—¡YA PARA!

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El dios de la creación y la destrucción de India volteó hacia el norte. Sus tres esposas, quienes estaban acostadas junto a el, lo miraron con curiosidad...

—¿Que sucede?

—Algo cambio...

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Tres pasos y aquella pequeña deidad quedó estática en medio de la calzada de los muertos, se hincó y tocó el suelo. Así sintió las fluctuaciones de la tierra, levantó la vista y sonrió de lado a lado...

—Ahora me lamento no haber ido al Valhalla, espero que nos visite la pequeña..

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—Siempre provocando algo, por qué todo sucede en Grecia?? –se quejo Loki flotando al lado de su tío–

Ni Odín y Thor se habían sorprendido, aunque si estaban intrigados sobre la precion que había desprendido Gea, era muy extraño sentirla lejos.

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Espero que les haya gustado.