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Terrible día de piscina

Uno enfrente del otro en el gran comedor de su palacio en el Olimpo. Sakura tenía la vista hacia otro lado con un pequeño puchero en sus labios. Poseidón suspiro por décima vez, cerro sus ojos por unos segundos y después los abrió...

-¿Que es lo que quieres, escoria? -Sakura se sonrojo y juntó sus manos, además de tener una enrome sonrisa-

-Las cosas ya pasaron hace semanas, ¿Podríamos ir al mar?.. -Poseidón achicó los ojos. Sakura sonrió aún más, además de abre expandido su aura hasta colisionar contra la del rubio, una habilidad única que servía de tranquilizador- ..por favor.. -pestañeo e hizo ojitos tiernos-

-No..

-Por favor... -se acercó un poco hacia el rubio y sus ojitos brillaron aún mas-

-No

-Por favor.. -si aún era posible sus ojitos brillaron mucho más-

-No..

-¡Por favor! -una constelación de millones de estrellitas resplandecierón en los verdes ojos de la pelirrosa-

-Haaa~ -bufo molesto y aparto a la pelirrosa con una mano- ..vale..

-Yei!!!

-No grites escoria..

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-Este lugar es muy frío.. -dijo temblando por el cambio tan abrupto de temperatura. El rubio negó con fastidio-

Ambos se encontraban en uno de los templos de Poseidón, un templo ubicado en la ciudad sumergida de la Atlántida. El área estaba cubierta por un domo de aire que evitaba que el agua entrara, había árboles de todo tipo, ruinas que aunque estuvieran destruidas eran realmente hermosas, pasto verde, flores y muchos colores. Sakura estaba maravillada con todo el lugar, observaba a los animales marinos nadar fuera del domo de agua con fascinación y admiraba el sol artificial. La chica se había distraído por estar mirando todo el lugar así que corrió para así caminar junto a Poseidón, el cual se dirigía al palacio principal...

-Poo-san!! ¡¿Podemos nadar?!.. -suplico juntando sus manos enfrente de su rostro-

-No, querías ir al mar y aquí estamos.. -Sakura hizo un pequeño puchero, eso no era lo que esperaba-

-¡¡¡Por favor Poo-san!!!

-Dentro del palacio hay una piscina, ahí puedes nadar..

-Yeiii!!!

Poseidón suspiro negando lentamente con la cabeza, miró la espalda de la pelirrosa pues está había salido corriendo hacia el interior del palacio. ¿Que se le podía hacer?. Solo era una pequeña he indefensa motita rosa.

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Dentro del palacio hacia más frío, parecía que el frío de las paredes y el piso fuese el interior de un refrigerador. Bueno, sin que eso le importará mucho continuo inspeccionando el palacio para poder encontrar la dichosa piscina. Aunque a mitad de un pasillo, y dando vista hacia la pared, se encontraba una enorme ventana que hacía de pared. Era cristalina y dejaba ver el profundo mar a todo su esplendor...

-Que hermoso.. -dijo maravillada por los corales de todos colores y los peces que nadaban a su alrededor-

Estaba tan concentrada viendo la diversidad de fauna que no noto que alguien la estaba viendo. El portador de unos azules ojos sonrió, aunque fue pequeña y no duró mucho. Poseidón camino hacia ella y la empujó para que siguiera caminando.

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-¿Por qué tienes que usar ese flotador? -preguntó con gracia al ver al dios del mar con un flotador con forma de tiburón- ..¿No se supone que eres el dios del mar?..

-Nunca estaré por debajo de nadie, incluso del agua..

-¿Me puedes dar un flotador a mí también?.. :3

...

Sakura saltó dentro de la piscina con un flotador de en forma de flamenco, estaba tan feliz, realmente feliz. No obstante al salir del agua solo se encontró con la obscuridad absoluta, el agua ya no era cristalina si no más bien roja y espesa como la sangre. Al principio pensó que era alguna clase de broma de Poseidón, pero luego recordó que el era más frío que un cubo de hielo en pleno invierno. Nadó y nado pero no encontraba nada, estaba sola en un enorme mar de sangre. Luego de estar un tiempo indefinido en aquel extraño lugar fueron apareciendo uno en uno barios cadáveres en la superficie del mar. A ninguno de le podía mirar el rostro, vestían ropa muy diferente y extrañamente se le hacían familiares, aunque no sabía sus características...

-¿Poseidón?.. -dijó ya desesperada- ..¡¡¡Poseidón, tengo miedo!!! ¡¿Dónde estás?!

Una extraña sensación familiar hizo que volteara hacia atrás.

Dos chicos. Una pelinegro con ojos color onix corría hacia un chico rubio y de ojos azules. Ambos alzando los brazos, listos para acertar sus respectivas técnicas hacia el contrario...

-¡¡¡Oigan!!! ¡Detenganse! ¡Se van a matar!

Pero ninguno de los dos escuchó nada de lo que grito...

-Poseidón, ¡¡¡Sácame de aquí!!!...

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Está vez tardó dos semanas en despertar, y cuando lo hizo su nariz sangraba y lloraba con fuerza. Fueron cientos, sino que miles, de veces en las que vio aquella escena repetirse una y otra y otra vez. Y aunque ella pensara otra cosa, lo que presenció fue la manera en que murió.

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Espero que les haya gustado, dios, cada vez se hacen más pequeños los capítulos. Perdonen, estoy trabajando y llegó muy cansada del trabajo.

◈♢Sakura contra la ira de los dioses♢◈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora