La energía que alienta a las personas
Mordió su labio inferior, iba hacer una tontería monumental por aquella deidad...
—Podemos ir con los humanos.. –los ojos de Sakura brillaron– ..pero iremos disfrazados para que no nos reconozcan..
Sakura torció la cabeza, Ares apunto a su llamativo color de cabello, ella tomo uno de sus mechones...
—¿Por qué?
—No muchos humanos tienen ese pigmento en su cabello, así que.. es muy raro verlo, además de que en la antigüedad Gea era representada con el mismo tono de cabello.. –Sakura levantó una ceja y cruzo sus brazos sobre su pecho– ..y por sus grandes pechos..
—¡¿Que?! ¡No!.. ¡Solo quería.. Ash, solo olvídalo.. vamos a cambiarnos!! –le agradaban sus cambios de humor tan repentinos–
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.—¿Porque vamos por aquí? –pregunto la pelirrosa, arriba de una carreta que transportaba paja–
—Así es más seguro.. –respondio Ares empujando la carreta desde el frente, no era ninguna incomodidad ya que poseía una gran fuerza– ..sería muy extraño que nos vean bajar de los pegasos..
Los dos estaban vestidos como campesinos, además Sakura portaba un sombrero de paja que traía muy bien ocultó su cabello. Ambos habían salido por el frente del templo, por una larga cuesta empinada que parecía nunca acabar...
—No crees que a este paso nunca llegaremos?? –Ares soltó una pequeña risa–
—No hay problema, al pie de la montaña hay unos bueyes, los amarrare a la carreta y así iremos más rápido al pueblo.. –le costaba dirigirse a Sakura de una manera más informal. Su aura, además de ser pacifica desprendía cierta sensación de intimidación, era muy extraño–
—Genial, ya quiero llegar...
La vista era grandiosa, había una basta cantidad de flora y fauna. Y tal como lo dijo Ares, al pie de la montaña se encontraban dos bueyes de agua, ambos fueron amarrados a la carreta, lo cual les facilito la movilidad cuando comenzaron a viajar hacia al pueblo más cercano. Les tomo cercas de tres horas llegar a dicho lugar, pues aparte de estar lejos el camino estaba en malas condiciones.
Han leído los cuentos para niños donde todo es felicidad, como un mundo de caramelos??. Pues en esta historia la trama no era igual, todas las personas que se topaban estaban mal, tanto física como psicológicamente. Ancianos con extremidades amputadas, niños desnutridos, adultos padeciendo alguna clase de enfermedad en la piel y animales tan flacos que la piel se pegaba a sus huesos. Todos, absolutamente todos los seres vivos de aquel poblado sufrían. Sakura no quería ver, no quería ver a sus hijos sufrir...
—¿P-Por que? –preguntó aguantando la ganas de llorar, aunque su voz sonó rasposa. Ares negó de brazos cruzados–
Ni siquiera había entrado al pueblo y eso era lo que los recibió...
—Asi son ellos, los humanos sufren por sus propias manos..
—Pe-Pero somos dioses!!! –Ares la silencio con la mirada, Sakura bajo la cabeza apenada– ..somos dioses, no deberíamos de hacer algo??
—Me lo dices a mi?? Soy el dios de la guerra.. –Sakura levantó la cabeza, en su rostro se podía ver una sonrisa brillante– ..O no, no, no, no vas hacer nada por ellos, si Zeus se entera me matara..
—No le diré yo, te lo prometo!!! –juro con ambas manos entrelazadas delante de su rostro– ..Por favor, si ellos no pueden, al menos yo quiero hacer algo por la causa.. te lo ruego Ares, déjame ser su diosa.. –Ares bufo, estaba siendo muy blando con ella–
—Bien, pero solo es por este día..
—¡Bien! Vamos al centro del pueblo.. –ordeno feliz. Ares sonrió por lo bajo–
Sakura no sabía nada de su poder, no sabía cómo controlarlo o en qué consistía, se supone que era Gea. ¿Que haría Gea si estuviera viva?, Fue la pregunta que le formuló a Ares durante el camino, el le contesto que Gea era la representación de la tierra, así que era eso, la tierra. El lugar de donde nace la vida, donde los humanos cosechan y se alimentan...
—¡Hola! –gritó atrayendo la atención de unas cuantas personas– ..¡HOLA!
Muchas personas, tanto ancianos, niños y adultos se fueron reuniendo alrededor de aquella carreta, al parecer alguien se estaba apiadando de ellos. Ares veía a la pequeña pelirrosa alzar la voz y llamar la atención de cada transeúnte del lugar...
—Mi nombre es.. –su nombre sonaba curioso, curioso y muy sospechoso– ..Mereleona!!! –Ares levantó una ceja curioso– ..vengo ha ayudarles...
—¡¿Cómo nos puede ayudar tu, una simple mujer?! hemos rogado por ayuda a los dioses y nunca hemos recibido nada.. –reprocho un viejo que se sostenía de un bastón. Ares frunció el entrecejo, iba a intervenir pero Sakura levantó una mano evitando que hiciera cualquier cosa–
—¡Jamás dejen sus problemas a manos de los demás! –el viejo y todo el barullo que había formado se esfumó, todos habían callado ante el grito de la pequeña mujer– ..¡Los dioses escuchan sus plegarias! ¡Pero nunca les ayudarán directamente! ¡Tienen que valerse por sí mismos si quieren seguir viviendo! ¡Los dioses bendeciran sus cosechas si trabajan duro, solo así pueden subsistir por si mismos y seguir adelante!
—Y como haremos eso???. La sequía del año pasado solo dejo hambruna y enfermedades.. los pocos granos que nos quedan son para poder sobrevivir el resto del años.. –grito alguien entre la multitud–
—¡Siembren la mitad de esos granos!.. –gritó fuerte– iré al templo de los dioses y rezaré para que los cultivos del año sean prósperos, está vez los dioses nos escucharán...
—Y que si no lo hacen??!
—¡¡¡Los dioses escucharán a un pueblo humilde, pero a cambio de su esfuerzo tendrán que ser devotos a ellos y no lastimar la tierra que pisan!!! ¡Amaran y ayudarán a sus semejantes! ¡No romperán ninguna ley de la moral! –su grito más la energía que desprendió logró llegar a los corazones de los aldeanos. Ares también lo sintió, sintió aquella energía que relajo todo su espíritu, era realmente calida y llena de esperanza–
Y fue así como el dios de la guerra, aquel diose que había fijado las reglas precisas para el ataque y la defensa, se había conmovido por las palabras de la diosa primicia de Grecia.
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◈♢Sakura contra la ira de los dioses♢◈
Fanfic✧ Prefiero morir en la desgracia y saber qué mis hijos siguen vivos, que vivir en la opulencia y verlos morir una y otra y otra vez. Esas fueron las últimas palabras que había escuchado Zeus de la diosa primigenia Gea. Una diosa que había amado tant...