𝐸𝑙 𝑇𝑖𝑟𝑎𝑛𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑀𝑎𝑟𝑒𝑠
Dos pasos a la izquierda, uno a la derecha, medio giro, una leve inclinación. El la tomo de la cintura y la giro sobre si mismo para después inclinarla. Ella lo tomo de los hombros y dejo que la guiará al compás de esa suave tonada. El arpa sonaba con tranquilidad al igual que el violín. Ella sonrió y luego soltó una leve risa...
—Gea-sama.. usted baila muy hermoso, baila tan delicado como una ninfa.. –Sakura se sonrojo ante el algo del azabache. A lo lejos Poseidón gruñó. Hermes sonrió y continuo bailando con la pelirrosa–
[...]
—Te ves muy celoso Poseidón.. –dijó cierta rubia de delantera pronunciada. El de ojos azules cruzo los brazos–
Ambas deidades se encontraban en un comedor a las afueras del palacio, muy a lo lejos de ellos Sakura y Hermes bailaban al compás de la música. Por petición de la pequeña deidad el mayor hizo que sus instrumentos tocaran, cosa que la hizo muy feliz, tanto que lo tomo de las manos y lo llevo dentro del patio para así bailar juntos. La alegría rodeaba sus auras dominantes, las flores crecían por cada risa que soltaba la roseta, los animalitos lentamente se acercaban a ellos. A lo lejos Pegaso se encontraba echado entre la hierba, a su lado, y cubriendo sus orejitas, estaba Smoker, una extraña criatura felina de pelaje negro y con tres cabezas. Aunque no se veía feliz, estaba completamente adolorido de sus orejitas, el veía más haya de lo que los humanos veían, escuchaba lo que los humanos no escuchaban y podía ir y venir cuántas veces le pareciera a cualquier parte, absolutamente a cualquier parte.
Sakura le regaló una linda sonrisa a Hermes, el hizo una reverencia y así ambos dejaron para otro rato su baile...
—Smoker.. –dijó preocupada al ver el estado de su felino– ..¿Que pasa cachorro?..
El felino levantó la vista, bufo hacia los tres dioses que los veían a lo lejos y luego se acurrucó en el pecho de su dueña. Sakura acarició su pecho con suavidad, desde que ha estado en el panteón Smoker siempre ha estado a su lado, nadie sabe por qué es que el felino se siente tan apegado a la deidad, pero si Sakura ha aceptado su compañía nadie va a poner pero...
—Pobre. Ven, te curare.. –el felino levantó sus cabeza y la deidad aplicó un poco de su energía para tratarlas, a los segundos el animal se calmo– ..eres tan hermoso..
—Me alegra que te haya gustado mi regalo..
Un aura pesada dejo estáticos a todos los dioses ahí presentes. Sakura levantó la vista, delante de sus ojos se encontraba un hombre de avanzada edad con un extraña atuendo...
—¿Quién eres tú?.. –un recuerdo de tiempos muy pasados, de cuando la humanidad ni los dioses aún existían, cruzo sus subconsciente– ..Caos..
—Me has record.. –no pudo terminar su frase pues su cuerpo terrenal había sido desintegrado–
Ahora delante de los ojos de Sakura se encontraba Poseidón con su tridente alzado. El rubio miró al felino con asco, apunto con su tridente al animal..
—Aléjate de el, Sakura.. –dijo sin voltearla a ver. La pelirrosa estrujó al animal contra su cuerpo y negó con la cabeza–
—N-No.. el no tiene la culpa..
—¿Sabes quién era ese hombre?.. –dijo molesto. Sakura asintió aún aferrandose al cuerpo del felino– ..¿Sabes lo que te puede ocurrir si vuelves a el?..
—N-No..
—Gea-sama.. por favor, deje que Poseidón se haga cargo del animal, es muy arriesgado ahora que El se ha hecho presente.. –dijo el azabache aún lado del rubio. La pelirrosa negó con lágrimas bajando de sus ojos–
—¡¡¡No!! ¡¡¡El no tiene la culpa!!! –Poseidón la tomo de detrás de su túnica y la arrojó lejos. Sakura se levantó con torpeza y trato de correr hacia su peludo amigo, no obstante Afrodita la tomo de los hombros y se lo impidió– ¡¡¡Posesión, no le hagas daño!!!
Delante de sus ojos vio la crueldad del Tirano de los mares, Poseidón había enterrado su tridente en el cuerpo del animal. Había perdido a otro amigo, de nuevo había sido tan inútil que no pudo salvar a su compañero. De sus ojos salieron lágrimas, pero en su aura no solo habían tristeza, no, también había rabia y muchos más sentimientos negativos. Deshizo el agarre que tenía con la rubia, miró por última vez las pocas partículas brillantes que quedaban del cuerpo de Smoker y salió corriendo hacia el vacío. Poseidón, Hermes y Afrodita trataron de detenerla, no obstante está ya se había tirado al vacío. Pegaso, quién había estado presente, corrió hacia la pelirrosa y al igual que está se tiró al vacío.
[>>>]
—Quiero estar sola, llévame lejos porfavor.. –dijo montando el lomo del caballo alado. Las lágrimas no paraban de salir, sentía tristeza, impotencia, rabia consigo misma y muchos otros sentimientos, tantos que la dejaron noqueada por el cansancio–
Todo estaba tan bien, parecía tranquilo, había armonía y alegría por todo el lugar. Pero la llegada repentina de ese hombre cambio todo, ella sabía quién era el, pero no entendía por qué estaba nuevamente ahí. El había ascendido a planos superiores hace mucho tiempo, después de que ella y todos sus hermanos nacieron, mucho antes de que los dioses principales nacieran.
[>>>]
—¡¡¡Maldito!!! ¡Haaaaa! –gritó Amaterasu, alias Lucy, golpeando el suelo repetidas veces con su báculo– ...¡¿Por qué?! ¡¿Por qué demonios hiciste esa aparición?!
—Solo quería verla, supuse que una simple vista no causaría tantos problemas.. –levanto los hombros desinteresado. Lucy lo miro con desagrado–
—Ahora, ahora será más difícil acercarse.. –se sentó con impotencia en su trono dorado. Caos, en su forma terrenal, se acercó a ella y colocó una mano sobre su hombro–
—Lo harás bien, confío en ti..
—Confiar.. –escupió con sarcasmo– ..Zeus me ordenó alejarme de ella, no quiero morir por el D De Dioses.. si descubre que hable contigo, por mi que me asesina!!!
—Pero aún quieres estar con ella, verdad??.. –la rubia levantó la cara–
—Por supuesto que sí.. –bajo nuevamente la cabeza– ..pero ella, ella no me recuerda...
—Acaba de recordarme, tu también tienes esperanza.. –dijó por último para luego desintegrarse en brillantes partículas–
—Tener esperanza.. lo intentaré...
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.Espero que les haya gustado. Neko se despide :3
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◈♢Sakura contra la ira de los dioses♢◈
Fanfiction✧ Prefiero morir en la desgracia y saber qué mis hijos siguen vivos, que vivir en la opulencia y verlos morir una y otra y otra vez. Esas fueron las últimas palabras que había escuchado Zeus de la diosa primigenia Gea. Una diosa que había amado tant...