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- ¡Kim Taehyung! ¡Volviste! - La dulce voz de una niña resonó por la extensa entrada del pasillo.

Él joven camino junto a su pequeño amigo, Akiro, y se acercó a la niña para después abrazarla.

- Que bueno que te acuerdas de mí, Sheeren.

- Fuiste el único que me felicito en mi cumpleaños hace unos años, bomboncito.

Taehyung se sorprendió por el peculiar apodo.

- ¿Bomboncito?

Sheeren asintió y hablo:

- Tu cara es tan linda y tierna, como un bomboncito.

El muchacho sonrió y la miro con una dulce mirada mientras colocaba un mechón de cabello detrás de su oreja.

- Gracias, conejita.

- ¿Conejita? - frunció el ceño en mención de curiosidad.

- Así es, eres tan tierna, energética y linda, como un conejo.

La pequeña sonrió y abrazo el cuello de Taehyung posando su diminuta barbilla en el hombro del chico.

- Ti amo.

Los niños del orfanato traían de aquí para allá a Kim Taehyung, Todos querían jugar con él y divertirse, ya que desde hace tiempo no lo veían

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Los niños del orfanato traían de aquí para allá a Kim Taehyung, Todos querían jugar con él y divertirse, ya que desde hace tiempo no lo veían.

- ¡Taehyung! – corrió Akiro algo agitado. – Te perdí.

- Te busque, Akiro.

- Te fuiste a jugar con los demás niños y me dejaste solo. – sus delgados labios formularon un puchero.

- Lo siento, Akiro. – se disculpó. – pero podemos hacer algo antes de que me valla.

- ¿Quieres ver las tarjetitas de súper héroes que me regalaron?

El chico sonrió y ambos se encaminaron a la habitación del niño.

Cuando entraron a la habitación de Akiro y sus compañeros, Taehyung, se percató de que era muy similar a la habitación que ocupó cuando aun permanecía en ese lugar.

El menor tomo la mano del adulto y le dio un leve jalón incitándolo a continuar.

El niño se inclinó frente a su cama, sacó una pequeña caja de madera, de ahí saco algunas imágenes, las extendió en la cama y le mostro cada personaje a su amigo Taehyung.

-Él, es el hombre araña. – le entrego la tarjeta. – Él, es mi favorito, ¡Súper Man! - levanto el puño al aire.

- ¿Quién te los obsequio?

- La señora Kim. Es muy amable conmigo, ojalá fuera mi madre. – menciono él niño mientras revolvía varias tarjetas. - ¿desde cuándo la conoces?

Kim Taehyung miro alrededor percatándose que la cama que el pequeño Akiro poseía el mismo puesto que el ocupo en su infancia.

-Desde bebé. – contestó.

-Es tan linda.

Un alegre silencio se posó en el espacio compartido por Taehyung y Akiro.

Cuando él mayor se propuso a matar el silencio, una anciana con un bosque de canas en su cabeza, entró a la habitación llamando la atención de ambos chicos.

-Akiro, te buscan en la entrada.

- ¿Quién? –pregunto con curiosidad.

La mujer mayor se arrodillo a la altura del niño y contesto:

-Ve averiguarlo.

El niño se despidió de Taehyung y corrió a donde le habían indicado.

-Kim Taehyung, saludaste a todos y olvidaste ir a verme. - Hablo la dueña del lugar.

-Señora. – Trago duro.

- ¿Ya no soy mamá tete?

El muchacho se sintió incomodo así que desvió la mirada y concentro la vista en la ventana donde se daba sus escapadas de pequeño.

La hermosa vista que brindaba la ventana lo puso nostálgico y algo nervioso.

-Recordaste a Park Jimin, ¿cierto? .... Que trágico.

Taehyung se mantuvo callado.

-Parece que aun te afecta.

El muchacho camino a la entrada de la habitación dispuesto a irse.

-Nunca vas a superar las cosas si las evitas.

-No estoy evitándolas.

Kim lo pensó un poco y hablo:

-Usted no quiere decirme que ocurrió con mis padres.

-Taehyung....

-No sé por qué no le creo, usted lo sabe, tampoco ha querido decirme como llegue aquí. Una sensación muy fuerte me invade, y es que usted lo sabe.

La mujer solo negó y salió de la habitación.

Un Alíen Entre Muchos Humanos.  [FANFIC: THG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora