C. 01: El primer día

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Hoy es el primer día. Y, como siempre: acaba el verano y empiezan los estudios.

Mi madre me lleva en coche al instituto y yo miro a través de la ventanilla; niños yendo de la mano con su madre, adolescentes yendo al instituto, las casas, los edificios...

Cuando llegamos mi madre me mira y me dice sin ninguna expresión en la cara:

— Portate bien, y estudia mucho. quiero ver en este curso tus mejores calificaciones.

— Lo sé mamá —sonrío.

Abro la puerta y bajo del coche. Voy a la entrada caminando tranquilamente cuando alguien se apoya en mis hombros saltando. Me quedo paralizada. Hasta que la veo. Muevo la cabeza a los lados negando, pero sonriendo.

— ¿Tan feliz de empezar otra vez el instituto? —le pregunto.

— ¡Qué va! Solo te lo he hecho para hacer un poco de broma.

Suelto una risilla y entramos al instituto. Elena nos está esperando apoyada en su taquilla.

— Hola psicóloga de confi —dice Maria divertida.

— Hola ligona de confi —dice Elena siguiéndole el rollo.

— Hola. —Saludo.

— Hola Lucia —me saluda Elena sonriendo leve.

— ¿Todavía no habéis visto a Pablo? —Pregunto.

— Seguro que viene tarde... como siempre. —dice Elena sin ninguna expresión.

— Bueno... cuenta. ¿Cómo fue en el campamento de verano?

Abro la boca para contar todo lo que he vivido este verano en el campamento. Me lo he pasado genial, pero me giro cuando alguien posa la mano en mi hombro. Lo primero que veo es su lindo rostro: su cabello negro luce desordenado, sus ojos verdes se ven más claro a la luz del sol, su nariz perfecta y perfilada y la boca... Uff...

— Te dije que no era buena idea que fueras. -dice en un tono ronco. Se nota que se acaba de levantar.

— ¿Te acabas de despertar, cierto? —Le pregunta María.

Él asiente bostezando.

— Pues de hecho, me lo pasé bien. Conocí a mucha gente, unas más amables que otras.

Pablo rodea los ojos y Maria le da un codazo susurrandole algo, él solo asiente y se va a su taquilla.

— ¿Qué le pasa? —Pregunto.

Maria le da un sorbo a la monster y niega con la cabeza.

— Que está gilipollas perdido. —Murmura.

— ¿Entramos? —Pregunta Elena.

— Yo tengo que ir a mi taquilla —afirmo.

Ellas asienten y se van. Voy a mi taquilla, dejo los libros ahí para sólo coger el que me toca ahora. Después cierro la taquilla y suelto un grito ahogado asustandome cuando veo a Hugo. Él tiene el cabello rubio almendrado, los ojos verdosos y la nariz recta y perfilada, igual que Pablo. Su labio superior es más fino que el inferior.

— No pensaba que daba tanto miedo. —Dice riendo.

<<Que gracioso...>>.

— No vuelvas a hacer eso. —Hago una pausa colgándome la mochila en el hombro—. ¿No me dijiste que te ibas a Inglaterra?

— Cuando te fuiste del campamento mi madre llamó diciendo que venían a recogerme para que esté en casa. —Hace una pausa—. Se ve, que me echan de menos.

Solo yo [[Trilogía Solos 1]] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora