Solo yo [[Trilogía Solos 1]]

C.09: "Palomitas simples".

Me levanto de la cama sentándome, miro la ventana, está abierta y hace mucho frío. Me levanto y la cierro, miro mi escritorio y veo el primer examen que suspendí. Fue en cuarto de primaria, no había estudiado para ese examen y suspendí lengua catalana. El examen era de dos páginas, y era muy difícil, pero claro... si no estudias ¿va a ser fácil o difícil?

Bufo, agarro el examen y lo guardo en el cajón. Miro la hora del reloj que tengo colgado en la pared al lado de la estantería de libros; las cinco y media. Me he levantado dos horas antes de que me sonara el despertador del móvil. Ya no tengo ganas de volver a dormir. Así que agarro un libro de mi estantería y comienzo a leer.

Cumbres Borrascosas es un clásico, y es mi favorito de todos los libros que tengo.

Cuando veo que he leído nueve capítulos dejo el libro en la estantería y me ducho, elijo ropa y me la pongo (unos tejanos, una camiseta clásica y una sudadera negra con las mangas rojas). Me siento en el sofá y veo mis redes sociales (por supuesto; Instagram). Se abre la puerta de casa y veo que es mamá. Se le ve que está muy cansada, debajo de sus ojos tiene unas ojeras que son muy visibles. Me ve y cierra la puerta, deja la mochila pequeña -la que siempre lleva al trabajo para poner sus cosas- al lado de la puerta y se va a la cocina, agarra la botella de agua del armario y un vaso.

Miro mi móvil viendo todavía el mensaje que mandó un número desconocido.

Te crees la mejor, la más lista de la clase y das pena. Menos mal que nadie sabe lo que acabas de hacer. Pero muy pronto lo sabrán. ¿Crees que no sé tú secreto? JAJAJAJA... pronto todos lo sabrán todo.

¿Será la misma persona que escribe en el diario del instituto? No ha vuelto a mandar ningún mensaje, ¿le he aburrido?

- ¿Qué haces levantada a estas horas? -me dice mi madre y la miro. Me está mirando cansada.

- Me levanté porque tenía frío y...

- Te he dicho mil veces que cierres la ventana. Ya no estamos en verano, Lucia. -Me interrumpe.

- Ya, lo sé mamá.

- ¿Te recoge alguien para que vayas a la casa de la playa?

- Ethan.

- Agh -rodea los ojos-, parecéis un chicle, no paráis de estar juntos.

Y se va subiendo las escaleras hasta entrar a su cuarto y cerrar la puerta.

- Buenos días, Lucia. -Dice mi padre bajando las escaleras ya vestido para irse a trabajar.

- Buenos días.

- Mamá está durmiendo como una muerta, no la despiertes.

- ¿Qué va a despertar está? Si yo soy el terremoto de la familia, no ella. -Dice mi hermano divertido bajando las escaleras. Papá lo mira pero no dice nada.- Ay papi -sonríe y se acerca a él-, como nos olvidamos de los primeros hijos, he. -Dice sonriendo sarcástico.

Mi padre lo mira serio y frío, se hace un café poniéndolo en un vaso de plástico y antes de irse dice:

- Darle las pastillas cuando se levante vuestra madre.

- Adiós, papi -dice mi hermano.

Lo miro y se encoge de hombros.

- ¿Qué? -Pregunta.

- Café. -Le contesto y miro mi móvil.

...

- Hoy estás muy bien -me dice Ethan sin apartar la mirada de la carretera.