Solo yo [[Trilogía Solos 1]]

C: 24: Invisible.

Estos días han sido un infierno. No he podido dormir porque he tenido un montón de pesadillas y no he podido concentrarme en el instituto. Neveah con su grupo me han estado molestando.

He intentado no coger mucho el móvil para así no contestar mensajes, ser un poco invisible para muchos. Porque eso es lo que quiero ahora: ser invisible.

María y Elena me han preguntado mucho qué es lo que me pasaba, y yo he actuado normal y he dicho lo típico: <<Tranquila, no me pasa nada, he tenido una mala noche>>. Se ve que ahora las mentiras se han convertido en mi mayor problema. Antes les contaba todo y ahora solo les miento para así no tener que dar demasiadas explicaciones, porque como he dicho antes: quiero volverme invisible.

Esta mañana le he enviado un mensaje al primo de Hugo y Ethan, él antes vendía drogas y se chutaba. Dijo que estaba guay y que era relajante, como si todos los problemas se fueran y solo viniera de repente la felicidad. Y yo solo quiero que deje de doler. Por eso le he dado muchas vueltas a esto.

No le quiero pedir las drogas más usuales, quiero unos calmantes, el segundo más fuerte: la morfina. Busqué en internet cual era el más fuerte, me salió la dsuvia y el segundo (como ya lo he dicho antes), la morfina.

No quiero que me dé un patatús al probar el más fuerte, así que escogí la morfina, y aunque es una droga, me da igual todo. Lo que quiero es calmarme, estar en paz y calmada.

Aun no me ha contestado, estará ocupado. Ya me llamará cuando vea mi mensaje pero espero que sea pronto porque necesito calmarme y dormir...

Suena el timbre y recojo mis cosas. No he prestado atención al profesor, estoy todo el rato pensando en el calmante y Jason. No le tengo mucha confianza, pero es lo que hay...

Mientras guardo la carpeta se me acercan Hugo, María, Elena y para mi sorpresa, Ethan. Pero es normal, siempre está con su hermano y ellas.

— ¿Vais a ir a la feria que han montado? —Pregunta Elena mientras yo pongo mi estuche en la mochila.

— ¿Qué feria? —Dice María haciendo una mueca.

— La feria de invierno. Se ve que la han puesto antes porque estaban muy nerviosos para navidad. —Dice Hugo, sarcástico.

— Y ¿vais a ir? —Pregunta Elena.

— Yo tengo que hacer cosas en casa —Dice Ethan, mirando su teléfono.

— Yo a lo mejor voy, no lo sé, ya te diré a las cinco. —Dice María.

— Yo... lo mismo digo.

— ¿Y tú, Lucia? —me pregunta Elena.

La miro de reojo y niego.

— Tengo muchas cosas que hacer, no tengo tiempo para nada. —Me cuelgo la mochila en el hombro.

— Bueno, pues cuando sepas algo me dices, María. —María asiente.

Salgo de la clase y voy a mi taquilla. Mientras que pongo los libros dentro, el móvil (que está en mi pantalón) vibra, lo que quiere decir que tengo un mensaje nuevo. No es Jason, solo es Neveah que ahora parece que le apetece molestarme mandando mensajes.

— ¿Estás bien? —Me pregunta Elena y yo asiento sin mirarla.

— Como siempre.

— Hoy te veo más sad, ¿sabes? —Suspira y me coge las manos cariñosamente, pero yo las quito en un gesto rápido—. Me preocupo por ti, todos nos preocupamos por tí. Si es algo de Ethan...

— ¡No es de nadie! —Alzo la voz, molesta.

— Lucia...

— No, déjame. —Digo seca, cerrando la taquilla con la llave para después alejarme de ella.