36: "Preparada".

37 5 3
                                    

Lucia:

- ¿Qué sentiste al ver a Neveah y a tu madre peleando? -Me pregunta mi psicóloga mientras juego con mis dedos, nerviosa y estresada al hablar de lo que pasó ayer-. Lucía, ¿quieres hacer la técnica de respiración?

Asiento sin dudarlo ni un segundo. Me acuesto en la cama, como estas semanas lo estábamos practicado; ella me da instrucciones cada vez que agarro una calada de aire o suelto aquella. Así durante varios minutos hasta que me siento más tranquila.

- Quédate así y con cada pregunta que te haga o todo lo que tú me quieras decir hazlo controlando la respiración. Puedes cerrar los ojos si quieres, mirar el techo... lo que quieras. -Asiento-. ¿Qué sentiste al ver a Neveah y a tu madre peleando en la calle?

- Miedo y preocupación.

- ¿Por qué?

- Miedo porque mi madre estaba ahí y preocupación por Neveah.

- ¿Últimamente has tenido pesadillas? -Pregunta y asiento recordando ese sueño.

Salí de casa porque alguien estaba montando mucho jadeo, al abrir la puerta vi a muchas personas tiradas en el suelo que reconocí al instante: María, Laura, Tayler, papá... Todas las personas que eran mis amigos o conocidos estaban ahí con mucha sangre y con una especie de vómito blanco.

Me tapé la boca al ver todo eso. Mi madre se levantó del suelo, estaba manchada de sangre y lucía asquerosamente mal. Camina hacia mí sonriendo con malicia. En su mano agarraba el cabello de una cabeza que se veía cortada por el cuello.

La tira cerca de mis pies y cuando la veo, reconozco ese rostro perfectamente: Ethan.

En ese momento me senté en la cama sudando, Ethan me acarició la espalda y me prometió que todo iría bien.

- ¿Volviste a tener ese sueño? -Me pregunta y yo niego-. ¿Todo va bien con Ethan?

Asiento enseguida.

- Es muy atento conmigo y se preocupa por mi bienestar.

- ¿Qué es lo que sientes cuando estás con él?

- Amor... -murmuro sin pensarlo y niego rápidamente mirándola-. No, no, no. No siento eso.

- Y ahora sientes nerviosismo. -Añade con una ligera sonrisa.

Suspiro y asiento.

- Hace unos días me había destrozado y ahora me tiene a sus pies.

- Los dos os importais el uno con el otro. Y ahora lo que importa es que los dos no os hagáis daño y sobretodo: que os apoyéis. -Hace una pausa-. Hablemos de tu hermano; ¿Cómo te llevas con él?

- Nos llevamos bien, siempre nos hemos apoyado el uno al otro y si nos enfadamos lo arreglamos enseguida.

- ¿Y Laura?

- Laura es como si fuera una hermana. Pero mi hermano es más cercano a ella ya que han pasado más tiempo juntos. Se llevan dos años porque mi hermano nació más tarde.

Nunca me he enfadado con ella ni nada.

- ¿Elena y María?

- Elena es mi psicóloga, -Sonrío al recordar muchas cosas que pasé con ella y María-. Bueno, le llamamos así porque desde que la conocimos se le da bien dar consejos y ayudar a personas aunque a veces puede ser cerrada con la gente. Y María es una ligona, ella se la pasa de chico en chico, disfrutando y sonriéndole a la vida como si no hubiera ningún problema. Elena no, ella es más tranquila y prefiere pasársela en casa mirando una serie o leyendo más sobre lo que quiere estudiar. Es muy solitaria. Creo que todos lo somos de una forma u otra. -Hablo con mucha ilusión, con una sonrisa en mi rostro, mientras voy recordando y cuontando lo que había pasado con ellos.

Solo yo [[Trilogía Solos 1]] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora