C. 23: La cena de los Brown.

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Hoy es Sábado, el día que voy por la noche a casa de los Miller para cenar. Y no puedo negarlo: estoy muy indecisa y nerviosa. Ya voy por el quinto outfit que es un vestido azul claro que me llega por las rodillas, unas mallas de piel color carne y unas botas blancas. Pero es tan difícil. No tengo mucha ropa, no tengo tanto dinero como ellos (los Miller). Y ojalá ser ricos o por lo menos vivir bien, sin preocupaciones.

Me miro en el espejo indecisa, No sé si me queda muy bien. Soy muy insegura y quiero estar perfecta esta noche ya que Ethan va a estar ahí, yo voy a estar con él. Y... creo que debería de calmarme un poco.

— Estás contenta, ¿no? —Dice mi hermano burlón, apoyado en el marco de la puerta.

¿Qué si estoy contenta? Claro, pero también nerviosa. Hace muchísimo que no vamos todos a casa de Mariah y Estefan como si fuera una reunión "familiar". Si, "familiar" porque para mí Mariah y Estefan son (o eran) como mis segundos padres o mis tíos. Mariah es la mejor amiga de mi madre, siempre han estado juntas apoyándose la una a la otra, como si fueran hermanas (aunque también hay hermanos que se llevan fatal. Pero ese no es el caso).

Siempre me ha encantado estar con Mariah, tengo mucha confianza con ella y le puedo contar de todo. Pero ahora que Ethan es... no lo sé lo que és pero sé que hay algo entre nosotros.

— ¿Nos vamos ya? —Pregunto y mi hermano asiente.

— ¿Te quitarás la coleta?

— ¿Qué tiene de malo? —Me miro al espejo frunciendo el ceño—. Yo me veo bien.

— Vamos a una cena, no al instituto. —Dice quitándome la cola. Mi pelo cae a los laterales de mis hombros y espalda, lo miro frunciendo el ceño, molesta—. Pelo suelto o si quieres te puedes poner una pinza.

Resoplo y voy al baño a ponerme una pinza recogiendo la parte de delante de mi cabello.

— Ahora mejor —dice mirándome desde el marco de la puerta. Bufo y lo miro, molesta, seria—. Eh, no me mires así.

— ¿Cómo quieres que te mire entonces?

— Con una sonrisa.

— ¿Y eso quien lo dice?

— El dios griego de tu hermano.

— Ya más querrías ser un dios griego. —Le sonrío.

— Me estoy convirtiendo en uno de ellos. Para eso voy al gimnasio.

— Ni de coña vas a ser tan musculoso como Chris Hemsworth.

— ¿Y si lo consigo?

— Tienes que tener una dieta muy equilibrada como hizo él y pasarte horas y horas en el gimnasio. —Digo firme.

— ¿Cómo sabes eso?

— Internet. —Le sonrío de oreja a oreja.

— Vaya, no lo sabía. —Dice sarcástico.

— Me has preguntado.

— La próxima vez no te pregunto.

— Hombre "blandi blue". —Pongo la mano en su hombro—, la próxima vez no preguntes cosas que son bastante obvias.

— Estás pasando de Lucia Brown a María Smith.

— Eso es porque me junto mucho con ella y me enseña un poco a ser sarcástica.

— ¿Le tengo que aplaudir por eso?

— Como quieras —le sonrío y bajo las escaleras.

Mis padres nos están esperando. Mi madre lleva un un vestido morado con escote y corto por debajo de las rodillas, unos tacones altos dorados, maquillada como una puerta (los ojos muy marcados de negro y los labios color mate). Mi padre lleva un esmoquin negro y el pelo peinado hacia atrás.

Solo yo [[Trilogía Solos 1]] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora