Costumbre

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Me ha escrito cada día, me lleva alguna bebida regularmente y no olvida mandarme un mensaje de buenas noches, durante las últimas dos semanas.

Es tan extraño haberme acostumbrado a eso. ¿Cómo me di cuenta?

Son las 10 p.m. y aún no me escribe. Regularmente lo hace alrededor de 9 o 9:30 p.m. He revisado el teléfono muchas veces, verifiqué si tenía señal o había algún problema con la aplicación y no es nada de eso.

Ahora es cuando cuestiono sus acciones y formulo hipótesis sobre lo que puede haber sucedido.

¿Por qué no me ha hablado hasta ahora? ¿Problemas con su línea? ¿Se malogró su teléfono? ¿Le habrá sucedido algo?

Y justo cuando termino de hacer las preguntas con respecto a él, me toca a mi.

¿Por qué tendría que preocuparme? ¿Me interesa algo de él? ¿No se supone que sería mejor de esta manera? ¿Por qué entonces siento esta opresión en el pecho?

No me lo explico y tampoco me puedo explicar el porqué de mis acciones, subsiguientes.

Tomo el teléfono, ya cansado de esperar y estoy decidido a apagarlo, pero no lo hago, voy directo a su contacto y por impulso presiono el botón de "llamar".

No dejas que suene, inmediatamente contestas feliz y no se porque razón, tu voz le brinda calidez a mi corazón.

Te estaba esperando. Estaba triste porque pensé que no harías nada y ya había perdido la esperanza.

Mis pensamientos se reducen a una sola oración.

—¿Por qué no me hablaste hoy?

Ríes y contestas divertido.

—Lo siento, solo quería saber que se sentía que me hables por iniciativa propia.

—Eso suena más a regaño. ¿Debo hacer algo como eso?

—¡Oh! Realmente no quiero obligarte a hacerlo.

—Lo haría, pero no soy bueno comenzando conversaciones y creo que lo tienes claro.—soy una persona de pocas palabras.

—Hoy lo hiciste.

—Pensé que te había sucedido algo.—digo, recordando mis suposiciones.

—¿Te preocupaste?

—Eso creo.

Dos segundos de silencio se hicieron presentes en la llamada.

—¿Quieres salir?— preguntas, tranquilamente.

—¿Ahora, a dónde?—no entendía porque querría salir a esa hora y sin alguna razón aparente.

Sé que muchos lo hacen, pero el simple hecho de socializar, ya me parece demasiado. Entonces, es mucho más incómodo pensar en reuniones y salidas de noche, donde bastantes personas se juntan.

Vamos a un lugar muy lindo, te gustará, solo tienes que decir que si.

—¿Cómo se supone que debo vestirme?—es necesario vestirse de acuerdo a la ocasión.

—Cualquier cosa que lleves, estará bien.

—Hace un tiempo vi un programa televisivo, eso le decían al protagonista y cuando llegaba, pasaba vergüenza.— no pasaré por eso— Así que, dime.

Vuelves a reír.

Casual, relajado. ¿Está bien

—Hace frío, abrígate al salir.— respondo y cuelgo el teléfono, estoy dándome cuenta de que estoy haciendo muchas cosas por impulso, últimamente.

52BLEU [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora