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Despierto con pesadez tratando de tocar algún bulto de 1.78 c.m. a mi lado, de cabello negro y un abdomen parecido a las barras de chocolate, pero no lo encuentro y abro los ojos asustado para escanear la habitación en su búsqueda.

—Buenos días, si me buscabas. Estaba en el baño.

Ahí estás, corres hacia la cama acariciando tus brazos, aparentando frío y te escondes entre las sabanas.

Tomas una de mis piernas y soy arrastrado hacia dentro.

—Hace frío Jiminie, debemos mantenernos abrazados para mantener el calor corporal.

—¿Estamos en una especie de juego de supervivencia en las montañas del Himalaya?

—Exacto.

—¿Es necesario que toques mi trasero?

—Muy necesario.

Eres tan descarado, es difícil ser completamente serio contigo.

—¿Cariño, qué haces?—preguntas al ver como desabotono tu camisa y te abrazo pegando mi rostro en tu pecho desnudo, yo también puedo ser imprudente.

—Estoy tratando de mantener el calor corporal, justo como tu lo haces.

—Estás manoseandome, no mientas— aseguras al notar mis manos husmeando en tu espalda.

Tengo la necesidad de pegarme a ti como un oso perezoso a su madre, quiero quedarme de esta manera y estoy tratando de buscarle un sentido a mi vida antes de ti, pero no lo encuentro, simplemente no se como he dormido solo durante todo este tiempo. No se como pude negarme a este tipo de emociones, estoy seguro de que hay millones de malos posibles escenarios, pero el vivir con miedo ¿Es vivir?

—Estás haciendo lo mismo.

—Te quiero.

—No te vayas por la tangente.

—Supongo que estamos a mano.

—Supongo que estamos a mano

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7.30 a.m.

—Los huevos van a quemarse—advierte el menor buscando en el refrigerador un poco de leche.

—Lo tengo todo bajo control, no te preocupes.—toma una espátula y comenza a mover los huevos, despegandolos de la sartén.

—Si dejaras ese libro por un momento, te aseguro que sería mucho más fácil—regaña Jungkook—¡Oh, aquí está!

—Te dije que había—refiriéndose al lacteo—Está en la mejor parte, solo un poco más.

El olor a quemado se hace notorio y el rubio lanza el libro lejos de su vista para enfocarse en los oscuros huevos revueltos.

—Jimin—dice el pelinegro con el rostro completamente serio, mirando la sartén.

—Pues, hay más huevos.

52BLEU [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora