52BLEU [Kookmin]

Alcohol

No estoy seguro de cómo salí de ese lugar, solo tengo recuerdos vagos de todo.

Pequeñas imágenes circulan en mi cabeza, lo que si recuerdo es el sabor amargo del alcohol raspar mi garganta en cada trago, vacié esas copas muy rápido y el barman fue tan veloz llenándolas que no me dio tiempo de rechazarlas.

La luz es demasiado fuerte como para abrir mis ojos de golpe y pestañeo varias veces antes de acostumbrarme.

No estoy seguro de dónde estoy, pero la cama no es mía. La habitación no es mía y ese cuerpo a mi lado me dice que algo anda mal.

¿Quién demonios es este tipo y que hace desn-

¡Yo también estoy desnudo!

No, Dios. Esto no está pasando a mi, solo tengo mis ropa interior puesta y él tipo este, bueno tiene un buzo de pijama bastante chistoso.

La posición boca abajo al dormir es normal, lo que no es normal, en definitiva, es la almohada tapando su cabeza.

¿Acaso no es al revés?

La almohada va abajo.

No puede ser, creo que me acosté con este tipo y lo peor es que es raro. Nada me sale bien, nada.

Puedo denunciarlo por secuestro y abuso sexual, me sacó del bar cargado y ebrio. Estoy seguro de que fue así porque tengo una imagen de eso en mi cabeza. Además no estaba en mis cabales como para acceder a algo.

¡Un momento! No puede ser, tal vez no se protegió, eso solo significa que puedo tener un hijo gracias a este desgraciado asqueroso.

No me quedo de brazos cruzados y lo empujo hasta tirarlo al suelo.

—¡Asqueroso degenerado! ¡Levantate animal, da la cara y paga por tus crímenes!

El hombre se levanta con pesadez, la sabanas han caído en su encima, haciendo que se me dificulte ver su rostro, pero pronto se las quita desesperado y mi alma puede dejar a mi cuerpo. No se necesitan el uno al otro.

—¿Qué mierda te sucede, Yoongi?

¿Por qué está Taehyung semidesnudo frente a mi?

Parece que sabe que estoy en shock porque corre en mi dirección y pone un brazo en mi espalda en cuanto parece que voy a caerme.

—¿Sigues ebrio? Vamos, siéntate. No entiendo porque bebiste de esa manera tan bárbara. ¿Qué porquería te pudo haber sucedido si yo no estaba?

Sea quien sea, él es un abusador y debe enfrentar la justicia.

Me siento nuevamente en la cama y jalo una sábana para taparme, cuando ve mi acción, se pone nervioso, mira a otro lado mientras se rasca la nuca.

—Eres un degenerado, quiero mi ropa y tu identificación. Voy a denunciarte, no pienso callarme.— digo completamente enojado.

—¿Denunciarme, por qué?

Que tal cara de palo.

—¡Estoy desnudo, te aprovechaste de mi!

—¿Qué? ¡No!— niegas rápidamente— Vomitaste en toda tu ropa, además de la mía. ¿Sabes cuándo me tomo limpiar mi sala? Por cierto, comiste muchas verduras verdes ayer.

Ay no es cierto.

Quiero morirme de una vez por todas.

—Tu ropa está en la secadora. Tuve demasiado sueño y me tiré a dormir. No tengo otra cama en mi departamento y no dormiría en el sofá después de haber trapeado la sala por tres horas.