52BLEU [Kookmin]

Porcelana

[Este capítulo tiene contenido 🔞, leer bajo su propia responsabilidad]

No estoy seguro de que suceda con nosotros, realmente no estoy pensando demasiado en el tema, solo quiero estar contigo hasta donde sea posible y si dentro de esa palabra, puede caber un siempre, seré la persona más feliz en este mundo.

Recuerdo haber leído un poema hace aproximadamente cinco años, estaba asustado por todo los problemas que traía atrás de mi y la incertidumbre de lo que se venía en el futuro.

El estrés constante en el que vivía, era demasiado y por distracción comencé a leer un poco, ya sea por casualidad o por destino, fueron tus letras con las que encontré consuelo y desde ese momento decidí conocer un poco más sobre tu trabajo, tus letras y sobre ti.

No pensé que ese tal Park Jimin seria tan hermoso, como un ángel y siendo sincero, quedé cautivado con tu belleza.

Durante mucho tiempo tuve tantos deseos de ir a verte a alguna firma de libros, pero parecía que el destino se empeñaba en impedirlo y no fue hasta ese día en la cafetería, cuando tiraste mi batido y salí tras de ti, que pude conocerte. Lamento no haberme dado cuenta de quien eras, pero gracias a tu cabello desordenado y ese chal que usabas en el cuello tapando un poco tu rostro. No lo pensé, sumándole el porcentaje de probabilidades que tenía de conocerte, para mi era casi imposible y la verdad, es que me contuve bastante al hablarte calmado, porque casi tuve tres desmayos al presentarme.

Estoy comenzando a divagar sobre muchas cosas ahora mismo, perdón por estar en otro mundo cuando me miras de esa manera tan expectante, pero créeme que solo estoy pensando en ti.

Solo las luces de las lámparas a cada lado de la cama, nos alumbran y por supuesto, la luna también hace un gran trabajo desde la ventana de tu habitación.

Todo se siente tan íntimo, tienes los labios entre abiertos y la respiración agitada, tus mejillas arden y se que las mías también.

Estamos solos aquí, Jimin. Estamos solo tu y yo, nadie más que pueda interrumpirnos o impedir cualquier cosa que pueda pasar, pero la pregunta es.

¿Quieres que algo suceda esta noche?

Esperaría por ti, siempre. Tu compañía ya es un sueño para mi.

Te doy un beso y luego acaricio tu suave mejilla, un tanto abultada, colorada y tan apetecible como un mochi.

Alzas tu brazo, pasando tu mano por mi nuca para volver a unir nuestros labios y es ahí que entiendo que estás tan deseoso como yo, de continuar lo que sea que estemos iniciando.

Con cuidado me acomodo un poco encima de ti, no se si es consciente o inconscientemente, separas tus piernas dejando un espacio para mi entre ellas y soy completamente obediente.

Mis besos van bajando por tu cuello y te gusta tanto que curveas la espalda y te aferras a la mia.

—¿Puedo?—pregunto, llegando al botón de tu camisa de pijama y asientes frenéticamente—Lo haré también—me retiro la prenda del torso y queda completamente libre a tu vista.

—Yo no tengo el cuerpo que tu tienes—me dices tocando tu pecho—Soy más enclenco de lo que parece.

Desabotono poco a poco tu camisa, al terminar de hacerlo, te despojó de ella y estoy seguro de que en mi vida jamás he visto abdomen tan esbelto como el tuyo, estoy seguro de que siendo modelo serías tan exitoso como de autor.

—Pareces una escultura en honor a la belleza pura.

Ríes y escondes tu rostro entre tus manos.