La noche se extiende sobre Beacon Hills, y uno por uno, los miembros de la manada toman caminos separados hacia sus hogares. El aire está cargado con la electricidad de los secretos no revelados y las tensiones no resueltas.
Malia camina en silencio, su mente enredada en pensamientos sobre Scott. La relación entre ellos se ha vuelto un laberinto de emociones y dudas, y ella no puede evitar sentirse perdida en él.
Stiles, siempre atento a sus amigos, se ofrece a acompañarla. Aunque no dice nada, su presencia es un faro de apoyo en la oscuridad de la incertidumbre.
- Gracias por venir conmigo. - Dice Malia, su voz rompiendo el silencio entre ellos.
- Siempre. - Responde Stiles con una sonrisa suave. - Sabes que puedes contar conmigo.
Mientras caminan, la distancia entre Malia y Scott parece crecer, y las palabras no dichas pesan en el aire. Stiles puede sentir la lucha interna de Malia, y aunque quiere ayudar, sabe que algunas batallas deben ser enfrentadas solas.
Al llegar a la casa de Malia, se detienen un momento en la puerta.
- ¿Estás segura de que estás bien? - Pregunta Stiles, su preocupación clara.
Malia asiente, forzando una sonrisa.
- Estaré bien. - Asegura. - Solo necesito tiempo para pensar.
Stiles asiente, dándole un abrazo rápido antes de despedirse.
- Nos vemos mañana. - Dice, y con una última mirada preocupada, se aleja en la noche.
Malia entra a su casa, cerrando la puerta detrás de ella. La soledad del espacio la envuelve, y se permite un momento para sentir la complejidad de sus emociones.
Mientras tanto, en las sombras de Beacon Hills, el misterio comienza a tomar forma. Una figura solitaria se mueve con propósito, sus pasos silenciosos pero decididos. La manada puede haberse dispersado por ahora, pero el peligro acecha cerca, esperando el momento oportuno para revelarse.
Scott se sienta en la sala de estar, la luz tenue de la lámpara apenas iluminando las sombras de la habitación. Los últimos días han sido un torbellino de emociones y acontecimientos que han sacudido los cimientos de su mundo.
Kira había regresado a Beacon Hills solo para anunciar su partida definitiva, una decisión que había dejado a Scott con un sentimiento de pérdida y despedida no deseada. Y justo cuando pensaba que las cosas no podían ser más complicadas, el regreso de Allison del más allá había trastornado aún más su corazón.
Malia, su roca durante los últimos dos años, ahora parecía estar en una encrucijada con él. La relación que habían construido juntos se tambaleaba en el filo de la incertidumbre, y Scott se encontraba en medio de un mar de dudas, sin saber qué dirección tomar.
La puerta se abre y Melissa McCall entra, su uniforme de enfermera revelando las largas horas de trabajo. Al ver a su hijo sumido en pensamientos, su expresión se suaviza.
- Scott, cariño, ¿estás bien? -Pregunta, acercándose a él.
Scott mira a su madre, encontrando consuelo en su presencia.
- Es solo que... todo está cambiando tan rápido, mamá. - Confiesa. - Kira se ha ido, Allison está de vuelta, y no sé dónde deja eso a Malia y a mí.
Melissa se sienta junto a él, ofreciendo un oído atento y un hombro en el que apoyarse.
- La vida tiene su manera de sorprendernos. - Dice con una voz calmada. - Pero recuerda, Scott, que no tienes que tomar todas las decisiones de una vez. Dale tiempo al tiempo.
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Teen Wolf
FanfictionPasaron dos años desde lo que pasó la última vez. La historia de los protagonistas continúan, aunque ya no son adolescentes y estudiantes del instituto, Beacon Hills sigue siendo el hogar de la manada Mccall. Todos los personajes originales son de...