La luna llena colgaba en el cielo de Beacon Hills como un faro silencioso, iluminando la ciudad con su resplandor plateado. La manada McCall se había reunido en la reserva natural, un lugar seguro y aislado, para ayudar a Rebekah en su primera transformación. La tensión era alta; nadie sabía cómo reaccionaría ante la poderosa influencia de la luna.Scott, con la experiencia de un alfa y la empatía de un amigo, se mantuvo cerca de Rebekah, listo para guiarla a través de la tormenta emocional y física que se avecinaba. Lydia, cuyos poderes de banshee podían sentir el cambio en el aire, murmuraba palabras de aliento. Stiles, armado con su ingenio y una mochila llena de suministros médicos, vigilaba ansiosamente.
Mientras tanto, en las calles de Beacon Hills, Tyler Adler, un chico que recién terminaba su turno en un restaurante local, caminaba hacia su casa. La noche estaba tranquila, demasiado tranquila. De repente, una figura oscura emergió de las sombras, sus ojos brillando con un brillo sobrenatural. Era el hombre lobo alfa, el mismo que había mordido a Rebekah.
Tyler corrió, pero el alfa era más rápido. Con un gruñido feroz, el alfa atacó, dejando a Tyler herido en el suelo. Confundido y aterrorizado, Tyler se arrastró hasta el hospital más cercano, su mente girando con preguntas sin respuesta.
Melissa McCall, trabajando en su turno nocturno, vio a Tyler entrar, su rostro pálido y sus ojos llenos de miedo. Reconoció la herida de inmediato; era idéntica a la de Rebekah. Sin perder tiempo, llamó a Scott.
-Scott, tienes que venir al hospital. - Su voz era urgente. - Hay otro chico, otro adolescente con la misma herida que Rebekah.
Scott sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. Esto no era una coincidencia; era una señal de que algo más grande estaba sucediendo en Beacon Hills.
-Estoy en camino, mamá. - Respondió, su tono era firme pero preocupado.
Dejando a la manada a cargo de cuidar a Rebekah, Scott se dirigió al hospital, su mente trabajando a toda velocidad. ¿Quién era este alfa y por qué estaba atacando a adolescentes en Beacon Hills? Una cosa era segura: la manada McCall tenía un nuevo desafío por delante, y tendrían que enfrentarlo juntos.
La luna llena se elevaba, un testigo silencioso de los eventos que se desplegaban en Beacon Hills. En el hospital, la tensión era palpable. Melissa McCall, con años de experiencia en situaciones de emergencia, no podía evitar sentir una corriente de inquietud al ver a Tyler Adler, otro joven marcado por la violencia del alfa.
Scott llegó al hospital, su mente corriendo a través de posibilidades y estrategias. Observó la herida de Tyler, tan similar a la de Rebekah, y sintió cómo el peso de la responsabilidad se asentaba sobre sus hombros.
-Tyler, sé que esto es mucho para procesar, - comenzó Scott, su voz calmada pero firme, - pero no estás solo. Vamos a averiguar quién está haciendo esto y por qué.
Tyler, aún aturdido por el dolor y el shock, asintió débilmente. La confianza que emanaba de Scott era un faro en la tormenta que se había apoderado de su vida.
Mientras tanto, en la reserva natural, la manada hacía lo posible por mantener a Rebekah bajo control. La transformación era un espectáculo de fuerza cruda y belleza salvaje, una danza entre la humanidad y la bestia interior que ahora despertaba.
Lydia, con su conexión sobrenatural, sentía las ondas de energía que fluían a través del aire. Stiles, siempre el apoyo lógico, mantenía un ojo en los alrededores.
De vuelta en el hospital, Melissa observaba a Scott con Tyler. Su corazón de madre se llenaba de orgullo y preocupación. Scott había crecido tanto, había asumido su papel de alfa con una gracia que ella nunca había anticipado.
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Teen Wolf
FanfictionPasaron dos años desde lo que pasó la última vez. La historia de los protagonistas continúan, aunque ya no son adolescentes y estudiantes del instituto, Beacon Hills sigue siendo el hogar de la manada Mccall. Todos los personajes originales son de...