POR UNA MUJER No.1️⃣0️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 17 SANTIAGO IV

Una vez que Santiago y Román estuvieron delante de Norberto, Santiago se posicionó delante de él.

_ Sabes que cuando yo digo algo lo cumplo. - dijo mirándolo a la cara. Prometí averiguar si en verdad la chica había escapado como dijiste y lo hice, tenías razón, escapó de ti, pero no me contaste toda la verdad, no me dijiste que la habías escondido al interior de la sierra, ni que la abandonaste a su suerte dejándola sola y además atada, sin posibilidades de escapar o defenderse de los peligros

Norberto palidecía a cada palabra de Santiago.

_ Lo que hiciste fue una canallada. - lo miró con dureza. _ ahora la chica está muerta y gran parte de eso es tu culpa. Voy a ser bueno y no voy a terminar contigo como mereces, te perdonaré la vida, pero eso no quiere decir que no recibas tu merecido. Yo me tengo que ir, pero mis hombres se quedan, ellos se encargarán de hacer que mis órdenes se cumplan y solo te advierto una cosa, ya sabes que Román y su gente están bajo mi protección, no me importa si sea el peón más insignificante de este lugar, si le haces daño, o a alguien de ellos o dañas alguna de sus propiedades, estarás muerto y seré tan certero que ni siquiera te darás cuenta de por dónde te llegué, sabes que lo puedo hacer y lo haré - amenazó antes de salir.

Norberto lo miró alejarse, estaba muerto de miedo, claro que sabía que lo haría, ya había experimentado de primera mano lo que era capaz de hacer, si salía de esta con vida, que lo haría, porque él lo había prometido, ni loco se atrevería a meterse con él o con Román, ni nada que tuviera que ver con él, no importaba si lo tachaban de cobarde.

_ Asegurate de que le den su merecido. - Había escuchado a Santiago darle la orden a Román antes de alejarse. _ Bruno se encargará de él, mis hombres lo dejaran en el mismo lugar de donde lo sacamos. - dijo una vez fuera, cuando Norberto ya no los escuchaba. _ tu solo asegúrate de que no salga bien librado de esto, después de eso te prometo que no volverá a meterse contigo.

Luego de terminados sus asuntos con Román Santiago se marchó con la mayoría de sus hombres, Bruno permanecería ahí, con unos cuantos hasta que Norberto estuviera de vuelta en su territorio, instalado en su rancho, en su casa y sobre todo, que estuviera seguro de que no tomaría represalias.

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Después de una semana, Román suspiraba aliviado, los últimos hombres de Santiago liderados por Bruno por fin salían de su territorio rumbo a su tierra, había sido una gran presión tenerlos, porque sabía que además de lo que Santiago les había ordenado que hicieran, también lo estaban vigilando a él y cualquier error podía provocar que Santiago deshiciera el trato que tenían. Después de eso las cosas empezaban a volver a la normalidad para él.

Javier que había regresado de su infructuosa búsqueda después de tres días, estaba triste y melancólico, hacía su trabajo dando más de lo que se esperaba de él, pero no hablaba con nadie, y en lugar de quedarse en el rancho con él como lo hacían siempre se Marchaba al suyo, de donde no salía, hasta que era tiempo de regresar al día siguiente a trabajar de nuevo, a él no le gustaba su actitud, pero sabía que solo necesitaba tiempo para que volviera a ser el mismo de siempre.

También estaba Francisco, tenía casi toda la semana sin verlo, sospechaba que se había escapado y por consiguiente se le estaba dificultando detectar a los traidores. Si tan solo Javier estuviera al cien por ciento estaba seguro de que con Francisco o sin él, ya hubiera descubierto de quienes se trataba, pero estaba muy apático en cualquier cosa que no fuera el trabajo físico, quizás tratando de terminar el día rendido y no pensar en la ausencia de Amanda.

A todos les había afectado lo sucedido, ella había sido una mujer dulce y amable, todos los que la habían tratado, la recordaban con cariño. Incluso para Angelina y Teresa debía de ser muy difícil, porque era con quienes había convivido por más tiempo.