POR UNA MUJER No.1️⃣0️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 18 ENCUENTRO INESPERADO

Javier caminaba a la Rivera del rio, jamás en su vida se había sentido tan frustrado, tan engañado y tan perdido. La alegría que sentía, se disipaba con la furia que fluía por su interior

Estaba amaneciendo, la noche anterior había llegado de la ciudad, no iba con mucha frecuencia y el día anterior lo había hecho, se preguntaba que hubiese sucedido de no haber realizado ese viaje, ¿cuánto tiempo más, hubiese estado en la ignorancia?

Hacía nueve meses que su vida había dejado de tener sentido, nueve meses de angustia, de tristeza, de lamentarse y reprocharse a sí mismo el no haber actuado a tiempo, el no haber impedido que su amigo se casara con ella, él no haberla alejado de él cuando pudo. Nueve meses de dolor infinito. Matándose trabajando para caer rendido y no pensar, horas, días, quizás meses, ya ni recordaba bien, de escuchar las palabras de su amigo repitiéndose una y otra vez en su cabeza, cuando le confesó que justo antes de que desapareciera había estado pensando en darle el divorcio para que ellos fueran felices, palabras que habían llegado demasiado tarde.

_ La última vez que me la lleve a casa - había dicho Román, estando sentados justo donde se hallaba parado en esos momentos, a la ribera del río. _ pensaba darle el divorcio.

_ ¿Porque lo harías? - había preguntado él sin ocultar su sorpresa.

_ Porque aunque tardé, por fin entendí. - había dicho mirando a la distancia, se notaba que era difícil para él reconocer su derrota. _ vi cómo la mirabas cuando nos alejábamos, además te enfrentaste a mí, jamás lo hubieras hecho de no haber significado tanto para ti.

_ Pero seguías peleando, insististe en tenerla contigo y alejada de mi. - lo miró sin comprender.

_ Lo sé, suelo tardar en reaccionar, me conoces, estaba celoso, no quería aceptar que te prefería a ti, sabiendo que era mi esposa, si se hubiera tratado de otra mujer, no me hubiese importado, pero ella aunque no la amaba era especial para mi. Lamento tanto haber reaccionado tan tarde. Perdóname por favor.

_ Perdóname también. - pidió. _ no debí entrometerme en tu vida, debí haber hablado sobre mis sentimientos antes de que te casaras con ella, pero no lo hice y no tenía derecho ha hacerlo después y créeme, no lo hubiera hecho, no quería pelear contigo. - Había reconocido. _ pero te estabas comportado como un patán con ella, te juro que, si la hubieras tratado bien, no me hubiese metido.

_ Los dos nos equivocamos. - dijo Román.

_ Así es. - aceptó Javier. _ somos unos idiotas cuando de mujeres se trata. por cierto, gracias.

_ ¿Por qué? - ahora él era el sorprendido.

_ Por enviarme a Matías cuando quedé inconsciente en aquel primer encuentro entre nosotros, de no haber llegado quizás no estuviera aquí.

Román había sonreído.

_ Aunque estaba muy enojado contigo, no podía dejarte, siempre fuimos amigos, siempre nos ayudamos. Pero voy a matar a ese chismoso de Matías.

_ No fue él. Yo averigüe por mi cuenta. - no le dijo que había sido a través de aquella enfermera que lo atendió en el hospital, ella había averiguado quien había pagado la cuenta y después él había confrontado a Matías, quien terminó aceptándo que Román lo había enviado y se había hecho cargo de los gastos.

_ Lamento que todo se haya dado de esta forma. - palmeó su espalda. _ nunca imaginé que se la llevarían y que no la volveríamos a ver.

Javier lo había mirado aceptando sus disculpas, entonces había apreciado sus palabras, pero ahora se daba cuenta... tanto tiempo perdido, lamentándose porque esa decisión había llegado demasiado tarde, y pensando que ella ya no estaba y no estaría nunca.