Román la miró de nuevo era frustrante solo poder hacer eso, mirarla, en esta ocasión se hallaba en su casa, y él invadiendo su propiedad y a la distancia, a través de la ventana, la miró tomar al bebé de su amiga en sus brazos, se veía tan hermosa, no pudo dejar de pensar que le encantaría hacerla su esposa y en lugar de que le brindara su atención y cariño a ese bebé, lo hiciera con uno que fuera de ambos.
_ ¿No te cansas de mirarla? - lo sobresalto la presencia de Javier.
Él no contestó,
_ En lugar de estar acosándola, deberías decirle de una vez que la amas.
_ No la estoy acosando y no lo hago porque no me deja, ni siquiera me ha permitido hablar con ella, pensé que su madre era difícil, pero ella se las gana todas.
_ Tienes que buscar la forma. - lo animó. _ si no, se te va a ir de nuevo.
_ Sobre mi cadáver se va. - dijo con decisión. - soy capaz de secuestrarla antes que dejar que se marche de nuevo.
_ ¿Y que termine odiándote?
_ No lo hará. - dijo seguro de sí mismo. - se cómo tratar a las mujeres.
_ Se ve cómo has podido con ella. - se burló.
_ Te ríes, pero es cierto. - lo miró serio _ nunca ninguna mujer se me resistió como ella y la verdad es que ya no sé qué hacer, ella no me quiere ver, mucho menos hablar y su madre la apoya, sé que si Angelina estuviera de mi lado hasta me ayudaría.
_ Pero no lo está, ¿crees que se pondría de parte del hombre que hirió a su hija? yo te mataría.
Román rio, tenía razón, estaba delirando al pensar que ella pudiese ayudarlo a conquistar a su hija, él mismo, si tuviese una hija o una hermana mataría a quien le hiciera daño.
_ ¡Decídete! - lo instó. _ deja de mirarla y ve por ella o lárgate de una vez y déjala en paz.
_ No todos somos como tú. - se quejó. _ que tienes las cosas claras desde el principio y luchas por lo que quieres, a mí me cuesta, nunca tuve que luchar por una chica y la verdad es que no se hacerlo.
_ Es tiempo de que aprendas. - sonrió divertido, mientras daba la vuelta para retirarse. _ me marcho, nos vemos mañana
_ Saluda a Amanda. - le devolvió la sonrisa despidiéndose con un ademán de la mano.
En lo que ambos se despedían escucharon gritos de desesperación. Ambos miraron hacia la casa. Teresa salía corriendo con el bebé en brazos seguida por su amiga.
_ ¡AYUDA! - gritaba desesperada. _ ¡MI BEBÉ, SE AHOGA! - en su carrera no miró a esos dos hombres que ya corrían hacia ellas
Román detuvo su carrera sosteniéndola de los hombros.
_ ¡NO RESPIRA! - gritó angustiada. _ ¡HAS ALGO! ¡MI HIJO SE MUERE!
Román se quedó estático mientras la contenía, en tanto que Javier tomaba al bebé en sus brazos, con rapidez le quitó las cobijas que tenía encima, lo tomó colocándolo boca abajo sobre su ante brazo le dio cinco golpes en la espalda, el bebé no respondió, por lo que lo volteo boca arriba, le dio masaje sobre su pecho, miró su pequeño rostro, empezaba a tomar un ligero color morado, Javier escuchaba los gritos de desesperación de Teresa y los sollozos de la otra mujer que miraba la escena asustada.
Javier se sentó en cuclillas, volvió a poner al bebé boca abajo y repitió la primer maniobra, en esta ocasión miró con alivio como una gran cantidad de flema escurría por su boca, con una de las mantas que había quedado cerca procedió a limpiar los restos de flema de su boca. Luego lo colocó boca arriba constatando que empezaba a respirar después de toser.
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POR UNA MUJER No.1️⃣0️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceRomán Sánchez arrogante atractivo y un importante jefe del crimen organizado, es un soltero empedernido, sin embargo, decide contraer matrimonio pensando que lo hace con la mujer indicada. Javier Hernández, hombre valiente y leal, carismático e irre...