POR UNA MUJER No.1️⃣0️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 22 BODA

Román miró el ir y venir de gente extraña en el rancho, se sintió vulnerable, alguien podía colarse y hacer daño a la gente que amaba, sin embargo se obligó a confiar, Era el día más importante de su vida, ese día se uniría a la mujer que amaba, ese día sería el día que renunciaría a su vida de don Juan y se centraría en una sola mujer, aunque, a decir verdad, hacía más de un año, desde aquella noche en que ella, se entregó a él sin reserva, había quedado marcado y aunque lo había intentado en un principio, no logró estar con ninguna mujer, porque ninguna era ella y ninguna le hacía sentir lo que ella le había hecho sentir.

Ahora sabía que Teresa era su destino, era la que lo llenaba, lo que lo hacía sentir feliz, sentirse pleno, lo hacía sentirse lleno de vida, de expectativas.

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Javier se posicionó junto a Román, no estaba nervioso, estaba expectante, era el día de su boda, el día que había esperado con ansias, el día en que por fin Amanda se convertiría en su esposa, en su mujer, era el día en que sería suya y nada ni nadie podría separarlos.

Aunque ya vivía en su casa y lo atendía como lo hiciera una esposa, ella le había pedido tiempo, tiempo que él le había dado y le había prometido respetarla hasta el día de su boda, promesa, que le había costado, pero la había cumplido, él amor todo lo podía.

Miró a su alrededor, los invitados eran pocos, ninguno de los dos tenía familia, tampoco Amanda, salvo su madre que no había acudido, tampoco su padre que había huido después de aquella ocación en que se la llevó y no había regresado, luego estaba Teresa, ella tenía a su madre, algunos tíos y primos y su amiga que, además, era la niñera de su bebé, Teresa le había propuesto quedarse y lo había hecho.

Los demás invitados eran amigos de ambos y algunos de sus socios.

Miró más allá de los invitados, había gente contratada para organizar la boda doble, la gente y las empresas habían sido recomendados y el personalmente se había encargado de verificar que sus datos fueran reales y que fueran quienes decían ser. Miró más a lo lejos ahí estaban sus hombres, gente de seguridad resguardando el lugar y a sus invitados, eran pocos, Santiago le había sugerido que así fuera, el debería hallarse presente pero no estaba, una alarma se activó en su cerebro, pero la ceremonia estaba empezando, ya no había marcha atrás, las dos novias se veían maravillosas, pero sus ojos se centraron en Amanda, era única, era todo lo que alguna vez había deseado.

La ceremonia terminó, los novios se dieron su primer beso como marido y mujer, la gente absorta en lo que ocurría al frente no se percataron de lo que sucedía a sus espaldas.

Cuando Román y Javier quisieron reaccionar ya no era posible, ya Francisco caminaba hacia ellos con su arma apuntando y varios hombres con él. Román Y Javier sólo atinaron a cubrir a sus esposas con sus cuerpos, no estaban armados, no ese día, ambos veían con asombro como los pocos hombres que habían estado custodiando el lugar habían sido sometidos, había más hombres de Francisco por todo alrededor.

_ ¿Qué es lo que quieres? - se enfrentó Román a él.

_ Venganza. - dijo mirándolos a todos con furia. _ ¿te parece bien que mi hija se case y ni siquiera me hayan invitado a la boda. Apuntó hacia ella, pero Javier la cubría.

_ Yo personalmente hubiera invitado a su padre. - dijo Javier, pero un hombre que vende a su propia hija no es un padre, es una alimaña. - lo miró con desprecio.

_ Muy bien. - lo miró con burla. _defiéndela. _ este es el momento que he estado esperando, acabar con ustedes dos, pero muy especialmente contigo. Apunto a su cabeza. Siempre te entrometiste en mi vida, en mis planes, si no fuera por ti, ahorita yo ya sería el amo y señor de todo esto, y ahora ¿te burlas de mi casándote con la zorra de mi hija?, eso jamás lo permitiré. - movió el arma hacia su pecho y ante el desconcierto de todos disparó.