POR UNA MUJER No.1️⃣0️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 4 POR AMOR

Amanda se había retrasado más de lo normal, nunca imaginó encontrarse con Javier, pero había sido muy gratificante, se sentía mucho mejor, el haberse desahogado la había ayudado.

Cuando entró a la casa notó que había demasiado silencio, no era tan tarde para que los empleados se hubiesen retirado ya, pero parecía que así había sido

Iba a dirigirse hacia su recamara cuando lo escuchó.

_ ¿Qué hora es esta para estar fuera de casa? - gritó Román saliendo de las sombras. _ ¿me puedes decir en donde demonios estabas?

Ella se volvió sobresaltada, él jamás le había hablado fuerte, menos gritado como lo hacía ahora.

_ ¡CONTESTAME! - gritó furioso tomándola con fuerza del brazo. _ ¿con quién estabas?

_ Fui a dar una vuelta. - alcanzó a decir en un susurro. Estaba muy asustada.

_ ¿A estas horas? - insistió. _ ¿con quién? - apretó su agarre.

_ ¡Por favor! ¡Me lastimas! - intentó soltarse.

_ ¡Eres una maldita mentirosa! - dijo arrastrándola con furia hacia la recamara.

Una vez adentro la soltó por fin, aventándola contra la pared. Ella pensó que la encerraría y la dejaría ahí, pero con horror miró como cerraba la puerta con llave y se volvía hacia ella. Estaba furioso, lo había visto antes así, cuando perdía los estribos con alguno de sus hombres, pero jamás con ella.

_ ¡De modo que no permites que yo esté cerca de ti! - gritó furioso. _ ¡pero si dejas que otro te ponga las manos encima!

Ella lo miró con angustia, no entendía a que se refería, hasta que recordó de donde y de con quien venía, no podía negarlo ¿cómo le explicaba su encuentro con Javier? Seguramente alguien los había visto y le había contado.

_ ¡Te he cuidado! - gritó. _ te he respetado, pensé que eran los nervios por ser el primer hombre en tu vida y te tuve consideración. - se acercó a ella tomándola de los brazos con brusquedad. _ ¿Sabes que jamás he tenido consideración con ninguna mujer? - la miró con furia. _pero contigo lo hice, porque pensé que eras diferente y resultaste peor que las demás, porque de ellas sabía que esperar, pero tu... Tu...

_ ¡Por favor! - suplicó angustiada intentando soltarse de su agarre.

_ ¡Por favor qué! - gritó. _ ¿te angustia que tome lo que es mío? Me engañaste, me dijiste que me amabas y te estuviste riendo de mí.

_ ¡NO! - lo miró con desesperación. _yo nunca dije...

_ ¡Cierto! ¡No lo dijiste, pero me hiciste creerlo! - dijo con dolor. _y me casé contigo, así que ahora voy a tomar lo que es mío. Se quitó la camisa sin dejar de aprisionarla con su cuerpo contra la pared. _eres mi esposa y es lo menos que merezco.

Ella empezó a forcejear, sabía que jamás podría contra él, era grande, musculoso, fuerte y estaba muy enojado. Intentó evitar sus besos, que en otro tiempo no le parecieron tan mal, pero que ahora le daban asco.

_ Imagina que soy Javier. - dijo con burla. _ después de terminar contigo buscaré a ese traidor. _la sujetó del cuello para evitar que siguiera luchando.

Ella se removió, pero se dio cuenta de que entre más luchaba, él apretaba más su agarre, así que se quedó quieta, sabía que jamás le ganaría, pero no quería entregarse a él, no lo amaba, aunque había aprendido a verlo con otros ojos, no era el ser cruel y despiadado que todos veían en él, sin embargo, ahora tenía cierta razón en estar tan furioso, pero eso no le daba derecho a tomarla por la fuerza.