CAPÍTULO 16 SANTIAGO III

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Amanda se sorprendió de no ver a un matón mal encarado esperándola, por el contrario, era un hombre de mediana edad, bien vestido, sumamente atractivo, pero no lo conocía.

_ Mi nombre es Santiago Moran. - dijo con voz firme. _ su esposo y yo tenemos algunos negocios en común.

Ella, se sobrecogió al escuchar de Román.

_ Verá. - se acercó él. _ en el rancho todos están preocupados, piensan que algo malo le sucedió.

Ella sonrió con timidez, era obvio que algo malo le había sucedido, su rostro y su cuerpo lo gritaban.

_ Lo sé. - dijo el adivinando sus pensamientos, me refiero a que, desde que desapareció hasta ahorita ha pasado mucho tiempo, aunado a la condición en la que la dejaron nadie cree que esté viva.

_ ¿Cómo dio conmigo? - interrogó ansiosa, si él la había encontrado, seguramente los demás también lo harían.

_ Eso es lo de menos - dijo él. _ el punto es, si usted desea regresar.

_ Preferiría no hacerlo. - dijo con timidez.

_ Su esposo y su amigo Javier están muy preocupados por usted.

_ ¿Los dos? - lo miró con sorpresa.

_ Si, ambos la han estado buscando.

_ pero... ¿Están juntos?

_ ¿Porque no deberían? - la miró intrigado. _ siempre están juntos.

_ Estuvieron peleando por mi causa. - bajó la mirada.

_ ¿Por eso no desea regresar? - observó su reacción. Ahora entendía, Román era el esposo, pero su amigo estaba enamorado de ella. Sí que era una situación difícil, sobre todo para ella.

Amanda sólo asintió a su pregunta.

_ Ellos siempre han sido amigos, siempre han estado juntos y las últimas semanas se pelearon, Javier casi muere. - se sobresaltó al recordar. _ Román lo despidió y lo amenazó de muerte y... La verdad no quiero ser la causa de que se separen, o de que se hagan daño uno al otro.

_ Entiendo. - dijo Santiago y de verdad lo entendía, quizás fuera mejor de esa forma, que ellos creyeran que había muerto, así volverían a su vida normal, según lo que él había visto estaban juntos de nuevo y no parecían llevarse mal, sin su presencia cualquier resentimiento que hubiese existido entre ambos, seguramente quedaría en el pasado, en esta ocasión estaba de acuerdo con ella.

_ No les dirá que me vio. ¿Verdad? - lo miró con su rostro angustiado.

_ No lo haré. - dijo. _ pero me gustaría saber que tiene pensado hacer. ¿A dónde va a ir? ¿De qué va a vivir? La ciudad no es como el rancho. Aquí probablemente no le tiendan la mano como lo harían allá, generalmente no lo hacen con desconocidos.

_ Me quedaré unos días aquí, mi amiga, la que hizo que me trajeran a este lugar, prometió ayudarme en lo que sea, dijo que en este lugar estaré segura, cuando me recupere buscaré trabajo y conseguiré un lugar en donde vivir. No quiero regresar a casa, ni con mi esposo, ni con mi padre, porque volverá a entregarme a otro hombre. - se abrazó a sí misma temblorosa.

_ ¿Fue el quien te hizo esto? - se acercó y revisó su rostro aún amoratado en algunas zonas.

Ella sólo asintió con sus ojos cristalizados.

_ Te diría que vinieras conmigo a mi rancho, estoy seguro de que mi esposa te cuidaría bien, pero te estaría exponiendo a que algún día te encuentres con Román o con Javier, en el futuro vamos a estar trabajando muy de cerca...

POR UNA MUJER No.1️⃣0️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora