POR UNA MUJER No.1️⃣0️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 20 REGRESO

Un año dos meses, era lo que Teresa había estado fuera, y no hubiera regresado, de no ser porque su madre había tenido un accidente y necesitaba de su ayuda. Había resbalando y al caer se había fracturado una pierna, ahora estaba en cama imposibilitada para moverse y trabajar.

Cuando le dijo que regresaría, ella le pidió que no lo hiciera, pero Teresa, sabía que la necesitaba, aunque ella lo negara, sabía que era muy responsable con su trabajo y se sentiría mal de no poder cumplir con sus obligaciones, aunque también sabía que Román no le exigiría lo que no podía dar, sin embargo su madre era muy testaruda y si no estaba a su lado, seguro se levantaría antes de tiempo, así que aquí estaba, de nuevo en el rancho de Román, en su casa, bajo sus órdenes y de vuelta bajo su escrutinio, ese que tanto había odiado en el pasado, porque la ponía nerviosa y porque sabía que para él no significaba nada, sólo había sido una más de sus aventuras.

No lo había visto y no quería hacerlo. Llevaba dos días de haber llegado y para su fortuna no habían coincidido, quizás debido a que no se estaba quedando en la casa principal, lo estaba haciendo en la casa que había sido de sus padres antes del accidente de él y de que ellas fueran trasladadas a la casa de Román.

*****
Román la miró venir, estaba justo en su camino, ahora no se podría escapar, era imposible que fingiera no verlo, como lo había hecho en otras ocasiones.

Sabía que se estaba quedando en su antigua casa, también sabía que la acompañaba una amiga con su bebé y que ambas estarían solo por un tiempo, <<al menos su amiga>> pensó, a ella no la dejaría marcharse.

_ ¡Teresa! - la llamó acercándose a ella. _ ¡espera!

_ ¿Qué deseas? - dijo intentando aparentar indiferencia.

_ ¿No piensas saludarme? ¿O al menos decirme que regresaste?

_ ¿Pará qué? - siguió su camino. _no creo que te interese saber que estoy aquí. - dijo sin mirarlo siquiera.

_ Tenemos que hablar. - se interpuso.

_ No lo creo - lo miró con desdén.

_ Tenemos que aclarar lo que pasó.

_ No pasó nada. - intentó seguir su camino.

_ ¡Teresa! - la detuvo por el brazo, exasperado. _ sabes que si pasó.

_ ¿No te parece fuera de lugar que hasta ahora quieras hablar de algo que sucedió hace más de un año?

_ Desapareciste. - se excusó, nadie supo de ti y tu madre no quiso decirme en donde encontrarte.

_ Desaparecí. - repitió conteniendo su enojo. _ esperé una semana pensando que hablaríamos del tema, pero el que no apareció fuiste tú. - alzó la voz. _luego esperé otra semana en la que prácticamente rehuiste de mí, ni siquiera un saludo merecí de tu parte. Simplemente me ignoraste y me sacaste la vuelta, así que me quedó bien claro cuál era tu posición al respecto.

_ Teresa... Yo...

_ Ni te molestes en inventar una excusa. - lo miró con resentimiento. _ no te iba a reclamar entonces, ni lo haré ahora, soy una mujer adulta y sabía lo que hacía, me equivoque, lo sé, nunca debí... Pero lo mínimo que esperaba era que lo habláramos.

_ Podemos hablarlo ahora. - insistió el. Estaba consternado porque ahora se daba cuenta del daño que había causado.

_ Ya no tiene caso. - insistió ella. _sé que para ti aquello no fue nada, fui una más del montón. Pero eso lo sabía desde antes de que sucediera, así que no te preocupes, no vengo a exigir nada, si estoy aquí es porque mi madre me necesita, nada más. En cuanto ella esté bien me marcho, así que puedes dormir tranquilo.