La noticia de la tragedia en el camino, corrió rápidamente a oídos de la familia de Verónica.
— NO, MI NIÑA QUÉ TE HICIERON — Grita Ana, la madre de Verónica
Roberto estaba desesperado y tomaba su cabeza entre las manos, tratando de no enloquecer con aquella noticia, puesto que era su mayor miedo.
— Dónde está Verónica, ¿se encuentra bien? Porque nadie dice nada - pregunta angustiado Roberto
— No lo sabemos señor, solo encontramos a su dama y algunos de los cadáveres de los hombres que las escoltaban — respondía un guardia.
— Esos malditos, secuestraron a mí Verónica — continuaba diciendo Ana
— Tengo que salir ahora a buscarla — Dice Roberto.
Antes de que pudiera salir por la puerta, entras Felicia a la casa acompañada de guardias. Se encontraba aledonica, con la mirada perdida y con notorias marcas de golpes. Roberto inmediatamente, toma a Felicia por los hombros y la sacude.
— Felicia dime dónde está Verónica. Responde niña.
Uno de los hombres detiene a Roberto y le aparta, ya que la joven estaba aún conmocionada por lo vivido.
— Señor por favor, trátela con delicadeza. Ha sido brutalmente atacada y su honra ha sido manchada.
— Por favor Felicia. Necesitamos saber dónde está Verónica, si tú nos ayudas podremos rescatarla — decía Ana.
— No pueden ayudarla — responde Felicia
— ¿Por qué dices eso? — pregunta Roberto
— ¿se la llevaron esos bandidos? — dice Ana
— Ya no pueden ayudarle — continuaba diciendo Felicia con la mirada baja.
La madre de Verónica abraza a Felicia, llora y continuaba diciendo.
— Por favor mi querida niña, dinos dónde está Verónica
Felicia comienza a llorar, estaba aterrada y temblaba.
— Ella está muerta
Roberto siente como las fuerzas de sus piernas son succionadas por el suelo y se esfuerza por no caer, pero aquello le hace tambalearse.
— ¿Qué estás diciendo niña? ¿Dónde está Verónica?
— Ella quería ser pura, no dejó que la tocarán. Se lanzó por el acantilado.
La madre de Verónica llora y acaricia Felicia en el cabello.
— Ahora estás a salvo, ya todo pasó — Ana les habla a las criadas — lleven a Felicia a una recámara y llamen a un médico.
— Debo salir a buscar a Verónica, si ha caído por el acantilado puede ser que esté malherida y necesita ayuda — decía Roberto de manera desesperada.
— Mi señor, sí ha caído en donde encontramos la caravana, ella no podría... — El guardia que estaba a su lado dudaba en continuar su relato
— ¿Qué dices? No podría ¿qué?...
— Sobrevivir. Ha caído en los terrenos del jardín de la inocencia
Por la puerta llega corriendo el padre de Roberto al enterarse de la noticia.
— Hijo, vine apenas lo supe. ¿Dónde está Verónica? ¿Ella se encuentra bien?
— La última vez que la vieron ha caído por un acantilado, en los terrenos del jardín de la inocencia.
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El Jardín de la Inocencia
FantasyEl guardián despiadado que protege el camino que une a los dioses y los humanos, siempre ha vivido solo desde su nombramiento. Pero, nadie quiere estar solo por la eternidad, lo que puede repercutir en la importante tarea como defensor del jardín de...