Capítulo 4: Crea fama y acuéstate a dormir.

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°Clara°.

Eran casi las 9:00 pm y papá aún no llegaba del trabajo. Ya habíamos cenado y le habíamos dejado su parte en el microondas, como se había vuelto costumbre los últimos meses.

Luego de que volvimos del restaurante le pregunté a mamá si le pasaba algo, a lo que ella me respondió que no, que todo marchaba bien, aunque su cara me dijera lo contrario no estaba dispuesta a insistir, si había alguna mala noticia rondando no quería enterarme el día de mi cumpleaños.

Pasé la tarde jugando con mis primos, nuestra casa es bastante espaciosa, tiene 4 cuartos, 3 baños, una sala, un lugar de estudio donde hacemos nuestras tareas, el comedor, la cocina, una sala de juegos que papá había mandado a construir hace unos años atrás para que pudieramos colocar nuestros juguetes, y ver películas en el televisor inmenso que había, junto con unos muebles bastantes cómodos, y en la parte de atrás se encontraba el lavadero y el patio, donde me había cansado de correr y jugar el día de hoy con mis primos, los cuales se habían ido antes de que cayera la noche.

No alcanzaron a probar el pastel, se supone que papá lo traería y aún no ha llegado.

Ya me había quitado la ropa y me había colocado la pijama, estaba acostumbrada a acostarme temprano.

Me fui con Luz al cuarto y nos recostamos mientras mamá nos colocaba una película de Barbie en el <blu-ray>. Casi nunca la terminabamos de ver, por lo general nos dormimos antes de que terminara.

Mamá se acostó con nosotras y cuando la película llevaba un poco menos de media hora, Luz ya se encontraba en un sueño profundo.

Cuando ya se estaban cerrando mis ojos pude oír el portón de la casa abrirse.

- ¡PAPÁ HA VUELTO! - Dije emocionada, me levanté de manera veloz y corrí para asomarme por la ventana.

Mamá me siguió y sólo se recostó del arco de la sala.

Vi a papá bajarse del auto con una caja y un refresco, supuse que era mi pastel así que me emocioné aún más.

- ¡Feliz cumpleaños, mi flaca! - me dijo al abrir la puerta y entrar a la casa.

- Muchas gracias, papi, eres el mejor, te amo.

- Te mereces lo mejor hija, nunca te conformes con menos - me dio un tierno beso en la cabeza.

Yo tenía al mejor papá del mundo, es verdad que trabajaba mucho pero siempre buscaba la manera de estar pendiente de nosotras, y nos trataba como unas princesas, nos decía que no esperaramos menos cuando un hombre nos quisiera <endulzar la oreja>.

Papá colocó la caja sobre la mesa y me acerqué para abrirla y observar el pastel, cuando mamá se acerco y me dijo:

- Hija, está algo tarde para comer dulce, ¿Te parece si dejamos el pastel para mañana?

Queria comerlo hoy pero mamá tenia razón, ya no era hora de comer dulce, podía dolerme la barriga luego.

- Está bien, mami, sólo le echaré un vistazo para saber de qué es.

Abrí la caja y vi una jugosa torta selva negra, con cerezas, chocolate rallado y mucha crema chantilly, se me hacia agua la boca.

Cerré la caja antes de que quisiera pegarle un mordisco y me despedí de mamá y papá para irme a mi cuarto a dormir.

°Erick°.

Ya estaba en mi habitación con Laura, la cual no me había dirigido la palabra desde que llegué, la tensión podía tocarse con las manos, me estaba desvistiendo cuando decidí acabar con el silencio.

- Perdona por haber llegado tan tarde, es que ocurrió un inconveniente con unos planos.

Quería decirle que ya había terminado todo con Sofía, pero luego de las palabras que me dijo antes de salir de la oficina necesitaba cerciorarme de que no cometiera una locura en contra de mí, o peor, de mi familia.

- Ya estoy acostumbrada a tus desplantes, Erick, no tienes que disculparte. Tenemos que hablar del tema del divorcio.

- Laura, no me quiero separar de ti, te prometo que voy a luchar por recuperar a nuestra familia, por recuperarte a ti, mi amada esposa.

De verdad la amo, en todo el camino del trabajo a la casa estuve pensando en todas las cualidades que tiene Laura y en lo maravillosa que es, no podía perderla, había sido un imbécil por no valorarla.

- Erick, esto no es cuestión de querer, tú tomaste tu decisión y ahora atente a las consecuencias. No es mi culpa que hayas cambiado a un diamante por plástico derretido.

- Por favor, dame una oportunidad, te prometo que todo será diferente, solo dame unas semanas ¿Si? No las quiero perder...

- Te dejaré permanecer aquí en casa para que las niñas estén tranquilas, de igual modo debemos hablar con ellas y ponerlas al tanto de la situación, hoy Clara me preguntó si me sucedía algo, ella no es tonta así que hay que buscar la manera de decirles.

- Laura, por favor...

- Erick, basta - dijo en un tono de molestia.

No estaba llegando a nada con esta conversación así que decidí desistir de las palabras y comenzar con las acciones.

- Está bien no seguiré insistiendo, descansa, te amo.

No me respondió, sólo se dio la espalda en la cama.

Tengo tantas cosas en la mente que ésta será una larga noche...

Sueño profundo🌹 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora