Capítulo 9: El principio del fin.

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11 de mayo, 2014.

Día de las madres.

Había pasado más de un año desde que las cosas en casa habían cambiado para bien, Erick era el mismo de antes, Laura había recuperado todo el peso que perdió, incluso se veía mejor que antes, Luz y Clara seguían siendo tan unidas como siempre y habían realizado varios viajes familiares.

A pesar de que Erick había sido cambiado de cede y comenzó a trabajar fuera de la ciudad, siempre hacia lo posible por matenerse cerca de su familia.

Todo estaba marchando bien.

Era el momento perfecto para que las cosas se salieran de control.

°Clara°.

— ¡Luuuuz! — grité para llamar a mi hemana.

Le estábamos preparando una sopresa a mamá por su día, teníamos que aprovechar el tiempo ya que papá se la había llevado de compras.

Estaba muy feliz porque papá se encontraba con nosotras el día de hoy, desde el cumpleaños de Luz (19 de julio) no compartía una fecha especial con nosotras debido a que su trabajo fuera de la ciudad no le permitía venir con frecuencia.

Inclusive, no logró venir al de mamá ni al mío, pero tengo fe en que el siguiente año estará con nosotras.

— Listo, ya terminé de inflar los globos. ¿Ya envolviste el regalo? — dijo Luz mientras se sentaba en la esquina de la cama.

— Sí, está listo. — dije al colocarle el último trozo de cinta al papel de envolver y procedí a sentarme junto a ella.

Ya estábamos listas así que nos acostamos a esperar a nuestros padres.

Pasaron aproximadamente 30 minutos cuando escuchamos la puerta abrirse. Corrimos al cuarto de mamá y nos escondimos a un lado de la cama.

Escuchamos los pasos a la habitación y cuando vimos que se encendió la luz nos levantamos de golpe.

— ¡SORPRESAAA! — Dijimos en coro.

Mamá abrió su boca y se colocó las manos en sus cachetes, no sabía si estaba fingiendo o si realmente no se esperaba la sorpresa.

— Y ahora un poema — dijo Luz.

Del cielo cayó una rosa, y yo no soy poeta. Quisiera volver a ser una niña, para de nuevo probar tus tetas.

Mami, eres maravillosa, más hermosa que una osa, gracias por toda tu ayuda, cuando nos gritas nos dejas mudas, mami te amamos con nuestras vidas, nunca cambies tu hermosa esencia, dile a papi que no cocine más, sus arepas no tienen ciencia.

Los tres nos vimos con cara de <?> y luego soltamos una carcajada.

— Hija, ¿quieres probar mis tetas? — preguntó mamá cuando aún se estaba riendo.

— Eran deliciosas mami, las extraño — respondió Luz con cara de nostalgia.

— También yo — dijo papá mientras mamá le daba un golpe en el brazo.

Sueño profundo🌹 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora