Capítulo 13: Armados y peligrosos.

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Nota: Ya pueden leer el capítulo 12 completo.



Habían pasado 3 semanas aproximadamente desde la muerte de Erick.

Laura seguía con la vena inflamada en su frente, mientras que Luz y Clara estaban tratando de llevar su vida con normalidad.

Las tres lloraban a solas por las noches  y en la mañana fingían que todo estaba bien, no se permitían llorar una frente a la otra, pensaban que causarían más dolor del que ya existía y lo estaban evitando, llevaban su sufrimiento por separado.

Laura ya había recogido todas las pertenencias de Erick y las había enviado a casa de su suegra Yeni, para que se repartieran entre tus 3 hermanos varones. La pistola de reglamento había sido entregada al batallón que pertenecía Erick, y su arma de uso personal ya se había vendido y el dinero se lo había dado a su hermana Verónica para que se lo guardara en su casa.

A pesar de que estaban recuperándose de la muerte de Erick, todo había estado marchando con normalidad.

Era hora de recibir otro golpe.

09 de junio, 2014.
Hora: 6:30 am.

°Clara°

— Mamá vamos, se está haciendo tarde — le dije a mamá mientras terminaba de fregar mi plato.

—Voyyyy, por favor abre la puerta y enciende el auto — respondió desde el baño.

— Está bien — le dije mientras me dirigía a la puerta.

Estaba a punto de abrir la puerta cuando recordé que no me había colocado perfume.

Desde que papá murió había comenzado a usar su perfume, de cierta forma de hacía sentir que lo llevaba conmigo.

Me dirigí al cuarto a buscar el frasco cuando me topé con mamá en el pasillo.

— Olvidé el perfume — le dije mientras solté una risita.

— Apúrate que vamos a llegar tarde — se mofó.

Fui lo más rápido que pude, me coloqué el perfume y me dirigí de nuevo a la puerta, mamá ya había salido y estaba a punto de subirse al auto cuando vi a un hombre pegarse detrás de ella con... ¿Una pistola en su mano?

Mi cuerpo se tensó, nuestro estacionamiento era cerrado, solo había una abertura en el techo por donde entraba la claridad a las plantas del jardín, era la única manera de que ese hombre llegara a donde estaba.

Mi primera reacción fue dirigirme hacia la puerta y cerrarla para así impedir que entrara a la casa.

Justo cuando estaba por cerrarse sentí como alguien la empujó desde afuera y me estampó contra la pared.

— Quieta — me dijo ese hombre desconocido mientras posaba su pistola sobre mi frente.

Podía sentir lo fría que estaba la punta del arma y como mi corazón se aceleraba en cada latido.

El hombre me miró de arriba a bajo, yo traía puesto mi uniforme del colegio así que no se le haría difícil saber más o menos que edad tenía.

Nuestras miradas se desviaron al pasillo donde se encontraba Luz paralizada viendo hacia nosotros, sin saber qué hacer.

— Quieta niña — dijo el hombre mientras quitaba su arma de mi frente para apuntarle a Luz y me sostenía del cuello.

Sueño profundo🌹 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora