Capítulo 8: ¿Felices para siempre?

87 17 18
                                    

°Erick°

Luego de desayunar con Clara y las niñas me dirigí al despacho del Juez a aclarar mi situación, yo tenía pruebas de que las acusaciones de Sofía eran falsas, tengo todos los mensajes en mi teléfono de nuestra relación, tengo la carta de autorización que me dio para ir a retirar a Sasha de la guardería, tengo copia de la llave de su apartamento, tengo los papeles del mismo y del auto. Aún así, quería hablar con el Juez antes para ver si se podía llegar a un acuerdo antes de que comenzara la audiencia.

Cuando llegué me dijeron que había salido y que volvía para la hora de mi audiencia. Eso no me daba muchas opciones, no me queda de otra que ir a conversar de una vez con Sofía.

Llegué al condominio y saludé a José, el portero. Él insistió en avisarle a Sofía que yo iba de subida y para no generar sospechas le dije que estaba bien. No planeaba avisarle, quería llegarle de sorpresa a ver qué me iba a decir.

Al abrirse el ascensor pude notar que la puerta se encontraba ajustada, más no cerrada. Y al asombrarme no podía creer lo que estaba viendo.

Sofía estaba con el Juez Zualaga. Definitivamente hoy era mi día de suerte.

Saqué mi tlf y tomé par de fotografías, tenía que buscar la manera de chantajear a Sofía, no era mi estilo de hacer las cosas pero con ella había que cuidarse las espaldas.

Me encargué de cerrar la puerta con fuerza para que notarán que alguien había estado allí y me dirigí al piso 15.

Este edificio en particular sólo sentía circuito de cámaras en los pisos de número par, así que no podía quedarme en el piso de Sofía, si planeaba chantajearla no podía darme el lujo de que me vieran.

Sabía que José le anunciaría mi llegada así que sólo espere a que mi teléfono sonara. No le di la oportunidad de hablar, le dije que bajara al piso 15 y colgué.

Al abrirse el ascensor pude notar lo nerviosa que venía, el sonido de la puerta al cerrarse si causó el efecto que esperaba, estaba asustada.

Le enseñé la foto en mi tlf y ella se quedó ahí congelada, no sabía qué decirme, así que hablé yo.

- Quiero que me dejes en paz. Y sobre todo, que dejes en paz a mi familia.

- Erick... Qué... ¿Q-qué piensas hacer con esa foto? Tartamudeó.

- Siendo sincero, no quisiera hacer nada, Sofía. Creo que me conociste lo suficiente para saber que no es mi estilo chantajear personas, y menos a mujeres.

En ese momento salí de la galería del teléfono e ingrese a la grabadora de voz.

- Si, si te conozco bien Erick, no eres un mal hombre, eres todo un caballero y muy dulce, se que jamás me harías daño. - me respondió en un tono picaro casi seductor, tratando de esconder sus nervios.

Bien, esto me servía pero... Necesitaba más.

- ¿Por qué me pusiste esas denuncias Sofía? - añadí en un tono tranquilo, no podía sonar molesto en la grabación, podría tergiversarse la conversación.

- Porque no me dejaste opción, me abandonaste, no podía dejar que te deshicieras de mí tan fácil y volvieras a tener tu estúpida vida perfecta.

Cargo perfecto, esposa perfecta, hijos perfectos que te veneran como a un dios. También tenías que sufrir, tenías que sentirte peor que yo, así que haría hasta lo posible por hundirte, Erick.

Sofía me habló con tanto odio que si sus palabras fuesen puñales ya estuviese medicina forense levantando mi cadáver.

Paré la grabación y guarde mi teléfono para responderle.

Sueño profundo🌹 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora