Capítulo 7

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"Estoy fuera, ______-kun" 

Abro la puerta mientras tomo una mochila de cuero y dentro pongo una botella con limpiador, un trapo, dinero, llaves y móvil. 

–¡Nos vemos en la tarde, papá!

–¡Cuídate pequeña! En la tarde ven a comer con Todoroki, habrá pizza. 

–¡Está bien! –sonrío.

Cierro con llave la puerta de casa. Cruzo el jardín y ahí me espera Todoroki.

–Buenos días, rojito –sonrío y le beso la mejilla.

–Buenos días, ______-kun –sonríe de lado y caminamos a la estación de buses.

–¿Cómo has estado? –lo miro y sonrío, me agrada su compañía.

–Bien, pensando en qué decirle a mamá cuando la vea.

–Deja que tu corazón hable –lo abrazo del brazo.

–Si... ojalá no diga nada tonto mi corazón.

–Primero tu madre, luego la mía y devuelta para acá ¿no? –lo miro sonriendo.

Él solo asiente mientras llegamos a la estación. Nos subimos a un bus y nos dirigimos a la clínica de salud mental, donde la madre de Todoroki está internada.

En el camino hablamos de las clases, de nuestros compañeros y de qué hacer cuando al fin Todoroki vea a su mamá.

En un momento ambos nos quedamos en silencio.

Siento como me miran, así que busco al dueño o dueña de la mirada y me encuentro con una señora de unos 60 años, de contextura promedio y canosa. Esta me sonríe, pero su gesto es extraño. Es forzado, muy antinatural. Sus dientes son blancos y los colmillos resaltan en esa sonrisa.

Siento que ya la he visto antes, pero la ignoro.

Me acomodo en el hombro de Todoroki y, sin notarlo, me quedo dormida.

Un rato después me despierta la voz de Todoroki.

–¿Ya llegamos? –digo mientras bostezo y me levanto para bajar.

–Así es, y nos quedamos dormidos –sonríe somnoliento y bajamos del bus.

–No me di cuenta cuando me dormí –bajo del bus, extiendo mis manos sobre mi cabeza para sacarme el cansancio.

–Yo tampoco. Te veías tan linda durmiendo que me acomodé y cerré los ojos.

–¿Linda durmiendo? –rio mientras vamos caminando por el sendero de la clínica – eres gracioso rojito, parezco una papa fea cuando duermo.

–Es mentira, te ves muy tranquila. Quien diría que eres peor que comezón de lengua.

Iba a decir algo, pero ya entramos en el lugar. El lugar es grande, muy blanco y muy tranquilo. Avanzamos hasta el mesón de la recepción y entregamos nuestras identificaciones.

–Vengo a visitar a Rei Todoroki –Rojito habla sereno, pero busca mi mano y yo la tomo. Le doy un pequeño apretón, indicándole que estoy ahí, y no pienso dejarlo solo. Al menos no de momento.

–Oh si, la señora Todoroki –teclea algo la enfermera– tercer piso, cuarto 350.

–Muchas gracias –sonrío mientras nos dirigimos al elevador.

–No fue tan terrible el primer paso –traga saliva Todoroki– gracias por acompañarme.

–No es nada, Rojito –sonrío y salimos del ascensor.

Caminamos por el pasillo buscando el cuarto 350, y cuando lo encontramos Todoroki se para fuera y me mira.

–¿Te molesta si entro solo un momento?

–Claro que no –le aprieto la mano nuevamente– te espero acá.

Él asiente y entra. Yo me siento en las sillas del pasillo y miro mis pies. Luego de un rato siento que me miran, así que busco la mirada.

Es la misma señora que estaba en el bus, vaya coincidencia. Pero su mirada y sonrisa las sigo sintiendo familiares.

Desvío la mirada y Todoroki abre la puerta del cuarto de su madre y me llama.

–Ya puedes entrar –sonríe tranquilo y lo imito.

Entro y la habitación es algo pequeña, pero acogedora.

Hay una cama blanca y bien hecha. Una ventana con una vista espectacular, un escritorio y una silla, donde está la mamá de Todoroki.

–Es un gusto conocerla, señora Todoroki –sonrío sincera y doy una reverencia elegante– soy ______ Kogawa, amiga de Todoroki.

–Es más linda de lo que me dijiste, Shoto –una pequeña sonrisa se asoma en sus labios, extiende sus manos y yo las tomo con sumo cuidado– Yo me llamo Rei Todoroki. Estoy muy feliz de que mi Shoto tenga una amiga como tú.

–Yo soy feliz de tener a Todoroki como amigo –sonrío mirándolo y luego a ella– y estoy feliz de conocerla también, esperé mucho este día.

Ella me mira, feliz, y luego nos sentamos en la cama para mirarla y hablar mejor con ella. Todoroki empieza.

–Necesito... tu ayuda. Tengo un dilema muy grande con... mi poder del viejo.

–¿No usas tus llamas? –Rei lo mira apenada.

–No... sé que él nos hizo mucho daño y no quiero ser igual a él –se pasa las manos por la cara– me prometí que nunca usaría mi lado izquierdo, pero... hace unos días hubo en festival deportivo en la U.A y debíamos pelear... me sentí abrumado y no medí mi fuerza... yo... lastimé a gente importante.

–¿Por eso ______ tiene una venda en el brazo? –mira Rei mi brazo y Todoroki asiente apenado.

–Si... estábamos en combate y no podía pensar con claridad. En un momento ______ casi cae de una altura considerable y... por intentar sujetarla antes de caer, tomé su brazo con mi mano en llamas... y... me siento... una persona horrible por eso.

Yo hago un puchero y me acerco a Todoroki para acariciar su espalda.

–Pero veo que ______ está molesta por lo sucedido, si no, no estaría aquí –nos mira Rei con una sonrisa.

–Yo... le dije que no se preocupara, que a veces pasaban este tipo de cosas en las peleas, pero sigue culpándose por todo esto. Pero yo estoy bien, el brazo no me duele, no tengo marca y tampoco estoy enojada –miro a Todoroki, quien relaja su cara y mira a su mamá.

–Necesito que... me digas que...

–Lo siento, Shoto –murmura Rei, interrumpiéndolo y se lleva las manos a la cara, comienza a llorar– necesito que me perdones... durante estos años no he parado de sentirme culpable por haberte lastimado la carita así... soy la responsable de un trauma horrible que te acompleja hasta el día de hoy... yo... y tu vienes a verme –llora a lágrima viva– no merezco tu visita, pero aun así estas aquí... y vienes con tu novia y todo.

Todoroki se acerca y se abraza, ambos lloran y yo solo me quedo mirándolos, mientras sonrío leve. Rei le besa la cabeza y lo abraza fuerte.

–Te amo, Shoto –sonríe entre lágrimas Rei y él le sonríe.

–También te amo, mamá –se quedan así un momento y Rei me mira.

–Ven aquí, ______ –sonríe Rei y me acerco, tímida.

Rei y Todoroki me abrazan y yo sonrío, al final, es un abrazo de 3.

Nos quedamos cerca dos horas hablando con Rei, de la vida de Shoto, nuestra vida escolar, nuestra amistad. Ella, me cuenta sobre la infancia de Todoroki, que le gustaba All Might y que era un niño juguetón. También me cuenta sobre sus otros hijos, Fuyumi, Natsu y Toya, aunque este último, lamentablemente murió muy joven.

Una enfermera entra y nos informa que es hora del almuerzo y que debíamos retirarnos.

Nos despedimos de Rei, prometiendo que volveríamos pronto a verla y salimos de la clínica.

–¿Estás mejor? –miro a Todoroki mientras caminamos.

–Si... mucho mejor –sonríe.

–Me alegro –sonrío– fue liberador hablar con ella también.

Miro al piso, hablé con ella como si la conociera de toda la vida. Supongo que así se siente tener una mamá.

Criada por All For One [Shoto Todoroki x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora