Capítulo 37

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–Buenos días, ______. ¿Cómo te sientes? 

El doctor de cabello rubio y ojos pardos me pregunta apenas entra en el dormitorio de aquel hospital. Lo miro sin decir nada, aún con muñecas y pies esposados a la cama . Él se acerca a quitarlos con suavidad. 

–Bien, solo tengo dolor de cabeza –le sonrío amenamente, mientras acaricio mis muñecas, que tienen una marca roja por las esposas. 

–Perdona eso, pero es el protocolo para casos como estos. No sabíamos como ibas a reaccionar al despertar, y la policía dijo que sería lo mejor. 

Asiento y me acomodo en la cama, me abrazo suspirando. 

–Una semana en coma ¿eh? ¿Qué soñaste? Te veías incómoda. Te movías mucho en las noches, sudabas y a veces gritabas cosas... no muy agradables. Las enfermeras se asustaban al oírte. 

Lo miro sin expresión, luego a mis manos. Me tomo mis segundos para suspirar y hablar con calma. 

–Soñé con mi infancia. Estaba atrapada en una jaula oxidada, vestida con un vestido sucio y... a veces veía a AFO y Garaki, quienes me ataban a una mesa y me inyectaban cosas raras. Me obligaban a usar mi kosei una y otra vez. 

–Sobre tu kosei... aún no puedes activarlo ¿no?

Miro hacia delante, y veo unos frascos de pastillas. Intento activar mis brazos telequinéticos, pero no los siento. No hay nada. 

–No puedo, no siento nada –miro al suelo, cansada, aunque haya dormido toda la noche.

Él se acerca y me revisa las pupilas con una linterna pequeña que saca de su bolsillo. 

–Necesito hacerte unas preguntas. Pueden que sean incómodas, pero es por tu bien. 

Asiento y él toma asiento a mi lado. 

–Bien... tu kosei está registrado en los archivos estatales que tenemos como telequinesis, pero tengo la sospecha de que no sea así. 

Lo miro extrañada. 

–¿Cómo que no?

–Por eso necesito que me lo describas. Quiero llegar al fondo de este asunto. 

–Pues... –juego con mis manos–. Cuando lo activo, siento como cosquillas en la nuca. Y luego tengo la sensación de poder manejar brazos, que no veo, pero sé que están ahí. 

Él asiente mientras toma nota. 

–Creo que originalmente tenías telequinesis, ya sabes, a los cuatro años. Pero el tiempo que All For One experimentó contigo terminó por mutar tu kosei. La telequinesis no se siente, tu piensas en mover un objeto y lo hace, pero tu sientes tu kosei como si fuera una extremidad más. También, la telequinesis no puede manipular personas. Pero tu si pudiste en algún momento ¿Es así?

Parpadeo rápido y siento lentamente. 

–Si...de pequeña, cuando peleaba contra... Garaki y All For One, podía tomarlos por los pies y estrellarlos contra la pared sin dificultad. 

El doctor me sonríe y se le escapa una risita juguetona.

–¿Y hace poco? ¿Pudiste manipular gente?

–Si... en la batalla, levanté a los de la clase A. A los veinte, sin dificultad.  

–Ya veo... efectivamente, tu kosei es una mutación. Siempre tuviste problemas con los exámenes médicos ¿no? 

–Supongo... cuando me atacó Stain, quedé inconsciente, y los doctores no podían saber mi estado, tampoco el de mi kosei. En El Tártaro pasó lo mismo, de hecho me preguntaron si yo los estaba manipulando y como podía hacerlo. 

Criada por All For One [Shoto Todoroki x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora