Criada por All For One [Shoto Todoroki x Lectora]

Capítulo 34

Al día siguiente de que Eri se fuera, comencé a pelear en contra de Gigantomachia, para que me reconociera como su líder, haciendo caso de la sugerencia de Garaki. 

Así que, con el sol apenas iluminando el horizonte, nos reunimos en un claro de bosque Twice, Dabi, Toga, Tomura, Ms. Compress, Spinner y yo.

–¿Tienes algún plan para acabar con esa cosa? –pregunta Toga sonriendo. 

Asiento mientras me quito el abrigo y lo dejo colgado sobre la rama de un árbol. 

–Si. Pero necesitaré su ayuda si quiero hacerlo rápido. 

Comienzo a estirar como me enseñó Aizawa-sensei, para no lastimarme algún musculo por un mal movimiento. 

–¿Qué mierda estás haciendo, ______? –me pregunta Tomura con clara irritación. 

–Estirando. No quiero desgarrarme un musculo por una estupidez –respondo obvia.  

–¿Qué? ¿Eso te enseñaron en esas clases de héroes, donde fingías ser una de ellos?

Trago saliva duramente e inhalo una gran bocanada de aire para poder calmarme. 

No quiero decirle algo de lo que después me arrepienta. 

–Primero intentaré algo yo por mi cuenta. Si no funciona, les pediré ayuda –sonrío mientras me acerco al lugar donde el gigante duerme–. ¡Gigantomachia! –le grito a todo pulmón para despertarlo. 

El gigante que se encontraba dormido, despertó de mala manera. 

–¿Y tú quién eres? –pregunta molesto. 

–______ Shigaraki –me presento con el apellido de AFO, para que sepa quién soy–. La líder de la Liga de Villanos. 

El gigante me queda mirando de mala manera. Luego mira al cielo mientras ruge y debo taparme los oídos ante el estruendo que produce. 

–¡El único líder que aceptaré es a mi señor, All For One! ¡No un niña debilucha!

Suspiro con cansancio, mientras pienso en como atacar. 

Y así pasaron los primeros días, conmigo intentando pelear contra Gigantomachia para vencerlo y que así, admita que yo soy su líder y señora. 

Pero no logro nada. Aunque intente tenderle trampas, golpearle con árboles, nada funciona para vencerlo. 

Tiene una resistencia a los golpes increíbles. 

Aunque a veces me desespera el hecho de que mis esfuerzos parecen no dar frutos, debo admitir que me divierte luchar contra él. Se siente igual a los ejercicios de héroes de la U.A.

Incluso, más de alguna vez me he atrapado pensando en planes para vencerlo con los koseis de mis ex compañeros... y me invade una tristeza enorme al darme cuenta de que en verdad ya no los tengo a mi lado, y solo son fantasías mías. 

Y por estar pensando esas cosas, no me doy cuenta de la mano de Gigantomachia hasta que impacta en mi cuerpo, y me manda a volar metros hacia atrás. 

Caigo al suelo rodando. Me quedo ahí unos segundos, para poder poner mi cerebro en orden. Ya es la hora de dormir de Giganto, así que no vendrá hasta un rato. 

–¡Vamos, ______! Llevas casi dos semanas y no has mostrado ningún avance hasta ahora. 

Cada vez que Gigantomachia me asesta un golpe, la ira de Tomura crece. 

–No trates así a mi niña –dice papá mientras llega hasta mi, para ayudarme a ponerme de pie y me ofrece una botella de agua–. Ella se está esforzando.