INVISIBLE

Capítulo 69: The Icing On The Cake

Severus abría y cerraba la boca sin decir nada, su incapacidad para hablar no se debía a que no quisiera decírselo a Harry, sino que aún estaba aturdido. Había visto y hecho muchas cosas en su vida, no todas de las que se sentía orgulloso pero era experiencia al fin y al cabo. Sin embargo, nada podía prepararlo para saber que el Señor Tenebroso había creado voluntariamente siete Horrocruxes, o seis, si no se contaba la parte principal de su alma, si es que ya podía llamarse así. Maldijo el hecho de que el conocimiento hubiera caído en su regazo. Sin duda, era algo que hubiera preferido no saber. Aunque prefería ser él quien lo hiciera en lugar de Dumbledore o, Dios no lo quiera, de Nicolás Potter, la sola idea era suficiente para reducirlo a escalofríos. Era un mago oscuro y estaba al tanto de la existencia de tales magias, Harry no estaba muy seguro de cómo se lo estaba tomando.

-¿Sev?- murmuró Harry, ¿qué demonios le había revelado Slughorn para dejarle tan atónito y quizás un poco preocupado? Siempre era difícil saber con Sev, era tan bueno ocultando sus emociones, pero Harry era capaz de detectar indicios aquí y allá. Si pasas suficiente tiempo con ellos, descubres sus tics, por así decirlo; cuando estaba preocupado, sus ojos se ensombrecían, y cuando se sorprendía, se quedaba sin palabras. Cosa que por cierto no ocurría a menudo, Severus era un hombre de palabras para cada ocasión. -¿Qué ha dicho Slughorn?-.

Severus no pudo evitar reírse débilmente, Harry era demasiado inteligente para su propio bien a veces, pero siempre lo había sabido. Probablemente era la forma en que había podido elegir su carrera tan rápidamente. Harry había sido olvidado por el sistema y sus profesores, incluso él no había visto lo bueno que era Harry, pero las pociones de primer año están muy lejos de hacer las de séptimo año o de crear las tuyas propias, cosa que él no había sabido que Harry había hecho. Si lo hubiera sabido, habría contemplado la posibilidad de contratar a Harry a los once años como aprendiz a tiempo parcial. Su inteligencia había pasado desapercibida para el circo que era Nick Potter, el presunto niño que vivió. No entendía cómo Albus no había atado cabos todavía, pero a fin de cuentas Dumbledore no quería admitirlo. Había invertido tanto tiempo y esfuerzo en Nick como para pensarlo por un momento. Incluso Albus tenía que saber que Harry no se fiaría de él ni lo más mínimo.

-La información de Slughorn fue más preocupante de lo que pensé que sería. Ciertamente no esperaba este tipo de información cuando lo invité a venir- admitió Severus, seguro de que había esperado algo, aunque ni siquiera él estaba seguro de lo que había imaginado que Slughorn revelaría. Cualquier información habría sido útil en su libro, por muy condenatoria que fuera la información, al menos tenían un número definitivo para seguir adelante.

-¿Qué iba a saber Slughorn?- preguntó Sirius desde la puerta, mirando torpemente a su ahijado y a Snape. Si había tenido alguna preocupación persistente sobre su relación, había desaparecido. La forma en que Severus había ayudado inmediatamente a Harry a sentarse, obviamente preocupado por él... y Harry miraba a Severus con tanto amor brillando en sus ojos. Es la misma mirada con la que Remus lo agraciaba, y si esto hacía feliz a Harry entonces ¿quién era él para discutir? Harry le había dado una segunda oportunidad... no podía desperdiciarla dudando de los sentimientos de su ahijado.

-¿Por qué siguen aquí los dos?- preguntó Severus mirándolos con desconfianza que brillaba en sus ojos negros.

-¿Te sentirías más cómodo si hiciéramos un Voto?- preguntó Remus, con sus ojos ambarinos solemnes y sinceros. Severus no se fiaba de mucha gente; de hecho, probablemente podría contarlos con una mano y le sobraría espacio para después. Por alguna razón sabía que Albus Dumbledore ya no estaba en esa lista, por su conversación anterior. Todavía le sorprendía que Severus se lo hubiera dicho, si era sincero, no era muy habitual en él. Debía estar de muy mal humor para revelarlo, eso era seguro. La guerra había llegado a su punto de inflexión, Dumbledore ya no era el líder del bando de la luz, Severus sin darse cuenta ni importarle había asumido esa parte. Él tenía la mayor información, podía seguir adelante y acabar con esta guerra, y Dumbledore estaba demasiado ocupado tratando de poner el peso en un niño. Con una claridad asombrosa se dio cuenta de que ese era el camino a seguir, y que realmente juraría el voto y haría lo que tuviera que hacer: acabar con esta sangrienta batalla de una vez por todas.