Capítulo 109: Two Months Later - Neville and Luna's Wedding Day

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-Realmente hemos dejado que sea demasiado tarde para conseguir un regalo para Luna y Neville, ya sabes-, logró jadear Harry desde donde yacía despatarrado sobre Severus en su nueva cama king-size jadeando y sudando por sus recientes actividades. Era muy temprano, pero estaban acostumbrados a levantarse a esa hora, a pesar de que los gemelos acababan de empezar a dormir toda la noche. Jacob había tenido razón, la primera noche había sido increíble, pero todas las noches desde entonces se habían despertado, estaban demasiado acostumbrados. Nueve de cada diez veces podían volver a dormir un rato, hoy no era una de esas. No es que fueran a poder holgazanear todo el día, ya que Luna y Neville se casaban hoy.

-Tú los conoces mejor que yo-, señaló Severus, que además era el padrino. Habían tenido una pequeña reunión en el Caldero Chorreante para una "despedida de soltero" hace unas noches, prefiriendo no esperar hasta la noche anterior a la boda real. Fleur había organizado una noche de chicas (despedida de soltera) para Luna en la misma noche, pero lo habían celebrado en su ala de la mansión Longbottom, pero planeaban mudarse a una de las otras propiedades una vez que volvieran de su luna de miel. Era mucho más pequeña (sólo cinco habitaciones) que la mansión Longbottom un día Neville probablemente volvería, después de la muerte de sus padres ya que era el heredero y era suya, pero podría acabar cediéndola a su hermano.

-Lo sé, lo he ido posponiendo, aún no sé qué regalarles... ¿Qué es lo apropiado para regalar a alguien cuando se casa?-. Preguntó Harry, estremeciéndose ligeramente mientras Severus limpiaba su desorden mágicamente.

-Antiguamente se les regalaba algo con su escudo, candelabros, cubiertos, copas, artículos de papelería-, intervino Severus tras unos segundos de silencio pensativo. -No creo que la gente se preocupe ya por artículos como esos, además creo que la gente que no los conoce tan bien como tú tendrá esas ideas. El regalo debe venir de ti, de lo que crees que debes regalarles, al fin y al cabo lo que cuenta es la intención-.

-Pensé en algo que tuviera que ver con Herbología, pero creo que es demasiado común, quiero decir que ya le he regalado tantas cosas que tienen que ver con eso... creo que me enojaría si sólo me regalaran cosas de pociones... y a Luna no le gustan las plantas tanto como a Neville, así que no es realmente factible-. Admitió Harry, acurrucándose más en el calor de la cama y de Severus. Quién sabía cuánto tiempo tenían antes de que los gemelos empezaran a despertarse para tomar sus biberones.

-¿Hay alguna actividad que ambos disfruten juntos?- Sugirió Severus, -Con la obvia excepción-, no quería oír hablar de la vida amorosa de Neville y Luna, muchas gracias.

-Cocinar, aunque Luna hace los platos más escandalosos- reveló Harry soltando una leve risa al recordarlo. -Neville se las arregla para calmar su exuberancia-, aunque sólo un poco.

-Lo tendré en cuenta-, haciendo una nota mental para inventar cualquier excusa que pudiera si alguna vez le invitaban a cenar con ellos, el cielo no lo permita.

Harry se rió muy consciente de lo que pasaba por la mente de su prometido. -No puedo darles dinero sin más, así que voy a tener que ir a buscar antes de que nos vayamos, sólo tengo unas horas-, se sentía tan avergonzado de sí mismo por dejarlo tan tarde y, peor aún, por no saber qué regalarles. También eran sus mejores amigos, pero no se le ocurría qué regalarles.

-Mantendré a los gemelos ocupados-, se ofreció Severus, o más bien declaró en realidad.

-De acuerdo-, Harry asintió con la cabeza; sería más fácil mirar a su alrededor sin un bebé inquieto al que todos querían arrullar con él. No es que le importara, excepto cuando tenía prisa, y hoy la tenía.

-Vamos entonces-, instó Severus a Harry a moverse, en menos de dos horas tendrían que estar listos y en la iglesia.

-Estoy demasiado cómodo-, se quejó Harry en voz baja, esto era agradable, sólo conseguir acostarse en la cama aunque fuera temprano. Incluso mientras se quejaba, se arrastró fuera de la cama, cogiendo un par de pantalones de la pila de ropa que aún no había sido guardada en el arcón al pie de su cama, donde la elfa doméstica probablemente lo había puesto para ellos. Habría utilizado la ropa de ayer, ya que sólo iba a llevarla durante una hora y luego sería el momento de vestirse para la boda, pero ya se habían ido, los elfos domésticos no perdían el tiempo. -Nos vemos pronto-, añadió Harry dándole otro rápido beso antes de obligarse a alejarse antes de que se calentara de nuevo, no podían dar otra vuelta, tenían demasiado que hacer hoy.

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