-¡Roxanne Potter!-, gritó Minerva para que todos los de primer año pudieran oírla.
Los murmullos empezaron a surgir de inmediato, todo el mundo arqueaba el cuello para poder ver a la única mujer Potter nacida en la familia durante generaciones. Todos susurraban, preguntándose cómo se sentiría al ser la hermana del chico que vivió. Preguntándose cómo se sentía ella ahora, por haber dejado morir a su propio hermano, su hermano.
-Bueno, hola, dijo el sombrero en tono alto, casi sonó como si estuviera hablando en voz alta.
-Hola-, dijo Roxy tímidamente.
-¡Tienes una buena mente, igual que tus hermanos!- dijo el sombrero tarareando y haciendo un "ah" cada pocos segundos.
-Por favor, ponme en Gryffindor, por favor, ponme en Gryffindor-, repitió Roxy, era su mayor temor. No quería decepcionar a sus padres, no quería que la odiaran. No quería convertirse en una marginada como su hermano. Lo que no sabía era que Harry había sido un marginado desde que Nick se había convertido en el niño que vivió. Ella no se dio cuenta de que era inusual, es como su familia siempre había sido.
-Prefieres los libros a la valentía temeraria... no encajas ahí... dónde ponerte...- dijo el sombrero con curiosidad.
Suplicó con los ojos cerrados mientras su cuerpo ardía de miedo.
-No encajarás en Gryffindor... ya cometí ese error una vez...- dijo el sombrero aún indeciso. Pensando en una chica de pelo tupido llamada Hermione Granger. Nueva en el mundo de los magos, Gryffindor le parecía brillante y le había convencido. Era algo que no había funcionado: era una marginada en su propia casa.
-¡Lo haré, puedo, por favor! Conozco a la gente de allí por favor!- gimoteó Roxy enfadada porque no se salía con la suya.
-¡Muy bien....mejor que sea GRYFFINDOR!- gritó el sombrero en voz alta para que todos lo oyeran.
Aliviada y presumida, Roxy se quitó el sombrero, antes de unirse a su nueva casa. Valió la pena, cuando vio el amor y la adoración que adornaban la cara de de sus padres. Los había hecho sentir orgullosos; se sentó junto a los otros de primer año, sonriendo ampliamente a su hermano, que le devolvió la sonrisa. No había mucha gente que le prestara atención; de hecho, todo el mundo le daba esquinazo. Tenía asientos libres a cada lado.
-Antes de que coman y beban, quiero presentarles a su nuevo profesor de Pociones y jefe de la casa de Slytherin.... ¡Profesor Horace Slughorn!- sonrió Dumbledore como si nada le complaciera más, que presentarles al nuevo profesor.
Los Slytherin se volvieron locos, aplaudiendo con fuerza, todos conocían a Slughorn y él favorecía a sus Slytherin. Todos lo sabían, por los cuentos que contaban sus padres, o sus abuelos. No es que hubiera muchos abuelos por aquí, después de la última guerra con Voldemort, muchos fueron encarcelados o asesinados. Los vítores de las otras casas llenaron el resto de la sala.
-¡Ahora, que comience el festín!-, retumbó Dumbledore, con las manos separadas mientras la comida salía a las mesas.
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-¡Hola Luna!- sonrió Harry deslizándose en su asiento junto a ella. Ella también había tomado Runas Antiguas, así que tenían al menos una clase juntos. Harry estaba muy contento de tener una amiga, alguien en Ravenclaw al menos, de lo contrario probablemente no la habría visto más que en los recesos. Acababa de salir por floo del despacho del director, fiel a la palabra de Severus: el director Dumbledore no había estado allí. Siempre sintió una ráfaga de ira y odio, sólo con mirar al hombre. Sólo había unas pocas personas que podían hacerle eso, James Potter, Lily Potter y Nick Potter.
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INVISIBLE
FanficEn esa fiel noche de Halloween, Nick Potter fue aclamado como 'Niño que vivió', su gemelo Harry fue ignorado en favor del hijo famoso favorito. Harry es empujado a un lado, cuando se trata de eso, ¿qué pasará? ¿Harry luchará por un mundo que no lo q...