INVISIBLE

Capítulo 88: The Truth

Harry palideció drásticamente, casi balanceándose en el lugar mientras su mirada se abría de par en par. Lo único que lo sostenía era Severus, que se aferraba a él sabiendo por lo que estaba pasando su amante. Sus pesadillas estaban cobrando vida, y de todas las formas en las que esperaba ser descubierto como el Niño que Vivió... esta no era una de ellas, ni en ninguna pesadilla. Siempre fue sobre todo Dumbledore quien lo descubre, una parte de él siempre había admirado la inteligencia de Dumbledore, todo lo que había logrado y hasta que llegó él y Voldemort había tenido las mejores notas en bastantes asignaturas. Simplemente no le gustaba el hombre en sí, y cómo trataba a todos los alumnos favoreciendo a Nick. Así que era una suposición bastante lógica que hubiera sido él... pero la lógica no estaba delante de él, no estaba Voldemort.

Severus quería darle un puñetazo en la cara al Señor Tenebroso; Harry nunca se recuperaría de esto. No había podido soportar que él supiera la verdad; casi le había provocado a Harry un ataque de pánico. Tenía que sacar a Harry de su estado de congelación, tendrían que luchar. El bastardo tenía barreras que rodeaban toda la zona; no había forma de que pudieran escapar apareciendo. Apostaría su fortuna a que también había un guardián que impedía el funcionamiento de la Trasladores. ¿Cómo demonios se había enterado de que iban a estar aquí? Era imposible que Ollivander se hubiera quebrado y hubiera hecho lo que le habían dicho: el mago era fuerte. Además, lo habría hecho enseguida, si se hubiera sentido obligado a cumplir las órdenes del Señor Oscuro. No había sentido ningún tropiezo cuando aparecieron aquí, a menos que... hubieran estado aquí por los Potter, pero eso no tenía sentido, el Señor Tenebroso no había quitado los ojos de Harry desde que se habían revelado. Su atención fue desviada por una voz chirriante -una que le era muy familiar- Lily, no pudo evitar poner los ojos en blanco.

-¡¿QUÉ?!- gritó Lily con fuerza, sus ojos se abrieron imposiblemente, la negación brotó de inmediato, no lo creía. Nick había derrotado al malvado monstruo, y demostraría que era el héroe una vez más, destruyéndolo de nuevo.

James retrocedió hacia el unicornio y sintió que su corazón se hundía, sus ojos marrones miraron muy brevemente a Harry antes de cerrar los ojos en señal de derrota. Sabía con una grave certeza que Voldemort tenía razón; habían herido a Harry más de lo que podían imaginar. Habían estado entrenando al niño equivocado, su corazón se sentía como si estuviera a punto de aplastarse sobre sí mismo. ¿Estaba el mundo condenado por un error? No, Harry era poderoso, inteligente, podía batirse en duelo y podía hacerlo. No contra toda esta gente, necesitaba conseguir ayuda y rápidamente. Respirando agitadamente, muy lentamente comenzó a mover su mano hacia su bolsillo, por suerte Nick estaba frente a él, y lo haría discretamente. Necesitaban ayuda pero si lo veían hacerlo atacarían... y sabía que los matarían. Había docenas de mortífagos allí, y estaban en el mundo muggle - los estaba exponiendo a todos.

Voldemort la miró fijamente antes de descartarla; era insignificante, nada irrelevante para él.

-¡Estás mintiendo! Estuve allí, lo vi todo-, siseó ella, sonando como un gato herido. Agarrando a su hijo, lo mantuvo cerca aterrorizado. -¡Venceremos, no importa el juego mental que juegues!-.

James maldijo cuando fue sacudido por Lily, haciendo que el pequeño galeón cayera al suelo. Ni siquiera había podido llamar a la Orden antes de que se le escapara de los dedos. Si se arrodillaba lo sabrían, atacarían, la desesperación se apoderó de él. Sólo deseaba que Nick no estuviera aquí, pero al menos su hija estaba a salvo, un pequeño consuelo, pero uno de todos modos. No le hacía sentir mejor lo que estaba sucediendo.

El agarre de Severus se hizo más fuerte contra el hombro de Harry, causándole un dolor que le hizo salir de su estupor. ¿Por qué no había traído su maldita poción? Pensó Harry desesperado, ni siquiera una para poder asegurarse de que Severus volviera a la Mansión Prince sano y salvo. Se preocupaba más por Severus que por su propia vida, y eso sorprendería a todos los que no fueran sus allegados.