Capítulo 100: Unicorn blood

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Potter Manor.

Como toda buena Ravenclaw y eso es exactamente lo que Roxy era, y siempre lo había sido en el fondo, aunque hubiera obligado al sombrero a ponerla en Gryffindor durante los primeros años. Algo de lo que se arrepentía enormemente, ya que podría haber tenido a sus amigos de entonces, pero ya no podía hacer nada al respecto. Por fin era feliz, y en la casa en la que siempre había querido estar, con un novio además. Cuando se enteró de lo que le había pasado a su madre, inmediatamente comenzó a buscar en la Ley de Merlín, queriendo entenderla completamente. Ella, a diferencia de su hermano, no había estado allí las veces anteriores que se habló de ella y no sabía mucho sobre ella. Sólo lo más básico, era algo que el propio Merlín había estipulado en la ley, para asegurarse de que los aprendices no pudieran ser dañados, porque su educación aseguraba la supervivencia del conocimiento, para transmitirlo a la siguiente generación. Algo que había sido extremadamente importante en aquel entonces, especialmente para aquellos que eran poderosos y tenían mucha influencia. Antes de que Merlín llegara, muchos estaban siendo abusados y utilizados para el propio beneficio de su "Maestro". Merlín los había rescatado furioso con los que se atrevían a dañar a otro, y al hacerlo creó la ley y salvó a la siguiente generación de sufrir lo mismo. Eso era todo lo que ella sabía, había asumido como todos los demás que era sólo el Maestro quien estaba bajo la amenaza de la ley y no todos. Así que empezó a buscar en la biblioteca de Potter en busca de algo que la ayudara en su búsqueda de más información.

La biblioteca de la Mansión Potter no estaba tan llena como podría haber estado; algunos de los libros más raros habían sido vendidos para ayudarles cuando Harry se convirtió en el Jefe de Casa de facto y dejó a sus padres sin dinero. Su padre nunca había sido aficionado a la lectura, pero a su madre le encantaba leer, se había llevado muchos de los libros de las bóvedas de los Potter y los había leído en Godric's Hollow, un lugar en el que todavía estaban. Por lo que tenía entendido, sus padres nunca se habían aventurado a volver a Godric's Hollow hasta hace unas semanas, después del ataque básicamente habían huido a la mansión Potter al no poder sentirse seguros en la pequeña casa de campo.

Roxy no prestaba atención a los libros más nuevos, si es que tal cosa podía afirmarse como tal, no se había puesto un solo libro en la Mansión Potter en las últimas dos o tres décadas, no desde que sus abuelos habían vivido aquí. Esperaba poder devolver algún día a la biblioteca su grandeza, como siempre debió ser. Llevaría mucho tiempo, mucho dinero y paciencia, pero era algo que le interesaba mucho. Por fin estaba en la sección que necesitaba, sus dedos iban de libro en libro, desechando los que trataban sobre las leyes de las criaturas, la ley del Wizengamot y, por supuesto, la ley del Ministerio, y por fin encontró un libro que podría educarla. Habría leído el Diario El Profeta, pero sólo contenía retazos para que todos se hicieran una idea general de lo que era la Ley de Merlín.

-¿Roxy? ¿Estás bien?- preguntó Remus, dando un golpe a la puerta antes de entrar a pesar de que ya estaba abierta y de que era una biblioteca. Sus ojos ambarinos se llenaron de preocupación por la adolescente, era mucho lo que tenía que soportar, y tanto cambio era duro para ellos, él y Sirius no digamos para Roxy.

-Estoy bien- afirmó Roxy asegurando a su tío, dándole una pequeña sonrisa mientras se deslizaba en su asiento. -No sabía que estabas aquí, ¿está todo bien?- le preguntó entonces, normalmente en los últimos tiempos había pasado algo cuando veía a sus tíos. Aunque ahora que la guerra había terminado, tal vez estarían allí más a menudo.

-Sí-, dijo Remus pensativo, era difícil de creer que Roxy solo tuviera trece años, actuaba más sabia que su edad. Entraría en su cuarto año en Hogwarts después de las vacaciones, demonios, hasta tenía novio. Era demasiado joven para tener uno, en su opinión, pero al menos sabía que no iría a ninguna parte, la definición de "novio" de un niño de trece años era alguien que le gustaba, del que estaba enamorado y con el que iba a Hogsmeade y... bueno, al que besaba. Si tuvieran sentido común no irían más allá. -¿Interesado en la Ley de Merlín?-, afirmó, fijándose en el libro mientras se adentraba en él. Podía recordar haberle leído a Roxy cuando era más joven, se había perdido el crecimiento tanto de Nick como de Harry pero no demasiado de Roxy. Eran lo más cerca que estaría de tener hijos, y deseaba poder retroceder en el tiempo y evitar dejarlos atrás.

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