iv. Zodiac

1.2K 101 46
                                    




Caspian había llevado a los dos Pevensie y a Williams a una habitación muy bonita del barco.

— Aslan — susurró Lucy viendo una decoración de león — miren, el arco y las flechas de Susan.

— Lucy — llamó Caspian, entregándole en una caja su daga y su poción curativa.

— mi poción curativa, y mi daga — sonrió acercandose para tomarlas — ah...¿puedo?.

— claro — asintió el mayor — son tuyos.

— la espada de Peter — habló Edmund.

— si, la cuide como prometí — caminó hacia ella — ten, sostenla si quieres.

— no, no, es tuya, Peter te la obsequio.

— ¡ay, esa es mi espada! — chillo Nailea dando saltitos en su lugar y observando la espada.

— también la cuide, tómala, la guarde por si regresabas — sonrió Caspian.

— gracias, Caspi-Dash — bromeó tomándola, todos la miraron con confusión ante el apodo — no pregunten, a veces a Ed le digo Eddy-Boo

— si, no me gusta ese, prefiero Ed — la señaló, ella le saco la lengua antes de seguir observando la espada.

— aun que si guarde, esto, para ti — continuó Caspian y sacó la vieja linterna, se la lanzó a sus manos con una sonrisa plasmada en el rostro.

— gracias — sonrió viéndola, la prendió y la luz lo encandiló, haciendo reír a su novia.

— te ves tierno — agregó acercándose a el y abrazándolo por la espalda, a la vez que dejaba un beso en su mejilla.

— extrañaba eso — les sonrió — vengan, acompáñenme.

. . .

desde que se fueron los gigantes del norte sé rindieron incondicionalmente, luego derrotamos al ejército de Calormen en el gran desierto, hay paz a lo largo y ancho de Narnia.

Ahora, todos se encontraban mirando un mapa, mientras que Caspian les explicaba lo que habían hecho a lo largo del tiempo que ellos no estuvieron.

— ¿paz? — se rió Nailea.

— si, paz — añadió Rose que venía entrando, se quito la bandana que tenia en su alborotado cabello y la lanzó al suelo — en solo tres años.

— sigo sin saber como es que estas aquí — le dijo la pelirroja.

— y seguirás sin saberlo, nena — bromeó parándose al lado de Lucy.

Lucy paso un cabello nuevamente por atras de su oreja — ¿y también hallaste una reina en esos tres años?.

«¿le esta coqueteando o soy yo?» pensó Nailea, mirando la escena con diversión.

— no — la miró — nadie se compara con tu hermana.

— golpe bajo, soldada caída — murmuró Rose rápidamente, todos la miraron — no, sigan, ignoren mis comentarios graciosos e innecesarios en el medio de algo importante.

— a ver — interrumpe Edmund — si no hay guerras que pelear, y, nadie esta en problemas, ¿que nos trajo aquí?.

— tienes razón — habló el muchacho — también me pregunto lo mismo.

butterflies, edmund pevensie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora